Vivimos en un entorno en constante evolución en el que la digitalización también avanza.
La transformación digital no es ni una moda, ni tampoco una tendencia. Por primera vez en la historia moderna hay tres factores que coinciden y señalan que estamos ante un auténtico cambio de paradigma.
- En primer lugar, el consumidor, que es quien realmente está tirando de la transformación digital con su nueva forma de consumir y de relacionarse con las marcas. Tiene un grado de información y de poder no vistos anteriormente.
- Después, tenemos la tecnología que está modificando cómo las compañías se relacionan con sus clientes, sus empleados y su fábrica. Acelera los cambios del consumidor y permite a las empresas ser más eficientes y plantear nuevos procesos productivos.
- Y, por último, el mundo del dato. La hiperconectividad -entre consumidores, entre usuarios y empresas, entre máquinas con otras máquinas- ha aumentado de forma exponencial el volumen de información generado. Hoy somos capaces de almacenar, tratar y modelizar esos datos sin grandes costes y utilizarlos para sacar conclusiones de negocio.
Por eso, cuando le preguntas hoy a un CEO de una compañía de gran consumo en España cuáles son sus tres prioridades, una de ellas es la transformación digital en el 90% de los casos.
El avance de la digitalización en gran consumo es pequeño aún en comparación con otros sectores
Hay sectores, como la banca, los hoteles o el sector media, que se han visto “obligados” a digitalizarse por la demanda del consumidor, por la estrechez de márgenes y, sobre todo, por nuevos competidores que están entrando con una oferta disruptiva. Y eso es algo que no está ocurriendo aún en gran consumo, donde las compañías están haciendo pequeños pilotos digitales, probando a relacionarse con el consumidor de manera diferente, buscando eficiencias vía automatización, pero sin ningún cambio disruptivo que provoque una aceleración del proceso. ¿Cuándo creemos que esto va a ocurrir? Cuando la generación de los millennials tenga un poder adquisitivo realmente importante, esta disrupción se habrá convertido en realidad.
Claves para poder abordar un proceso de transformación digital
Es vital que las compañías entiendan que es necesario que sea el CEO o el primer nivel ejecutivo quien impulse esta transformación digital. Después, debemos entender que es un proceso de cambio en la manera de hacer las cosas. Las compañías no necesitan una estrategia digital, sino que requieren una estrategia en un mundo que ya es digital.
Por otro lado, debe ser sostenible. Hay que hacerse siempre dos preguntas clave: ¿para qué lo haces? ¿Cómo impacta en la cuenta de resultados? Si tus iniciativas de transformación digital no están relacionadas con la cuenta de resultados, el deseo de transformación digital se diluye muy rápidamente.
Muchos proyectos inciden directamente en la cuenta de resultados
Una de las claves del éxito es combinar iniciativas que tienen retorno en el corto plazo, relacionadas con la eficiencia, con otras que pueden ser más diferenciales en el medio plazo, como puede ser el modelo de relación con el consumidor, cambiar la forma de las inversiones publicitarias o la forma de relacionarte con tus canales de distribución. Si sólo haces iniciativas de eficiencia parece que la transformación digital es para mejorar tus procesos productivos nada más y si sólo haces iniciativas de front office no las ves materializadas en la cuenta de resultados hasta 18 ó 20 meses.
Y, otro elemento importante es separar lo que serían iniciativas digitales de lo que es un auténtico proceso de transformación, que debe implicar a todas las áreas de la compañía. Así, podremos logar una integración digital, donde cada una de las funciones (comercial, recursos humanos, finanzas…) esté aportando algo al proceso.
Publicado en Alimarket