Mientras tanto, la inflación sigue corrigiendo marginalmente a la baja manteniéndose la subyacente sin energía y productos semielaborados curiosamente por encima. La normalización de los precios del gas y la energía, y en menor grado el descenso del precio de los metales y resto de materias primas está colaborando a esta situación, reflejando la situación actual de los precios los “efectos de segunda ronda” provocados por los desequilibrios registrados por la oferta/demanda durante la pandemia. La inflación en la zona euro se sitúa en el 7,0% colaborando Alemania con un 7,6% o Francia con el 6,9%, no viéndose compensada por el 4,1% de España. En EE. UU. se mantiene a la baja en el 4,9% ante su menor dependencia de los sectores primarios.
Esta situación de inestabilidad en los precios mantiene en vilo a las autoridades monetarias, cuyo objetivo principal es el control de la inflación en el entorno del 2%. Así, la Reserva Federal volvió a subir el tipo de interés oficial por 25 pb para situarlo dentro del rango 5,0% - 5,25%. El comunicado oficial de la FED confirma que la actividad económica está siendo más moderada en un entorno de pleno empleo. Igualmente, siguen considerando que la inflación sigue elevada y muy lejos de su objetivo. Ante esta situación consideran que seguirán monitorizando la evolución de los acontecimientos económicos y financieros para determinar si hace falta un endurecimiento adicional en la política monetaria ejecutada en la actualidad. Los analistas consideran que la FED ha pasado de pronosticar "subidas constantes" a limitarse a recordar que el Comité va a monitorizar los acontecimientos, lo cual podría significar una “pausa” en sus próximas decisiones. Sin embargo, Jerome Powell ha declarado que “no es posible decir con confianza si hemos alcanzado un suficiente nivel restrictivo en los tipos de interés”, lo cual podría estar dejando la puerta abierta a nuevas subidas. Lo que está claro es que el comunicado ya no transmite la fuerza suficiente para poner la mano en el fuego por nuevas subidas en los tipos de interés. Como máximo quedaría una más por otros 25 pb el próximo 14 de junio para situar el rango oficial entre el 5,25% y 5,50%.
En el caso del Banco Central Europeo, también elevó por 25 pb el tipo oficial para situarlo el pasado 4 de mayo en el 3,75% rompiendo la tendencia de las últimas tres subidas que fueron por 50 pb cada una. En las declaraciones de su presidenta Christine Lagarde, dejo claro que en el caso europeo no va a ver un periodo de pausa dado que las perspectivas de inflación siguen demasiado altas. La presidenta no habló de forma explícita acerca de futuras subidas de tipos, aunque destacó que queda aún "más terreno que cubrir" manteniendo el mismo "enfoque dependiente de los datos" para tomar decisiones sobre el nivel de los tipos de interés. El objetivo sigue siendo la estabilidad de precios y situar la inflación en niveles de 2%. Por lo tanto, no podemos descartar mínimo una nueva subida por 25 pb el próximo 15 de junio para situarlo en el 4,0%.
En ambos casos también se menciona que seguirán con la reducción de su balance. Esto significa que no se va a inyectar más dinero al sistema, e incluso se podrían retirar los fondos derivados de las generosas subastas que se han producido desde la época de la pandemia, lo cual podría provocar mayores tensiones en los tipos de corto plazo, mayores restricciones a la concesión de créditos y mayor inestabilidad en el sistema financiero.
Es importante recalcar que las condiciones de acceso al crédito deberían de complicarse en los próximos meses, debiendo acelerar sus peticiones las empresas necesitadas ante el cuello de botella que se puede producir y el incremento de costes financieros que va a conllevar.