Metaverso: ¿revolución tecnológica o una evolución de internet?

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Para muchos el metaverso no es otra cosa más que el siguiente paso en nuestra interacción de usuarios con la internet, y las principales marcas ya están ahí.

A nivel global, el Metaverso tocó su punto más alto como novedad el 28 de octubre de 2021, fecha en la que Facebook anunció su cambio de nombre a Meta y presentó todo lo que preveía a futuro. Y aunque aún no existe una definición consensuada sobre el metaverso, de acuerdo con Nicola Morini, EY Global Chief Technology Officer, el metaverso se refiere a un mundo virtual compartido, constante -porque no tiene fin, ni puede ser pausado o reiniciado- y tridimensional donde las personas interactúan con los objetos, el entorno y entre sí a través de representaciones digitales de sí mismos o avatares.

Esta nueva era inmersiva podría generar cambios en el enfoque de las empresas en materia de experiencia del cliente, desarrollo de productos e innovación. De hecho, según el estudio EY Future Consumer Index, un pequeño pero creciente grupo de consumidores está interesado en explorar la tecnología emergente y las plataformas digitales. Al menos uno de cada diez consumidores (14%) afirmó haber utilizado monedas digitales, haber experimentado en el metaverso o haber comprado un producto virtual.

400 millones

Es el número mensual de usuarios activos únicos en el metaverso en el 2022.


Fuente: Metaversed

25% 

de las personas pasará al menos una hora al día en el metaverso para el 2026, ya sea para trabajar, comprar, educarse, socializar y/ entretenerse.

Fuente: Gartner

Asimismo, una encuesta de Ipsos realizada para el Foro Económico Mundial revela que el 62% de los peruanos están familiarizados con términos como metaverso y realidad aumentada. Y el 74% de consultados afirmó tener sentimientos positivos respecto a involucrarse con estas tecnologías.

Todo suena muy bien, la buena predisposición de los usuarios por ingresar a este “mundo virtual” -siendo claramente la audiencia más joven la de mayor actividad-, el mercado en crecimiento, sus formas de uso, pero ¿cómo se desarrolla el metaverso? La respuesta a este cuestionamiento es lo que se pretende abordar a lo largo de este artículo. Para ello, conviene iniciar conociendo la estructura y algunas herramientas útiles para el metaverso.

Las 7 capas del metaverso

Fuente: EY Analysis, The Seven Layers of the Metaverse- Jon Radoff, CEO of Beamable

NFT:

Los tokens no fungibles son activos digitales certificados por la tecnología de blockchain con códigos de identificación y metadatos únicos que los distinguen entre sí. De ese modo, los NFTs son utilizados en el metaverso para representar la propiedad de los activos y monetizar los contenidos.

Y aunque para muchos el metaverso no es otra cosa más que el siguiente paso en nuestra interacción de usuarios con la internet, pasando de la web 1 (consumidores de contenido), la web 2 (creadores de contenido) y web 3 (dueños de nuestro propio contenido), donde recae el potencial del metaverso. Lo cierto es que esta mayor interacción se está dando a gran velocidad y escala, y no solo por los consumidores, sino también por las empresas que ya vienen apostando por ella, tal como se muestra a continuación. 

Soy increíblemente optimista sobre el espacio. Estamos en las primeras etapas de la formación del Metaverso, pero está sucediendo rápidamente gracias a la pandemia. El Metaverso será más grande que Facebook, más inmersivo que Youtube y más rentable que Amazon

¿Quiénes se están moviendo en el metaverso?


EY: Lanzó el EYverse, el metaverso de EY en donde están representados todos los sectores e industrias. En este, por ejemplo, se puede crear un gemelo digital de la fábrica de alguna empresa y explorar nuevas alternativas para mejorar la eficiencia operativa de la fábrica en el espacio virtual sin tener que hacer cambios costosos en la fábrica real.


Como se puede advertir, muchas compañías ya están experimentando y poniendo en marcha sus propios espacios virtuales. Más allá del rubro retail, en donde marcas como Adidas están produciendo ropa y accesorios con tokens no fungibles, o marcas de lujo como Givenchy que presentó en Roblox su “Casa de Belleza de Givenchy”, en donde los usuarios pueden acceder a estaciones de maquillaje virtuales.

O en el rubro entretenimiento en donde ya se están dando conciertos en el Metaverso, como el de Ariana Grande, quién realizó una gira en la plataforma Fortnite en octubre de 2021, que reunió a 78 millones de usuarios aproximadamente; existen otros sectores que están apostando por este universo inmersivo.

Como Nvidia, que lanzó “Nvidia Omniverse”, una simulación de un mundo virtual y plataforma de colaboración para flujos de trabajo en 3D, a través del uso de los gráficos fundamentales de NVIDIA, tecnologías de simulación e Inteligencia Artificial.

