A pesar del colapso de las fusiones y adquisiciones en la primera mitad del año, las operaciones realizadas en 2020 registraron su valor más alto en la segunda mitad con 2,32 billones de dólares. Además, las transacciones crecieron en un 123% entre el primer y el segundo semestre de 2020. Casi la mitad de los directivos consultados planea seguir realizando operaciones en los próximos doce meses y casi dos tercios confía en poder adquirir activos transfronterizos.
Los ejecutivos consideran las fusiones y adquisiciones como una vía para desarrollar la resiliencia en sus empresas y una forma de contrarrestar la creciente preocupación sobre aranceles y flujos comerciales, según el 26%. Además, la adquisición de tecnología, de nuevo talento, así como la capacidad para producir nuevos productos o adquirir startup innovadoras son otras de las opciones que plantea el 25% de los consultados.
Si bien la pandemia sigue siendo el problema número uno y el riesgo principal para los ejecutivos, los problemas preexistentes no se han ido, al contrario, muchos se han acelerado. Las empresas necesitan ser parte de la solución y comenzar a generar valor a largo plazo a través de un crecimiento sostenible e integrador que beneficie a todos los actores sociales.
En este sentido, la principal prioridad estratégica de los ejecutivos es mitigar el impacto a largo plazo de la desaceleración económica (22%). Tras la pandemia, el 63% planea aumentar la inversión en tecnología y capacitación digital, mientras que un 57% impulsará la inversión en su relación con el cliente.
Las empresas ahora planean no solo restaurar el rendimiento, sino también replantear el futuro para un mejor mundo pospandémico.