Trabajadores podando y plantando árboles en un parque rodeado de rascacielos

¿Cómo pueden las empresas de servicios financieros convertir la ambición de carbono en acciones reales?


Unos planes de descarbonización creíbles son fundamentales para reducir las emisiones, ampliar las soluciones climáticas y crear un impulso entre los stakeholders.


En resumen

  • Las instituciones financieras tienen un papel clave en la lucha contra el cambio climático, y unos planes de descarbonización creíbles son vitales para cumplir sus compromisos.
  • Las empresas pueden utilizar cuatro pasos clave para construir un marco de descarbonización que les ayude a alcanzar los objetivos de emisiones y a remodelar el sistema financiero.
  • Los itinerarios basados en la ciencia ofrecen a las organizaciones un mecanismo para lograr un cambio en el mundo real, al tiempo que consiguen la aceptación de los clientes y otros socios clave.

La Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) de 2021 en Glasgow, Escocia, representa un momento decisivo en la respuesta mundial a la crisis climática. A raíz de las duras advertencias del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, la magnitud de la transformación necesaria y la necesidad de una acción rápida son demasiado claras.

Las organizaciones de servicios financieros (FSO) tienen un papel clave en la respuesta global a la crisis climática. Muchas están dispuestas a demostrar su liderazgo y no sólo se comprometen a eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 1 y 2 asociadas a su propio uso de la energía, sino también a reducir sus emisiones de alcance 3, incluidas las "emisiones financiadas" asociadas a las actividades de los clientes que financian, invierten, aseguran o facilitan.

Es importante reconocer que el sector financiero no puede actuar independientemente de la economía en general en la que opera. Cada FSO debe determinar su propia estrategia de descarbonización, y cada una debe comprometerse con una serie de stakeholders, incluidos los inversores, los clientes, los reguladores y los gobiernos. La colaboración entre las esferas pública y privada es fundamental.

Cualquiera que sea el enfoque que elijan las FSO, la capacidad de establecer planes de descarbonización creíbles (pdf) será fundamental para reducir las emisiones financiadas y construir un sentido de propósito compartido con las partes interesadas. Hacer esto posible depende de tres imperativos de alto nivel:

  1. Establecer objetivos de base científica para reducir las emisiones asociadas a las actividades de financiación
  2. Establecer objetivos para aumentar los flujos de financiación para soluciones climáticas
  3. Crear confianza en esos objetivos a través de una planificación, divulgación e información creíbles

Este documento explora cómo pueden responder a estos imperativos las empresas de servicios financieros que buscan descarbonizar toda su huella de emisiones. Expone las incertidumbres actuales a las que se enfrentan las empresas y los mayores desafíos a los que se enfrenta el sector en estos momentos. A continuación, describe un enfoque práctico de cuatro etapas que las FSO pueden utilizar para elaborar planes de descarbonización líderes en el mercado que ayuden a alcanzar los objetivos establecidos y, lo que es más importante, a realizar los cambios económicos reales que se requieren en última instancia para limitar el cambio climático antropogénico a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.

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Capítulo 1

Las organizaciones financieras se han propuesto una enorme tarea

Muchas organizaciones están asumiendo compromisos ambiciosos para reducir sus emisiones financiadas.

Empresas, instituciones financieras, ciudades y más de 130 países se han comprometido o planean reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a cero neto para mediados de siglo. El cero neto es el objetivo crucial a largo plazo, pero los fuertes recortes de emisiones durante la década de 2020, especialmente por parte de los mayores emisores de GEI, también son fundamentales para limitar el calentamiento global y salvaguardar un clima habitable.

Ante la presión de los inversores y los clientes y, para algunos, la perspectiva de una regulación obligatoria, muchos FSO están asumiendo compromisos ambiciosos para reducir sus emisiones financiadas de alcance 3. Hasta la fecha, alrededor del 50 % de los principales FSO han establecido objetivos de cero emisiones netas para 2050.

