Por último y con relación al impacto de esta situación en los mercados de divisas, la incertidumbre sigue beneficiando la posición del dólar USA en los mercados. Las expectativas existentes a finales del 2023 sobre un inminente recorte de tipos de interés en EEUU provoco perdidas generalizadas en la divisa norteamericana que le llevaron a cotizar niveles cercanos a 1,1150 por euro desde los máximos cercanos a 1,0500 tres meses antes. Transcurrido un mes del 2024 y ante las menores presiones bajistas en los tipos de interés y el aumento de factores geopolíticos a tener en cuenta en los mercados, la divisa norteamericana recupera posiciones hasta niveles cercanos a 1,0850 USD/EUR. Para el más corto plazo seguiremos atentos a las reuniones de los bancos centrales y a la evolución de los acontecimientos. La continuidad del problemático entorno actual no permite a los operadores ser muy bajistas para con el dólar USA, situándose el consenso para los próximos meses dentro de un rango delimitado por 1,0650 – 1,1250 USD/EUR, anticipando posibles cesiones de cara a fin de año en el entorno de 1,1200 – 1,1500.
En relación con el resto de las divisas, hay que destacar la debilidad del CNY ante la negativa evolución de la economía china y la ausencia de reformas económicas y estructurales que les permita salir de la crisis económica que les ha causado el COVID. No parece que esta divisa vaya a recuperar posiciones hasta que se tomen las medidas oportunas. La GBP se mantiene en máximos anuales cercanos a 0,8575 por EUR beneficiándose de su elevada inflación que también pospone cualquier decisión a la baja de sus tipos de interés, hoy en día al 5,25%. El yen japones cotiza niveles mínimos no vistos desde 1990 al ser el único país que, con inflación positiva cercana al 3%, mantiene su tipo de interés oficial en el -0,1%. Con relación a las divisas LATAM, el peso argentino mantiene su constante depreciación ante la falta de reservas y la quiebra de su economía. El peso mejicano y el real brasileño se siguen beneficiando del alto nivel de sus tipos de interés en el 11,25% y 11,75% respectivamente. La posibilidad de que estos tipos bajen también podría provocar futuras cesiones en estas divisas.
Como conclusión y a la expectativa de ver cómo evolucionan los acontecimientos y cuáles van a ser las decisiones que tomen los bancos centrales en sus próximas reuniones de final de mes, podemos considerar que el ciclo económico actual se va a mantener en una fase de enfriamiento o desaceleración cuya duración podría ser hasta principios del 2025. La mayoría de los analistas no esperan que la inflación alcance el 2% hasta el año que viene. La posibilidad que los tipos de interés vayan ajustándose poco a poco a la baja es cierta, pero probablemente no alcanzarán los niveles deseados del 2% hasta bien entrado el año 2025.