Nota de Prensa
26 mar. 2025 

Las empresas ven la ESG en transformación como una palanca de competitividad, en un contexto de impulso de la soberanía estratégica europea

IV Observatorio de la Sostenibilidad Círculo de Empresarios-EY

Contacto de prensa

  • ¿Qué implica para las empresas el paquete Ómnibus, anunciado por la CE, para la transición hacia una economía sostenible?
  • Cómo garantizar que la rebaja en el umbral de empresas que deben reportar no debilite la credibilidad del sistema de finanzas sostenibles.

La aprobación del primer paquete Ómnibus por parte de la Comisión Europea para proponer la simplificación de las principales regulaciones de sostenibilidad -Directivas de Reporte (CSRD), Diligencia Debida (CSDDD), Taxonomía, y Reglamento del Mecanismo de Ajuste en Frontera por carbono (CBAM)-, así como la reacción anti ESG procedente de Estados Unidos, plantea hoy si la sostenibilidad sigue siendo una palanca de competitividad y de creación de valor para las empresas.

Este ha sido el eje central del último Observatorio de la Sostenibilidad, celebrado en Madrid por el Círculo de Empresarios y EY, bajo el título “¿Competitividad y Sostenibilidad? o ¿Competitividad y Sostenibilidad?”. En el mismo han intervenido: María Canal Fontcuberta, jefa de prensa y portavoz de la representación de la Comisión Europea en España; Miguel Gil Tertre, jefe de Gabinete Teresa Ribera, Vicepresidenta ejecutiva para una transición limpia, justa y competitiva de la Comisión Europea; Silvia Iranzo, consejera independiente de Técnicas Reunidas; Antonio Llardén, presidente de Enagás; Francisco Román, presidente del grupo de trabajo de Sostenibilidad del Círculo de Empresarios; Alberto Castilla, socio responsable de Sostenibilidad; Chus Escobar, socia responsable de Sector Público y Alberto Andreu, senior advisor de Sostenibilidad dentro de la Firma; han cerrado el acto Juan María Nin, presidente del Círculo de Empresarios y Hildur Eir Jónsdóttir, socia directora de Assurance de EY.

En el encuentro, los expertos han abordado las implicaciones para las empresas en  el proceso que se abre tras el reciente anuncio del paquete Ómnibus por parte de la Comisión Europea. María Canal Fontcuberta, jefa de prensa y portavoz de la representación de la Comisión Europea en España, subrayó que “Europa no cambia sus ambiciones en sostenibilidad; permanece fiel sus valores medioambientales que combinan crecimiento económico y cuidado del planeta. Si bien estamos en un contexto difícil con competencia feroz, guerra comercial, necesidad de asegurar nuestra defensa y aumento del gasto de la energía, es necesario recalibrar los esfuerzos para invertir en transición verde y tecnológica”. Así mismo ratificó los objetivos de descarbonización propuestos para 2030 (reducción del 55% sobre 1990), para 2040 (90%) y 2050 (Net Zero).

Por su parte, Miguel Gil Tertre, jefe de Gabinete Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva para una transición limpia, justa y competitiva de la Comisión Europea se refirió al Clean Industrial Deal, presentado también el pasado 26 de febrero, que mira una serie de dimensiones y objetivos para hacer de la descarbonización un negocio, entre ellos el precio de la energía, los costes del capital o la política comercial. También enfatizó la necesidad de que Europa abandone los combustibles fósiles como palanca de competitividad, seguridad y autonomía estratégica, reafirmando también el compromiso con los objetivos de sostenibilidad a pesar de los desafíos actuales. “Lo positivo de todo esto es que ahora mismo vemos que hay una gran oportunidad en la UE para liderar todos estos sectores que debemos aprovechar. Para ello, debemos crear un marco atractivo, de mano de obra, de seguridad jurídica, de reducción de costes de capital, y de neutralidad tecnológica en reducción de emisiones”, señaló.

Alberto Andreu, senior advisor de EY en Sostenibilidad, moderó la primera mesa y preguntó si “por el hecho de que, al haber subido los umbrales a 1.000 empleados, tanto en CSRD como en Taxonomía, se podría dificultar que los financiadores dispongan de datos suficiente para analizar riesgos y oportunidades ESG en empresas de entre 250 a 1.000 empleados”. Y se planteó “¿cómo garantizar que esto no debilite la credibilidad del sistema de finanzas sostenibles y el cambio de flujos económicos hacia proyectos sostenibles?”.