Esta ola de ambición es bienvenida, pero las FSO se enfrentan ahora a la enorme tarea de hacerla realidad y desempeñar su papel en la remodelación del sistema financiero. Es esencial movilizar capital para la descarbonización a mayor escala y desarrollar nuevas técnicas para financiar la transición. Pero para los FSO individuales, el requisito más fundamental es que los planes de descarbonización sean creíbles. Los esfuerzos de la campaña Race to Zero y sus respectivas alianzas e iniciativas financieras han hecho avanzar esto considerablemente, pero los FSO aún enfrentan varias preguntas clave de implementación:

  • ¿Dónde estamos ahora? Las empresas necesitan una línea de base clara de sus emisiones de alcance 1, 2 y 3 con la que puedan realizar un seguimiento del progreso. Para las FSO, las emisiones de alcance 3, incluidas las emisiones financiadas, son críticas. Su cálculo es complejo, ya que los requisitos, los datos y las metodologías pertinentes siguen evolucionando.
  • ¿Adónde vamos? Las instituciones financieras deben establecer objetivos basados en lo que la ciencia más reciente muestra que se requiere para lograr los objetivos del Acuerdo de París. Los ambiciosos FSO quieren facilitar la transición de las industrias con alto contenido de carbono al mismo tiempo que apoyan las soluciones climáticas. Esto requiere evaluar la idoneidad y credibilidad de los propios planes de transición de las contrapartes.
  • ¿Cómo lo logramos? Desarrollar estrategias de descarbonización claras que incorporen objetivos a largo y largo plazo no es fácil y requiere una gobernanza y controles sólidos. La alta dirección también debe comprender y acordar las palancas disponibles para reducir las emisiones, al tiempo que se adhiere a principios importantes, como el apoyo a una transición justa y equitativa.
  • ¿A quién hay que decírselo? Las FSO necesitarán estrategias de comunicación transparentes y controladas para dar a conocer sus planes a los clientes, los inversores, los reguladores y el personal si quieren generar confianza y dinamismo en sus objetivos.

Los próximos 5 a 10 años son críticos en cuanto a compromisos y acciones. Las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse a la mitad antes de 2030 si se quiere alcanzar el objetivo de cero neto en 2050. Queda poco tiempo para que la industria contribuya a transformar todos los sectores de la economía, aunque ya se hayan realizado las tareas más simples primero.

Por último, las empresas deben estar atentas a las posibles oportunidades creadas por la rápida ampliación de las soluciones con bajas emisiones de carbono. Tradicionalmente, la acción climática se ha visto como un requisito para asumir la carga de la descarbonización. Ahora se reconoce cada vez más una perspectiva diferente: que la transición mundial ofrece a las FSO la oportunidad de participar en una revolución tecnológica y de innovación con un potencial de creación de valor sin precedentes.

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Capítulo 2

Las instituciones se enfrentan a desafíos complejos y urgentes

Los principales obstáculos son el establecimiento de líneas de base de las emisiones y la elaboración de estrategias con base científica.


Desafío: la creación de líneas de base de las emisiones es compleja y con juicios de valor

Establecer los límites de la propiedad de las emisiones es un desafío particular a la hora de evaluar el estado actual de la huella de emisiones de una empresa. Las FSO pueden tener dificultades para comprender dónde se sitúan los límites de las emisiones que "poseen", qué debe contabilizarse dentro de los diferentes ámbitos y qué metodologías de cuantificación deben utilizarse o pueden ser necesarias.

Por desgracia, los datos climáticos actuales de las empresas suelen ser incoherentes y, en la mayoría de los casos, incompletos. Cuando los datos reales sobre los GHG no pueden obtenerse directamente de las contrapartes, es necesario estimarlos basándose en sustitutos como los datos de actividad o las medias del sector.

Las FSO también deben revisar los perfiles de las emisiones financiadas de los clientes, asociadas a las actividades de los clientes que financian, invierten, aseguran o facilitan, y mantener un registro sólido de la base de los cálculos utilizados. Sin embargo, las metodologías de cálculo son todavía relativamente incipientes. En respuesta a la demanda del sector de contar con una norma mundialmente aceptada para la contabilidad de los GHG, la Asociación para la Contabilidad del Carbono en el Sector Financiero (PCAF, por sus siglas en inglés) ha desarrollado recientemente una norma para el cálculo de las emisiones financiadas que abarca seis clases de activos. Además, el esfuerzo colectivo de las FSO a través de las respectivas alianzas de servicios financieros de cero neto convocadas por la ONU ha contribuido a crear un impulso conjunto en la elaboración de nuevas metodologías. Sin embargo, aún quedan brechas que habrá que abordar en el futuro.

