Cuando utilizamos la expresión CFO del Siglo XXI, nos referimos a un rol que se caracteriza por una excelente preparación y versatilidad. La figura y las funciones del CFO han evolucionado y tienen cada vez más relevancia en las organizaciones. Tanto es así, que en ocasiones el CFO puede llegar a asumir ciertas responsabilidades propias del CEO en el caso de que las organizaciones así lo requieran.
En el momento de cambio en el que nos encontramos, no cabe duda de la relevancia que está adquiriendo el director financiero y su equipo como consecuencia de su capacidad para gestionar y entender la ingente cantidad de información disponible, así como por su capacidad para hacer de puente o eslabón entre los distintos departamentos de las organizaciones. Por ello, la relación del CFO con el CEO es cada vez más estrecha y cada día se generan más sinergias.
Las responsabilidades de un CFO en la actualidad pueden llegar a ser difusas y dependen de las necesidades de cada organización, pero hay seis tareas que son inequívocas para el responsable financiero y en cuyo ejercicio reside, en gran medida, el éxito de la entidad:
- Analizar y asegurar que las decisiones de negocio (inversiones, desinversiones, diversificación, internacionalización, externalización, etc.) están soportadas financieramente y son razonables desde el estricto criterio financiero.
- Hay que asegurar que las decisiones de negocio consideran todas las variables relevantes (fiscalidad, laboral, mercantil, riesgo país, dimensionamiento de equipos, etc.), ayudando al CEO a tomar las decisiones más adecuadas.
- Mantener una organización financiera ágil, saneada y dinámica que dé apoyo a todas las áreas de la compañía que así lo precisen.
- Obtención de la financiación necesaria para el desarrollo de la estrategia de la compañía (CEO).
- Contribuir al desarrollo y definición de la estrategia de la organización.
- Representar a la organización y mantener la relación con los stakeholders de la compañía (inversiones, entidades financieras, clientes, proveedores y empleados).
¿Cómo ser un CFO del Siglo XXI?
El CFO del siglo XXI debe desempeñar correctamente todas sus funciones y mantener un buen equilibrio entre todas sus responsabilidades. No obstante, es importante tener en cuenta que la clave del éxito del CFO estriba en tener un equipo con talento, compromiso e ilusión. No obstante, cada vez es más difícil atraer y retener el talento en las organizaciones, lo cual puede llegar a comprometer el trabajo del CFO.
En consecuencia, la pregunta es ¿cómo atraer y retener talento en los departamentos financieros? Si bien hay muchas respuestas, todos válidas, creemos que hay dos aspectos clave:
a) Motivación transcendente: Un CFO debe tener y transmitir una motivación transcendente en su día a día, es decir, debe buscar más allá de su propia satisfacción personal o su propio reconocimiento. Se trata de una motivación que, estando alineada con la de su compañía, tenga como fin último de contribuir a una sociedad mejor. Esta motivación debe reflejarse en su trabajo y esfuerzo diario, por ejemplo, potenciando y promoviendo unos horarios de trabajo sostenibles para los empleados o proponiendo actividades que, además de contribuir a su organización, ayuden a crear una sociedad mejor.
b) El equipo como protagonista: El CFO es el responsable de crear un Equipo comprometido y motivado. Para ello, es fundamental desarrollar:
i. Escucha activa: es muy importante que el CFO escuche las inquietudes de su equipo y sea conocedor de sus motivaciones y necesidades. Solo de esta manera podrá apoyarlos en su desarrollo profesional.
ii. Carrera profesional: el CFO debe promover el empoderamiento de su equipo buscando alternativas que permitan desarrollar sus inquietudes y su carrera. Esto puede traducirse en muchas iniciativas tales como: clases de inglés conjuntas para el equipo, MBA, másters, etc. También es relevante hacerles partícipes en el proceso de toma de decisiones.
iii. Comunicación y liderazgo: el CFO debe saber transmitir la visión de la compañía y ser ejemplo para su equipo.
Finalmente, el CFO tiene que ser capaz de conseguir la creación de un Equipo (con mayúsculas). Para esto es fundamental que, además de trabajar de forma individual sobre cada una de las personas que lo forman, el CFO cree un ambiente de confianza y seguridad. Generar ambientes distendidos mediante la organización de actividades fuera de la oficina (desde una cena hasta un viaje de uno o dos días) suele potenciar la confianza y la unión del equipo.
Todos estos aspectos contribuyen generar un sentimiento de pertenencia del empleado a la organización que mejora claramente el rendimiento empresarial. En EY aplicamos las “recetas anteriores” anteriores con resultados muy positivos.