- Nuestro país escala cuatro posiciones desde la última edición del ranking publicada en noviembre de 2019
- El índice está encabezado por Estados Unidos, seguido de China y Francia
- El cambio climático y una mayor conciencia social ambiental impulsan la inversión en energías renovables
España recupera posiciones entre los países del mundo más atractivos para la inversión en energías renovables y se sitúa en el puesto número 11 del ranking, según el último informe Renewable Energy Country Attractiveness Index (RECAI), elaborado por la Firma de servicios profesionales EY. La 55ª edición de este informe analiza el impacto de la pandemia y la capacidad de recuperación de los países, tanto en términos sanitarios como económicos.
Según el índice RECAI, España sobresale como uno de los países más atractivos y con mayor proyección de crecimiento en materia de energías renovables, ascendiendo cuatro puestos hasta la undécima posición. A pesar de haber sufrido fuertemente la crisis derivada del COVID-19, el informe destaca que la política climática y energética es una de las prioridades del Gobierno, estableciéndose planes para aumentar la energía eólica y solar. Debido a estas medidas, la mayoría de los inversores son optimistas con respecto a los proyectos del sector a medio plazo.
“España destaca por su apuesta por las energías alternativas, con un fuerte crecimiento tanto en energía eólica como en solar el año pasado. Este esfuerzo inversor ha determinado que sea el mercado de Europa más importante, desde 2008, en materia de capacidad de energía solar” destaca Víctor M. Pérez, Socio Responsable del Sector de Energía de EY.
Por primera vez desde 2016, Estados Unidos encabeza el informe RECAI de EY, debido a la ampliación, a corto plazo, del Crédito Fiscal para la Producción y, a largo plazo, al crecimiento de la energía eólica marina, con una inversión prevista de 57.000 millones de dólares, lo que permitirá instalar hasta 30 gigavatios (GW) en 2030.
Por su parte, la inversión de China en energías renovables se ha ralentizado, ya que el gobierno espera que el mercado deje de recibir subvenciones y se oriente a un panorama más competitivo, además de una menor demanda motivada por la crisis del COVID-19. Aunque el país asiático ha pasado a la segunda posición del índice, las previsiones son optimistas a largo plazo debido al crecimiento del mercado. Francia, que pasa de la cuarta a la tercera posición del ranking, ha consolidado precios a través de su última subasta de 1,4GW para operadores eólicos y solares, a medida que va reduciendo gradualmente su red de energía nuclear.
El índice RECAI de EY analiza especialmente los sistemas de almacenamiento de energía a gran escala, críticos para descarbonizar los sistemas eléctricos, así como las condiciones necesarias para impulsar la inversión en baterías a escala y equipos de almacenamiento en los servicios públicos. A medida que el sistema eléctrico disminuye su dependencia del carbón, se necesitarán más recursos para almacenar la energía. Por consiguiente, las empresas de servicios públicos y desarrolladores están aumentando las inversiones en baterías y sistemas de almacenamiento. Según el informe, se prevé que este año se instalen 12,6GWh de almacenamiento de baterías, lo que hace que el año 2020 sea un año récord en cuanto a crecimiento del almacenamiento de energía. Y a más largo plazo, se prevé un aumento de la capacidad de 13 veces, de unos 17GWh en la actualidad a 230GWh en 2025.
Mayor influencia en las compañías
El estudio revela que el cambio climático, unido a los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo -ESG por sus siglas en inglés-, cada vez son más estratégicos para las compañías, influyendo en su valor en el mercado. Así, los inversores institucionales valoran no solo la rentabilidad de las empresas, sino también su contribución a la sociedad. Por ello, las empresas están reevaluando sus estrategias corporativas para frenar sus emisiones, mejorar su gobernanza y su divulgación relacionada con el clima. Esta reorientación de las compañías ha determinado que las inversiones destinadas a las infraestructuras de energías renovables aumenten como medio para cubrir su exposición al clima, según el informe. En el caso de España, el informe de EY recoge que el Gobierno presentó a la Comisión Europea su Plan Nacional de Energía y Clima, que establece el objetivo de un recorte del 23% en las emisiones para 2030, en comparación con los niveles de 1990. Este plan anticipa un aumento en la energía eólica de 28GW en 2020, a 40GW en 2025 y 50GW en 2030, así como en solar fotovoltaica (PV), que pasará de 8.4GW a principios de este año, a 22GW en 2025 y 39GW en 2030.
A pesar del impacto económico del COVID-19 y de sufrir, como otros países, contratiempos en la cadena de suministro y retrasos en la construcción de algunos proyectos, no se esperan grandes repercusiones en el sector: “El Gobierno otorgó exenciones a las compañías para continuar trabajando en algunos proyectos de energías renovables durante el cierre y los principales fabricantes pudieron reanudar su actividad tras dos semanas” añade Victor M. Pérez.
Para Inés Bargueño, Directora de Transición Energética y Nuevos Negocios de EY, “la mayor preocupación de la industria es el impacto del bloqueo económico y la llegada de una recesión que afecte a los precios de la energía. Las tarifas de la energía al por mayor en España cayeron un 63% interanual a principios de abril. Sin embargo, los precios de futuros se están recuperando, lo que indica que el mercado ve el impacto a corto plazo”.
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