Desafío: las vías de descarbonización creíbles deben estar ancladas en la ciencia del clima

Las organizaciones de la sociedad civil disponen de una serie de escenarios climáticos de referencia y vías de transición. Sin embargo, su naturaleza prospectiva significa que cada uno de ellos se basa en un conjunto de supuestos sobre cómo se desarrollará la dinámica económica, social y medioambiental subyacente en los próximos años. Las FSO tienen que elegir entre una serie de enfoques impulsados por la industria y por la propia empresa. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y limitaciones, y puede ser difícil saber qué metodología es la más pertinente para cada portafolio o libro de préstamos, y cuál proporcionará la mayor comparabilidad posible entre las contrapartes.

Para mostrar su liderazgo, las FSO deben considerar la posibilidad de alinear sus objetivos con las metas del Acuerdo de París, utilizando la ciencia climática más reciente para garantizar una ambición suficiente. La mejor práctica es utilizar metodologías como la iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés) cuando sea posible y apoyar la descarbonización de las industrias intensivas en emisiones, así como la expansión de las soluciones climáticas. Sin embargo, la mayoría de las metodologías están aún en evolución y suelen ser aplicables a una gama limitada de instituciones financieras, en función de sus actividades y clases de activos. El SBTi, por ejemplo, se está perfeccionando y ampliando con una versión 2.0 que se espera que se publique a finales de este año.

Desafío: la estrategia es vital, pero representa un difícil acto de equilibrio

Selección de las palancas de descarbonización – cambios específicos en la forma en que los organismos de financiación eligen las empresas, las actividades y los activos que desean financiar, invertir o asegurar – es el quid de una estrategia cero neto eficaz. Sin embargo, identificar un número suficiente de esas palancas, y aplicarlas de forma suficientemente coordinada, es un gran desafío, incluso para las empresas más ambiciosas, e implica decisiones difíciles. No hay ningún atajo para lograr las emisiones cero neto.

Hay varias razones por las que la selección de las palancas adecuadas es un desafío. Una de ellas es la importancia vital de lograr reducciones sustanciales y tangibles de las emisiones en la década actual. Otra es la necesidad de ir más allá de la simple desinversión; los FSO sólo permitirán la descarbonización en la economía real si se comprometen con las contrapartes a apoyar su transición hacia unas emisiones más bajas. Un tercer desafío proviene de la necesidad de aumentar rápidamente el flujo de capital hacia los clientes y las actividades que ofrecen soluciones climáticas. Por último, las FSO deben equilibrar los objetivos de cero neto con otros objetivos de desarrollo sostenible y una apreciación de factores sociales, económicos y políticos más amplios. Si los esfuerzos de descarbonización perjudican a la sociedad o a la prosperidad, no contarán con el apoyo público o político.

La necesidad de apoyo y compromiso significa que la comunicación también es un elemento crucial de las estrategias exitosas. Para que las FSO generen confianza y aceptación entre las partes interesadas, deben encontrar una forma clara de comunicar las estrategias de descarbonización, y el pensamiento que las sustenta, a sus propios inversores, clientes y socios clave.

Desafío: la divulgación evoluciona rápidamente, pero la convergencia es mucho más lenta

Los organismos públicos y reguladores de todo el mundo están trabajando para desarrollar marcos sólidos de información no financiera. Esto incluye un conjunto de requisitos emergentes en torno a los planes de transición, que se han convertido en un componente básico de las orientaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera Relacionada con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés). Los reguladores, como la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido, están señalando ahora su intención de remitirse a esas orientaciones al evaluar si la información financiera relacionada con el clima de las empresas es coherente con las recomendaciones del TCFD. Por su parte, la Unión Europea, en su afán por reforzar sus credenciales en materia de finanzas verdes, tiene previsto exigir a todas las grandes empresas planes de transición que incluyan objetivos a corto plazo e informes sobre los progresos realizados.

La transparencia es vital para lograr resultados cero neto, por lo que todas las iniciativas son bienvenidas. Pero aunque la alineación está mejorando, la verdadera armonización no ha hecho más que empezar. Las normas siguen multiplicándose; los marcos están aún en desarrollo, las interpretaciones varían y las incoherencias están muy extendidas. En algunos países, son las fuerzas del mercado y no la normativa las que impulsan el cambio. Muchos marcos emergentes tampoco se adaptan a los mercados menos maduros. Estas limitaciones plantean enormes desafíos a los organismos de financiación, que valoran los datos creíbles como base para la toma de decisiones.

Además, la importancia de una divulgación clara es transversal en ambos sentidos. Las propias FSO deben ser capaces de comunicar sus avances en materia de descarbonización a los inversores y otras partes interesadas de la forma más transparente posible. Por ahora, sin embargo, seguimos estando muy lejos de que los informes relacionados con el clima sean tan fiables o utilizables como la información de los estados financieros básicos.