La opinión de las empresas

A pesar de la actual corriente anti ESG en países como EE.UU., el presidente de Enagás, Antonio Llardén aseguró que su posición no ha cambiado en absoluto; “somos una empresa cotizada que desde hace años tiene objetivos ESG y de descarbonización (Net Zero para 2040 y una reducción del 60% de emisiones de CO2 desde 2014) que hemos ido cumpliendo. Vemos muy satisfactoria la idea de reindustrialización en Europa y creemos que los planes de la UE se van a mantener, más si queremos lograr nuestra autonomía energética”. Así mismo, subrayó la relevancia de la seguridad de suministro y la autonomía energética de la Unión Europea, especialmente en el contexto de la transición energética y la competitividad y se destacó positivamente que la UE recalibre sus objetivos sin cambiar la dirección.

Por su parte, Silvia Iranzo, consejera independiente de Técnicas Reunidas, señaló que el acrónimo ESG incluye cosas muy diferentes y genera una confusión conceptual, por lo que, en su opinión, habría que separar estos temas. Según ella, “los costes de cumplimiento son muy elevados y señaló que, para cumplir con CSRD y CS3D, que yo he estimado en un coste mínimo de 1,2 millones de euros para una empresa mediana, por lo que Ómnibus era un clamor y se cree que se ha quedado corta con la CS3D”. También puso de manifiesto “la inseguridad jurídica en la que estaría en este momento España en esta materia al no saber, por ejemplo, cómo se va a trasponer finalmente la Directiva CSRD; o la incertidumbre de reportar según CRSR y/o Ómnibus; lo único que hay ahora es la ley 11/2018”.

En su intervención, Francisco Román, presidente del grupo de Trabajo de Sostenibilidad del Círculo de Empresarios, y moderador de esta segunda mesa, aseguró que “la empresa es un agente social de impacto, y los temas de sostenibilidad son clave. La regulación es fundamental y se anima a la preparación, destacando los temas de este observatorio: el tsunami regulatorio, el impacto financiero, la ola anti-ESG y la ola anti-ESG y la competitividad vs. Sostenibilidad.

El último turno de palabra fue para Alberto Castilla, socio responsable de Sostenibilidad de EY, reflexionó sobre los que, en su opinión, podrían ser los objetivos de Ómnibus, que podrían resumirse en tres: reducir la carga administrativa, fomentar la transparencia y dirigir recursos hacia actividades sostenibles. “Ómnibus pone el foco en reducir la carga administrativa y que ésta aplique a menos compañías, lo que nos llevaría a hacernos la siguiente pregunta: ¿podremos dirigir recursos de capital hacia actividades sostenibles si tenemos mucha información, pero de menos empresas?” Al final –concluyó- “habrá que decidir si, para facilitar la financiación e impulsar la transición sostenible, es preferible tener mucha información de pocas empresas (unas 8.000) o menos información de muchas más empresas (hasta las 55.000 previstas en la actual CSRD)”. Un contexto que “nos plantea ahora el reto de aclarar el terreno de juego para reducir de forma inteligente la información no financiera que deben reportar las empresas y que deberá ser precisa, concreta y verificable para no hacer al sector financiero responsable de falta de la misma en sus decisiones de financiación”, concluyó.

Juan María Nin, presidente del Círculo de Empresarios fue uno de los encargados de cerrar esta jornada. Nin habló de cómo se ha replanteado el propósito de la empresa en los últimos 50 años. “El gap para la competitividad es la burocracia. Centremos los problemas donde tienen que estar. La clave es la energía. No hay un país en Europa con más potencial de energía que España que tiene agua, sol y aire”, recordó.

Por último, Hildur Eir Jónsdóttir, socia responsable de Assurance de EY, dio el punto final a esta jornada en la que se puso de relieve la actual preocupación de la UE por garantizar la competitividad de Europa frente a Estados Unidos y China. Y, todo, en un momento crucial en el que es necesario asegurar nuestra autonomía estratégica, tanto en energía como en defensa, y donde la sostenibilidad y la competitividad han de cohabitar para constituirse en palancas de valor para las empresas. 

You are visiting EY es (es)
es es