La inversión privada en tiempos de pandemia

Esta publicación es parte de la Revista Execution.

Las oportunidades de inversión también aparecen en coyunturas poco favorables, por lo que podremos ver una oleada de fusiones y adquisiciones.

La coyuntura por la que está atravesando actualmente el mundo no tiene precedentes. La pandemia ocasionada por el COVID-19 ha generado una crisis sanitaria global que ha dado origen a una crisis económica y social como la que no se vivía desde la Gran Depresión de 1929. Sin embargo, a diferencia de crisis económicas previas, la crisis actual tiene el reto adicional de volver a encender el motor de una economía que en muchos lugares ha estado casi paralizada como consecuencia de cuarentenas extendidas. El relanzamiento de la economía de los países que optaron por la cuarentena como mecanismo de contención de la pandemia tiene además el reto de lograr un difícil equilibrio entre reactivar la economía y cuidar la salud de la población. Una reactivación gradual de la economía, que parece ser el esquema preferido de la mayoría de los países saliendo de la cuarentena, aunada a un cambio en el comportamiento de los consumidores, llevará a que muchas industrias deban transformarse para adecuarse a la “nueva normalidad” y a las empresas reinventarse para mantenerse vigentes en este nuevo entorno. La volatilidad reinante en los mercados y la incertidumbre con relación a la velocidad del cambio y cómo será la “nueva normalidad”, hacen aún más complejo este esfuerzo de transformación empresarial.
La volatilidad reinante en los mercados y la incertidumbre con relación a la velocidad del cambio y cómo será la “nueva normalidad”, hacen aún más complejo este esfuerzo de transformación empresarial.

¿Cambios?

Como en toda transición donde pasamos a un nuevo modelo de negocio, habrá ganadores y perdedores a lo largo del proceso. Sectores como salud, biotecnología, telecomunicaciones, e-learning y el comercio on-line, aparecen como algunos de los grandes ganadores en el corto plazo. Por el contrario, industrias como la hotelería, aviación y entretenimiento en vivo como conciertos y eventos deportivos, aparecen entre los negocios más afectados actualmente. Sin embargo, independientemente del sector en que se encuentren, la capacidad de las empresas de responder con agilidad a los cambios en los hábitos y preferencias de los consumidores mientras se adaptan a los nuevos protocolos sanitarios será lo que les permita adaptar su modelo de negocio al nuevo entorno y crear ventajas competitivas de largo plazo durante la transición.

Desde la perspectiva de los consumidores, las preferencias han cambiado y vemos que emergen nuevas tendencias de consumo que impactan a diversas industrias transversalmente. El teletrabajo como respuesta empresarial al confinamiento obligatorio, un mayor uso de los canales de comercio on-line para el abastecimiento de alimentos, la banca digital como alternativa al acudir a una agencia bancaria, la “aparición” de la telemedicina para resolver problemas de salud menores y el auge de la educación virtual, son solo algunas de las nuevas tendencias nacidas en medio de la crisis.

Como respuesta a los cambios en los hábitos de consumo de sus clientes y atendiendo a los nuevos protocolos sanitarios, las empresas también han buscado adaptarse al nuevo entorno de negocios. Inicialmente el foco era salvaguardar la salud de los empleados, buscar la continuidad del negocio y preservar la liquidez financiera. Posteriormente hemos apreciado que muchas empresas han orientado sus esfuerzos a la búsqueda de una mayor automatización de los procesos productivos, a la transformación digital de sus negocios y a un mejor control de los riesgos buscando garantizar la continuidad de sus operaciones. Asimismo, sobre la base de lo ocurrido en crisis anteriores, anticipamos el inicio de un proceso de consolidación industrial a través de fusiones y adquisiciones que abarcará a diversos sectores y tendrá un alcance global. Este proceso de consolidación debería iniciarse tan pronto los inversores perciban una mejora en el ambiente de negocios y sobre todo, haya una mayor predictibilidad en la marcha de la economía. Muchos inversores están en una actitud de “wait and see” e incluso se han venido preparando para aprovechar oportunidades de adquisición. Es así como en mercados más desarrollados, los fondos de inversión especializados en restructuraciones han venido levantando capital y están a la expectativa para salir al mercado a la búsqueda de oportunidades de adquisición.

