¿Por qué la tecnología es clave para el CFO del siglo XXI?

La creciente sofisticación técnica está dando lugar a mayor información en tiempo real, lo que puede establecer una ventaja competitiva en función de cómo usan esos datos.

Estamos siendo testigos de cómo, de manera cada vez más intensa, la tecnología tiene un impacto crítico en la gestión de las organizaciones y en cómo afrontan sus líderes los retos futuros. Esta “influencia” tecnológica está a su vez condicionando el entorno económico y empresarial, haciéndolo cada vez más dinámico y cambiante, y obligando a su vez a las organizaciones a disponer de las capacidades para responder de manera inmediata a dicho entorno para no quedarse atrás.

En este entorno, el papel del CFO adquiere cada vez más una mayor importancia, asumiendo un rol cada más transversal y relevante en cuanto al impacto de la tecnología en las organizaciones, no sólo en lo que respecta a los retos financieros en sí mismos, sino a la capacidad de la empresa en su conjunto para adaptarse de manera ágil a los nuevos desafíos derivados de los cambios tecnológicos.

En concreto, el uso y la gestión de datos ha sido siempre de importancia crítica para las empresas, pero las tendencias actuales en cuanto al análisis y la interpretación del dato, lo está convirtiendo en una capacidad cada vez más valiosa y en un elemento que puede ser diferenciador en términos de cómo las organizaciones se aproximan a sus clientes. La creciente sofisticación técnica está dando lugar a mayor información en tiempo real, lo que puede establecer una ventaja competitiva en función de cómo usan esos datos.

¿Qué suponen para el CFO las nuevas tecnologías?

Las nuevas tecnologías permiten el uso de un volumen de información sin precedentes en tiempo real. El análisis masivo de datos, la Inteligencia artificial, la robótica o el blockchain, son herramientas clave que pueden permitir a los CFO del Siglo XXI impulsar la adopción de estas tecnologías en la organización.

Liderar la transformación que se deriva de la innovación tecnológica a través de estas nuevas tecnologías, fiables e innovadoras que son capaces de producir inteligencia predictiva y prospectiva, se podrían convertir en el centro de la función financiera en un futuro no muy lejano.

El uso de estas tecnologías permite adaptar la visión estratégica de la empresa, pudiendo destacar, entre otras, las siguientes:

• El uso masivo de datos permite, entre otras ventajas, proporcionar información que permita predecir resultados y gestionar el riesgo estratégico, así como, analizar el impacto financiero.
• La robótica permite la reducción de costes a través de la automatización de los procesos.
• La inteligencia artificial a través de los análisis de patrones y conductas de los datos proporciona información de valor añadido y en tiempo real a los stakeholders.
• El Blockchain permite aligerar los procesos financieros e incrementa la transparencia accediendo a datos de transacciones precisos de toda la extensión de la empresa.

Estos avances tecnológicos están cambiando tanto la estrategia empresarial como la forma de trabajar. En la era digital, las funciones financieras dependerán de ejecutivos inmersos en las finanzas, pero también de tecnologías, como el blockchain y la inteligencia artificial, se necesitará experiencia digital no solo para liderar la tecnología, sino también en identificar las implicaciones de lo digital en el modelo de negocio. A medida que se automaticen los procesos, la estructura tradicional cambia, y los profesionales deben adaptarse.

En este contexto, si las organizaciones quieren tener éxito en convertir los datos en una forma de toma de decisiones estratégicas, los directores financieros deberán tener un equipo capaz de alinear el trabajo con las decisiones estratégicas y que les ayuden a comprender las implicaciones de los datos. De hecho, perfiles profesionales como estadísticos y científicos de datos, serán clave para ayudar a la función financiera del futuro a convertir los datos en nuevas perspectivas de negocio.

Por ello, a medida que los directores financieros transforman el modelo de su función, deberán abandonar las ideas tradicionales. Las organizaciones necesitan mirar más allá para abordar los desafíos empresariales y mantenerse al tanto de las innovaciones, actuar de manera ágil y adaptarse continuamente. Los directores financieros del futuro serán aquellos que logren el equilibrio adecuado entre tecnología y personas, respondiendo de manera rápida a los cambios en el contexto empresarial.