Recientemente, IBM anunció el despliegue de su nuevo ordenador cuántico, el “Quantum System Two”, que contará con 156 qubits y estará operativo a finales de este año en España, concretamente en la ciudad de San Sebastián. Esta decisión estratégica no solo refuerza la posición del País Vasco como un referente global en el desarrollo de aplicaciones de computación cuántica, sino que también destaca el potencial transformador que esta tecnología tiene en ámbitos de trascendencia económica y social como el de la salud, las finanzas, la logística, la energía y la seguridad.
La computación cuántica, fundamentada en los principios de la física cuántica, promete superar las limitaciones de la computación clásica, permitiendo la resolución de problemas complejos que hasta ahora eran inabordables. Sin embargo, el acceso a estos sistemas es limitado y su desarrollo requiere inversiones significativas y una infraestructura altamente especializada, tanto en su montaje como en su conservación. La llegada de una máquina de este calibre a Euskadi representa un avance significativo para establecer la región como referente en tecnologías cuánticas en España, gracias a las inversiones, tanto públicas como privadas, en investigación, infraestructura, proyectos industriales, startups y formación en tecnologías emergentes.
Esta inversión responde al creciente interés en una tecnología que, aunque aún se encuentra en sus primeras etapas, está evolucionando rápidamente y promete tener un impacto profundo en múltiples sectores e industrias. Se anticipa que la computación cuántica no solo reducirá los tiempos de procesamiento y el consumo energético, sino que también resolverá problemas complejos que la computación clásica no puede abordar. Al combinar estas capacidades con la inteligencia artificial y la ciberseguridad, las posibilidades son infinitas.
En el ámbito de los servicios financieros, por ejemplo, la computación cuántica podría revolucionar los modelos de optimización de carteras de inversión, la detección de fraudes y la evaluación de riesgos. En el sector de la logística y el transporte, podría optimizar las rutas de entrega, la gestión de la cadena de suministro y mejorar la planificación del tráfico, todo en tiempo real y analizando millones de parámetros. En el sector energético, podría mejorar la predicción de la demanda energética y aumentar la sostenibilidad del modelo, además de optimizar las redes de distribución y facilitar el desarrollo de nuevos materiales para la generación y almacenamiento de energía. En el ámbito de la salud, las aplicaciones más prometedoras se concentran en acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos, la medicina personalizada y la simulación de procesos biológicos complejos. Por ello, muchos gobiernos y grandes empresas están invirtiendo en esta tecnológica del futuro, no solo desarrollando la tecnología en sí, sino también promoviendo su adopción en foros nacionales e internacionales.
Pero si hay un dominio donde parece que hay consenso sobre el potencial transformador de la computación cuántica es el ámbito de la seguridad. En la actualidad, gran parte de nuestra vida, nuestras comunicaciones, sistemas, aplicaciones, transacciones o datos están protegidos por algoritmos criptográficos. Estos algoritmos de cifrado basan su potencial en la dificultad de resolver ciertos problemas matemáticos por lo que la evolución de la computación cuántica es clave para la protección de los datos a largo plazo, permitiendo desarrollar nuevos métodos de cifrados o tecnologías de transmisión de claves inherentemente seguros debido a las leyes de la física cuántica. Y combinado con inteligencia artificial, se podrá acelerar más si cabe la detección de patrones y anomalías en los datos y las transacciones, lo que mejoraría la capacidad para detectar y responder a ciberataques y problemas de seguridad nacional.
A pesar de los desafíos que enfrenta la computación cuántica en esta fase temprana de su desarrollo, es crucial que las organizaciones comiencen a prepararse para su adopción. Gracias a la inversión y liderazgo del país vasco, nos estamos preparando para integrar esta tecnología dentro de nuestra industria, empresas y ecosistema. Invertir en capacitación interna, explorar casos de uso potenciales y colaborar con expertos en la materia son pasos esenciales para garantizar que las organizaciones estén bien posicionadas para aprovechar las oportunidades que ofrece la era cuántica. Aquellas organizaciones que adopten una mentalidad proactiva e innovadora y se preparen para la era cuántica estarán mejor equipadas para liderar un futuro cada vez más impulsado por la tecnología.
Por todas estas razones, como país hemos iniciado el proceso de definición de nuestra Estrategia Nacional de Tecnologías Cuánticas, lo que nos coloca a la vanguardia de Europa en el desarrollo y la implementación de estas tecnologías innovadoras.
Publicado en El Diario Vasco