La aplicación de la norma también puede generar mayor volatilidad en los resultados financieros, especialmente si se compara con los enfoques contables anteriores. Esto se debe a que la NIIF 17 incorpora actualizaciones constantes de supuestos y variables, como tasas de interés y expectativas de siniestralidad. Esta mayor sensibilidad a los cambios del entorno requiere ajustes en la gestión de riesgos y en la comunicación financiera con los stakeholders, ya que los indicadores tradicionales de rentabilidad, patrimonio o solvencia pueden mostrar mayores fluctuaciones a lo largo del tiempo. El cumplimiento de la norma implica, además, la generación de nuevos informes financieros.
Las aseguradoras deben ser capaces de explicar con claridad el impacto de la NIIF 17 en sus resultados y de conciliar sus cifras con las normas locales anteriores o con los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA). Estos informes no solo deben cumplir con requerimientos técnicos, sino también facilitar la comprensión por parte de auditores, supervisores, inversionistas y otros grupos de interés.
Dada la complejidad del proceso, muchas organizaciones han optado por implementar soluciones tecnológicas específicas para la NIIF 17, que permiten automatizar cálculos, estructurar datos y generar reportes conforme a los requerimientos normativos. Estas soluciones suelen incluir componentes preconfigurados, algoritmos ajustables y capacidades de integración con los sistemas actuales, lo que reduce el riesgo de errores y acelera los tiempos de implementación.
La adopción de estas herramientas requiere también una planificación cuidadosa, capacitación al personal y un enfoque colaborativo entre las áreas de finanzas, tecnología y riesgos. La experiencia internacional y regional ha demostrado que los proyectos exitosos de adopción de la NIIF 17 combinan tres factores clave: una comprensión profunda de la norma, un enfoque integral de gestión del cambio y la incorporación de tecnología como habilitador del proceso.