En este omniverso se puede crear desde personajes tridimensionales hasta digital twins, lo que permite que las empresas creen réplicas virtuales de productos, procesos o entornos, todo esto sincronizado constantemente con las entradas de datos del mundo real y habilitado por la IA. 

De igual manera, Hyundai lanzó “Hyundai Mobility Adventure", su propio metaverso en la plataforma Roblox en donde los usuarios, a través de avatares, pueden comunicarse y experimentar los nuevos productos de la marca, así como participar de diversas actividades sociales o replicar las experiencias de ingenieros y diseñadores automotrices. 

Asimismo, la casa de subastas Sotheby’s, lanzó “Sotheby’s Metaverse”, en donde artistas, coleccionistas y usuarios en general pueden vender, comprar y ver algunas de las artes NFT más prestigiosas.

La otra cara de la moneda

El metaverso, como un nuevo espacio de interacción, puede generar ciertos riesgos relacionados a protección de datos o delitos de suplantación de identidad. Es fundamental que existan mecanismos para validar la identidad o edad de las personas, así como mecanismos para actuar frente a controversias que surjan en este escenario virtual, tal como el caso de que alguien vulnerara la identidad digital representada en el avatar de otro para transferir los activos digitales de su cuenta (ej: criptomonedas), entre otros. 

Son cuestiones importantes de resolver, ya que para el 2026 se estima que el 25% de las personas pasarán al menos una hora al día en el metaverso para trabajar, comprar, educar, socializar y/o entretenerse, según Gartner. A partir de dichas actividades, se puede advertir la gestión e intercambio de datos en gran magnitud en busca de experiencias más personalizadas, pues de acuerdo con el estudio EY Future Consumer Index, el 66% de encuestados estaría dispuesto a compartir datos personales para contar con una experiencia online personalizada.

Según el EY Future Consumer Index
compartirá datos personales para contar con una experiencia online personalizada.

Pero, los temas mencionados no son los únicos retos a considerar, también existen implicancias en materia fiscal, legal y tributaria. Por ejemplo, tomando el caso de Decentraland que permite a los clientes comprar paquetes de bienes raíces virtuales utilizando un token de criptomoneda, y en donde en 2021 se vendió un terreno virtual en el metaverso por 2.43 millones de dólares; podemos cuestionar:

¿Qué derecho se adquiere al comprar un terreno virtual en el metaverso? ¿Cuáles son las normas de propiedad aplicables si es que no existe normativa que regule específicamente las adquisiciones en el metaverso?

Los activos digitales, como criptomonedas, tokens digitales y tokens no fungibles que se utilizan dentro del metaverso evitan el uso de intermediarios y mecanismos convencionales de declaración de impuestos operativos, lo que representa un desafío para los equipos de impuestos.

Entre ellos, el establecer qué jurisdicciones tienen derecho a las transacciones digitales fiscales, así como el tratamiento fiscal de las criptomonedas para las compras de activos digitales. O en el caso de la compra de un gráfico de bienes raíces utilizando criptomonedas, ¿cómo establecer si esta transacción debe estar sujeta al IVA? 

Ante este escenario, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se encuentra trabajando en un marco común de impuestos sobre criptomonedas en un esfuerzo por establecer un consenso entre las jurisdicciones. Sin embargo, y a la par, distintos países individualmente siguen clasificando activos de diferentes maneras y aplicando diferentes tratamientos fiscales a las transacciones. 

El valor actual del metaverso está cifrado en
Según Bloomberg Intelligence

La economía del metaverso se proyecta a ser una economía potencialmente sólida. Un informe de Bloomberg Intelligence cifra en 500,000 millones de dólares el valor del metaverso, y estima que alcanzará los 2.5 billones para 2030.

En ese sentido, la adopción de nuevas formas de productos, bienes y servicios digitales presenta nuevas oportunidades para las empresas y usuarios, pero con ello también se presentan nuevos desafíos. 

Por ello, no solo es importante el avance de la tecnología, sino que el diverso marco normativo aplicable, entre ellos, el de datos personales, por ejemplo, puedan actualizarse en múltiples aspectos para seguirle el paso al desarrollo del metaverso. Del mismo modo, también será relevante que las empresas encuentren la manera de ofrecer experiencias confiables a los clientes. 

Resumen

Se estima que para el 2026, el 25% de la población pasará al menos una hora al día en el Metaverso. Un espacio en el que mensualmente hay tantos usuarios activos como casi toda la población de Sudamérica (400 millones de usuarios). Una tendencia que para muchos no es otra cosa más que el siguiente paso en nuestra interacción de usuarios con la internet, y para otros el Metaverso será más grande que Facebook, más inmersivo que YouTube y más rentable que Amazon. Lo cierto es que ya muchas empresas están apostando por ser parte de este “universo digital” que promete mucho pero también abre la puerta a nuevos riesgos, temas fiscales, legales y tributarios.

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