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Capítulo 3

Los viajes a cero neto dependen de cuatro pasos clave

Un marco eficaz permite a las empresas reducir las emisiones y comprometerse con los stakeholders.

Para las FSO, la necesidad de transformar sus propias actividades al mismo tiempo que guían a toda la economía hacia una nueva base resulta desalentadora. Sobre todo porque el trabajo debe comenzar inmediatamente. Los CEO tienen que "construir el automóvil mientras lo conducen".

A pesar de los desafíos a los que se enfrentan, hay cuatro pasos muy prácticos que las empresas pueden utilizar para construir planes de descarbonización creíbles. El objetivo general es construir un marco que permita a las FSO medir, controlar y reducir sus emisiones, y comunicar los progresos a los stakeholders. Para tener éxito, estas cuatro etapas deben estar respaldadas por un conjunto de principios de diseño pragmáticos.

En la organización global EY llamamos a esto un marco de descarbonización: un enfoque que alinea los pasos prácticos con la ciencia del clima, lo que permite a las FSO reunir los bloques de construcción de una planificación de transición creíble. Los planes de descarbonización creíbles permiten a las empresas generar confianza en sus objetivos de cero neto, y proporcionar a los stakeholders una justificación clara de cómo los van a alcanzar y articular cómo están protegiendo y creando valor. También pueden ayudar a los gobiernos, a los accionistas y a los clientes a entender los vacíos actuales y potenciales de financiación, y a formular las respuestas adecuadas.

Etapa 1 – Comprender tus emisiones actuales

Las FSO tienen un profundo conocimiento de sus balances y cuentas de resultados. A medida que se familiarizan con sus otras emisiones de alcance 1, 2 y 3, las empresas deben aplicar sus conocimientos financieros para trazar un mapa de sus actuales emisiones financiadas de alcance 3, el primer paso para cumplir sus compromisos de cero neto.

Las estructuras y los balances de las organizaciones de la sociedad civil son complejos, por lo que es importante definir exactamente los límites de la propiedad de las emisiones entre las diferentes actividades y sectores. La participación de las unidades de negocio en este proceso es fundamental para lograr el compromiso y la aceptación de los stakeholders. Una vez identificados los límites, es vital comprender la aplicabilidad de las metodologías reales, estimadas y aproximadas, así como sus requisitos de datos asociados. Establecer los principios de la contabilidad del carbono por adelantado ayudará a determinar qué datos pueden recopilarse de las contrapartes, cuáles deben estimarse y – si se necesitan sustitutos – qué metodología utilizar. Estos datos pueden aprovecharse de las normas del PCAF y de los programas de trabajo en curso de las alianzas de servicios financieros de cero neto afiliadas a Race to Zero.

La documentación y la gobernanza también son clave y estarán sujetas a un futuro escrutinio, especialmente cuando las decisiones conduzcan a un cambio absoluto en las emisiones. Las FSO deben hacer un balance del perfil de emisiones financiado de cada cliente y mantener un registro completo de las metodologías de cálculo utilizadas.

Las entradas de datos y su disponibilidad siguen siendo objeto de un acalorado debate. Los equipos de EY han evaluado a más de 150 proveedores de datos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en relación con los requisitos de información existentes. Incluso en el ámbito de la contabilidad del carbono, las FSO pueden elegir entre múltiples proveedores. Las empresas tienen que establecer unos barandas de seguridad claras para evaluar a los proveedores de datos, demostrando que los seleccionados se adaptan a la naturaleza del negocio y han sido evaluados a fondo.

Etapa 2 – Desarrolla tu ambición y objetivos de descarbonización

La capacidad de vincular directamente los objetivos de reducción cero neto con las ambiciones de la junta directiva y los compromisos más amplios de las empresas en materia de ESG es fundamental para una planificación creíble de la transición. Los objetivos cero neto también deben fluir a través de la organización y estar representados en todas las prioridades estratégicas desde una perspectiva funcional (por ejemplo, riesgo y finanzas) y empresarial. Los stakeholders clave deben tener claros los riesgos que se gestionan, pero también las oportunidades asociadas a una planificación de la transición creíble, centrada en:

  • Nuevos productos y servicios que incentivan el comportamiento ecológico
  • Ofertas diferenciadas entre ofertas y segmentos de clientes
  • Impulsar el compromiso de los inversores demostrando el impacto en la economía real
  • Mayor creación de valor para todos los stakeholders

Para que todo esto sea posible, las estructuras de gobierno, desde el CEO hacia abajo, deben ser claras y transparentes. Para lograr un cambio real en la organización, los responsables deben establecer medidas y KPI que impulsen los resultados. En las principales empresas de servicios financieros, estos parámetros estarán vinculados a las estructuras de remuneración.

