¿Cómo proceder ante una inspección laboral?

Para enfrentar adecuadamente una inspección laboral es necesario que la empresa cuente con una preparación previa sobre este procedimiento y sus derechos.

Según la Ley N°28806 “Ley General de Inspección del Trabajo”, una inspección laboral es el servicio público que presta el Estado a través de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) con el objetivo de vigilar el cumplimiento de las normas de orden sociolaboral y de seguridad y salud en el trabajo, así como para exigir las responsabilidades administrativas que procedan, orientar, asesorar técnicamente; y conciliar en las materias que correspondan.

Etapas de la inspección laboral

La inspección laboral cuenta con dos etapas en su ejecución: 

1. Actuaciones de investigación inspectiva: se desarrollan en un plazo máximo de treinta días hábiles, los cuales pueden ser ampliados por un periodo similar, y finalizan con la emisión de un acta de infracción (en caso se haya identificado alguna) o un informe (en caso no se detecte incumplimiento de las normas). Durante esta etapa, el inspector puede visitar el centro de trabajo, pedir documentación, entrevistar a los trabajadores y citar a los empleadores. 
   
   
2. Procedimiento administrativo sancionador: tiene una duración de nueve meses, prorrogable de manera excepcional por tres meses más. Esta etapa culmina con la emisión de la resolución en la que se impone la sanción de multa o se declara la inexistencia de responsabilidad de la empresa en las infracciones imputadas.

Consideraciones para enfrentar una inspección laboral

Es fundamental que las empresas estén preparadas para recibir una inspección laboral y, para ello, es importante que identifiquen previamente las obligaciones laborales que deben cumplir, conozcan el proceso de fiscalización, sus derechos y cómo ejercerlos durante este proceso, y capaciten a sus representantes en el tema.

Durante la etapa de investigación, las empresas suelen cometer algunos errores, como negar el acceso al inspector, no entregar la información requerida o incumplir los plazos, no asistir a una comparecencia o no aprovechar esta etapa para explicar puntos importantes identificados por el inspector.

Es importante tener en cuenta que todos los documentos que se soliciten deben estar debidamente identificados en los requerimientos del inspector y guardar relación con la materia inspeccionada. Asimismo, la empresa, en caso tenga dudas, puede solicitar una aclaración de lo requerido y puede acceder en todo momento a la lectura del expediente de la inspección en curso.

Una vez finalizada esta etapa y en caso se reciba una resolución de multa, la empresa tiene derecho a interponer un recurso administrativo para que la misma autoridad que emitió la resolución revise dicho pronunciamiento. Para ello, cuenta con un plazo de quince días hábiles desde que es notificada.

Mediante este recurso, la empresa puede lograr que se revoque la totalidad o parte de la multa y, en caso de que no obtenga una respuesta positiva, puede interponer un recurso de apelación. En los casos de infracciones muy graves, también se puede interponer un recurso de revisión que será resuelto por el Tribunal de Fiscalización Laboral.

Es importante recordar que la inspección es un procedimiento regulado y las facultades del inspector no son absolutas ni discrecionales. En ese sentido, es clave que las empresas estén correctamente informadas sobre el procedimiento y sus derechos.

Ante una inspección laboral, una preparación previa y una asesoría especializada en materia de derecho laboral y derecho administrativo pueden hacer la diferencia.