Muchos inversores están en una actitud de “wait and see” e incluso se han venido preparando para aprovechar oportunidades de adquisición. Es así como en mercados más desarrollados, los fondos de inversión especializados en restructuraciones han venido levantando capital y están a la expectativa para salir al mercado a la búsqueda de oportunidades de adquisición.

¿Oportunidades coyunturales?

La anticipada ola de fusiones y adquisiciones resulta principalmente de la necesidad de algunas empresas de fortalecerse patrimonialmente como consecuencia de la crisis financiera ocasionada por el COVID-19. Mientras, en la vereda de enfrente, hay otras que buscan realizar adquisiciones para atender sus planes de expansión geográfica, ganar participación de mercado o incursionar a nuevos servicios/productos para adaptarse a la reconfiguración de su industria. Estas transacciones pueden responder a la ejecución de un elaborado plan de negocios, a la compra “oportunista” de una empresa en situación de estrés financiero o como mecanismo de defensa buscando asegurar la supervivencia del negocio en este escenario complejo. Localmente, también será un elemento gatillador -de procesos de estrategia y transacciones- la próxima entrada en vigor de la ley de control previo de estrategia y transacciones en el 2021.

La anticipada ola de fusiones y adquisiciones resulta principalmente de la necesidad de fortalecerse patrimonialmente o para atender planes de expansión, ganar participación de mercado o incursionar en nuevos servicios/productos para adaptarse a la reconfiguración de la industria.

La edición más reciente del Barómetro de la Confianza de la Inversión que EY publica dos veces al año con la colaboración de Euromoney, resalta que los empresarios peruanos mantienen su apetito por realizar operaciones de fusiones y adquisiciones, tanto para expandir el negocio actual como para realizar cambios transformacionales. La encuesta se realizó hasta iniciada la pandemia, aunque probablemente no recoge todo el efecto negativo de la misma, y ya muestra una tendencia a rebalancear los portafolios de inversión, buscar adquisiciones que permitan incorporar nuevas tecnologías y la búsqueda de activos que faciliten cambios transformacionales en el negocio actual. Asimismo, mayor celeridad en la velocidad de la automatización, mejora de la cadena global de suministros y la transformación digital son temas identificados como de atención urgente como consecuencia de la pandemia.

A nivel global, se anticipa que sectores como el retail, productos de consumo, energía y materiales de construcción verán actividad importante de estrategia y transacciones en el segundo semestre del año. Empresas vinculadas a los sectores de tecnología, biotecnología y cuidado de la salud han estado muy activas levantando financiamiento en los mercados de deuda y capitales para financiar planes de expansión y/o adquisiciones. A nivel local, veremos que algunas transacciones que se pararon ante la llegada de la pandemia deberían continuar y llegar a un cierre exitoso en los próximos meses. Empresas corporativas líderes en el mercado local y fondos de inversión con presencia en el país deberían ser quienes lideren el proceso de consolidación post-COVID. Asimismo, en esta coyuntura se presenta una oportunidad inmejorable para la llegada al Perú de empresas globales o regionales a la búsqueda de nuevos mercados.

Tenemos una visión clara de las preguntas críticas y las nuevas respuestas necesarias. Accede a nuestra ayuda para la gestión de crisis, la continuidad del negocio y la resiliencia de la empresa.

Resumen

Una reactivación gradual de la economía, parece ser el esquema preferido de la mayoría de los países saliendo de la cuarentena, aunada a un cambio en el comportamiento de los consumidores, llevará a que muchas industrias deban transformarse para adecuarse a la “nueva normalidad” y a las empresas reinventarse para mantenerse vigentes en este nuevo entorno. Donde una oleada de fusiones y adquisiciones se muestran como una oportunidad para fortalecer patrimonialmente a sus empresas o como parte de un elaborado plan de negocios.

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