Al mismo tiempo, los organismos de financiación deben aceptar que están fijando objetivos que no están totalmente bajo su control. Pueden decidir dónde y cómo proporcionar financiación, pero no pueden influir directamente en las acciones de los gobiernos y los consumidores ni en el ritmo de la innovación. Las FSO deben tener claras sus hipótesis sobre la evolución futura de la política, la tecnología y el comportamiento del público, sin dejar de centrarse en su propio papel como facilitadores de las transiciones de los clientes.

Estas consideraciones hacen que sea esencial que las vías de descarbonización estén directamente relacionadas con la ciencia del clima. Para mostrar su liderazgo, las FSO deberían considerar la posibilidad de adherirse al SBTi. Esto permitirá a las empresas centrarse en el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones financiados a medio plazo (2025 y 2030) y a largo plazo (2050) alineados con la vía de transición elegida, entre otros:

  • Objetivos descendentes (es decir, a nivel de portafolio o libro de préstamos)
  • Objetivos sectoriales y subsectoriales
  • Objetivos de clase de activos o de nivel de actividad
  • Financiación verde u objetivos de inversión

Etapa 3 – Diseña e implementa tu estrategia de descarbonización

El establecimiento de una estrategia eficaz de descarbonización debe comenzar con la evaluación por parte de las FSO de la idoneidad de los posibles enfoques de descarbonización para todas las actividades de su portafolio. Las empresas deben recopilar una larga lista de posibles palancas de las que tirar en diferentes unidades de negocio, sectores o clases de activos, agrupadas en tres categorías:

  1. ¿Dónde puede participar la institución? Mediante el asesoramiento, la defensa y la gestión de las inversiones, o favoreciendo los usos del capital o los seguros con bajas emisiones en lugar de las actividades con altas emisiones
  2. ¿Dónde puede la institución tomar decisiones de exclusión? Mediante la desinversión, o la retirada de la financiación, el asesoramiento o los seguros
  3. ¿Dónde puede la institución ampliar las soluciones climáticas? Por ejemplo, aumentando la provisión de financiación verde, inversiones verdes o seguros verdes

Las posibles acciones identificadas deben priorizarse en función de su impacto en las emisiones, el riesgo, los costos y las relaciones con los clientes. Esto permitirá a los organismos de normalización generar una lista de medidas viables.

A continuación, hay que calcular y evaluar el impacto de esas palancas en relación con los objetivos a corto y medio plazo establecidos en el plan de descarbonización. La aplicación de las palancas, el seguimiento de sus efectos y su posterior reiteración deben gestionarse dentro de la gobernanza y los marcos establecidos por la FSO. Esto conducirá en última instancia a la publicación de una política de descarbonización que incluya la postura de cada empresa sobre las opciones de compromiso y participación, y que revele criterios explícitos para la financiación, las inversiones o los seguros "verdes".

Etapa 4 – Comunica tu rendimiento

La comunicación y la presentación de informes eficaces son fundamentales para que las FSO convenzan a los stakeholders de la credibilidad de sus estrategias de descarbonización. La Iniciativa de Vías de Transición (TPI, por sus siglas en inglés) tiene en cuenta dos factores a la hora de evaluar la gestión de las emisiones y la presentación de informes de una empresa:

  • Calidad de la gestión (procesos): Se refiere a la gestión de las emisiones de GHG y sus riesgos y oportunidades relacionados, así como a la calidad de los objetivos de una empresa.
  • Rendimiento de las emisiones (resultados): Describe la exposición de una FSO a los activos alineados con los objetivos nacionales e internacionales, incluido el Acuerdo de París, en relación con las trayectorias individuales del sector.

La calidad de la gestión y el rendimiento de las emisiones se consideran por separado porque la investigación muestra que la relación entre ambos no es necesariamente lineal. Esto es especialmente cierto en los servicios financieros, dada la limitada disponibilidad de datos fiables sobre las emisiones financiadas. Esperamos que la calidad de la gestión mejore rápidamente en el caso de las FSO, y que las mejoras resultantes en el rendimiento de las emisiones se produzcan más lentamente.

Por el contrario, la calidad y la transparencia de los informes de descarbonización de las FSO suele aumentar en consonancia con las mejoras en la calidad de la gestión. La evaluación comparativa del sector desempeña un papel fundamental a la hora de evaluar el rendimiento de las emisiones, y a menudo se basa exclusivamente en la información divulgada. En 2020, EY ayudó a Climate Action 100+ a desarrollar un marco inicial para capturar y estructurar los datos necesarios para medir el rendimiento de las empresas en la transición climática. El marco identifica los indicadores clave de los informes de las empresas, alineados con la metodología del TPI para evaluar la información pública.

En términos más generales, las FSO pueden generar confianza en torno a su capacidad para reducir las emisiones enmarcando sus informes de rendimiento en un esfuerzo de comunicación más amplio con los stakeholders, en el que se exponga su estrategia de descarbonización, su justificación y su impacto resultante en el mundo real.

Avanzar

A pesar del ritmo acelerado de la descarbonización, las tasas actuales de cambio no serán suficientes para que muchos FSO alcancen sus objetivos de cero emisiones netas, y mucho menos para mantener el cambio climático dentro de límites aceptables. Las vías creíbles basadas en la ciencia brindan a las empresas un mecanismo para alcanzar los objetivos de descarbonización que decidan establecer, y para generar la aceptación de este enfoque por parte de las partes interesadas. Los FSO pueden reducir sus emisiones a través de las cuatro etapas iterativas descritas anteriormente:

  • Comprender las emisiones actuales financiadas
  • Desarrollar la ambición y los objetivos de descarbonización
  • Diseñar y aplicar una o varias estrategias de descarbonización
  • Comunicar los resultados y la estrategia de descarbonización

Para que este enfoque funcione, las FSO deben respaldar sus esfuerzos con la cultura y la mentalidad adecuadas. Un fuerte sentido de propósito compartido es clave para crear y mantener el impulso, al igual que la voluntad de seguir adelante con los esfuerzos de descarbonización a pesar de los muchos desafíos que esto plantea. Por lo tanto, los componentes de una planificación de la transición creíble deben estar respaldados por algunos principios de diseño pragmáticos:

  • Actúa con rapidez: no esperes a tener información perfecta ni hagas planes a 30 años. Establece objetivos a corto plazo y revisa los planes continuamente a medida que evolucionan los datos y las normas.
  • Apunta a ganancias reales: apunta a una reducción de emisiones en el mundo real, no sólo a una mejora del balance.
  • Sigue la jerarquía de mitigación: evita el uso de compensaciones de emisiones para lograr la reducción de los objetivos de emisiones.
  • Demuestra responsabilidad: establece objetivos que logren una cuota justa de reducción de emisiones, teniendo en cuenta el tamaño y el historial de cada FSO.
  • Garantiza la justicia: logra cero neto de una manera justa e inclusiva que no deje a nadie atrás.
  • Sé transparente: comunica honesta y claramente la necesidad de un enfoque de "mejores esfuerzos" para un panorama que evoluciona rápidamente.
  • Crea comparabilidad y auditabilidad: crea un marco tecnológico y de datos sólido que permita a las organizaciones capturar datos de alta calidad a lo largo del tiempo.

Cero neto no es el destino final en la lucha contra el cambio climático. Aun así, representa un objetivo importante en el largo camino para mantener nuestro planeta habitable, y un objetivo con el que muchas organizaciones de la sociedad civil se han comprometido. Los planes de descarbonización creíbles proporcionan un mapa que guiará a las FSO hacia ese objetivo. Pero un mapa por sí solo no hace el viaje. Las FSO también deben identificar los obstáculos a los que se enfrentarán, los recursos que necesitarán a lo largo del camino y las formas nuevas e innovadoras de construir los caminos que permitirán completar el viaje.

Resumen

Las instituciones financieras están fijando objetivos ambiciosos para eliminar no sólo sus propias emisiones, sino también las asociadas a las actividades de sus clientes. Los planes de descarbonización creíbles son cruciales para hacer realidad estas aspiraciones. Permiten a las instituciones financieras establecer objetivos de reducción de emisiones con base científica; ampliar las soluciones climáticas; y generar confianza e impulso entre clientes, reguladores, inversores y gobiernos. Las empresas pueden seguir cuatro pasos prácticos, respaldados por principios de diseño pragmáticos, para elaborar planes de descarbonización líderes en el mercado y trazar su camino hacia cero neto.

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