Málaga se ha convertido en un referente a nivel nacional en calidad de vida, oferta cultural e innovación.
Por su evolución en los últimos años, sin lugar a duda, Málaga se ha convertido en un referente a nivel nacional en aspectos como calidad de vida, oferta cultural, innovación… lo que se traduce en que, por ejemplo, la organización “The Best European Destinations” la sitúe entre las 20 mejores ciudades europeas para vivir en base a una combinación de factores ligados a la calidad de vida, dotaciones y oferta cultural. También, el “Expat City Ranking” nos sitúa en 2020 en el sexto lugar entre las mejores ciudades del mundo para los expatriados. Esta posición de privilegio, lejos de ser casual, es fruto de numerosas iniciativas acometidas en los últimos años para definir y desarrollar estrategias para hacer avanzar la ciudad.
Estando, por lo tanto, preparados como ciudad y habiendo sabido esperar, si hay un momento clave que hay que aprovechar, es el actual. ¿Por qué?
Primero, porque Málaga no ha sido ajena a los efectos derivados de la pandemia Covid-19 en cuanto a impacto en nuestras empresas, actividad económica, turismo y ciudadanía. Y segundo, porque el presupuesto a largo plazo de la Unión Europea, junto con el instrumento temporal concebido para impulsar la recuperación (el conocido como NextGenerationEU) será el mayor paquete de estímulo jamás financiado en Europa. Como dice la propia Comisión Europea, NextGenerationEU es más que un plan de recuperación, es una oportunidad única para salir más fuertes de la pandemia, transformar nuestra economía y crear oportunidades y trabajos para esa Europa que queremos.
Sin ánimo de querer marear con cifras, pero para que seamos conscientes de la importancia del momento, decir que las asignaciones totales del marco financiero plurianual de la Unión Europea para el periodo 2021-27 y para el instrumento temporal del NextGenerationEU ascienden a 1,210 y 0,806 billones de euros a precios corrientes, respectivamente. Bajando un nivel, el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, con una dotación de 723.800 millones de euros se configura como el elemento central diseñado para mitigar el impacto económico y social de la pandemia y para hacer que las economías y sociedades europeas sean más sostenibles y resilientes, y estén mejor preparadas para los retos y las oportunidades de las transiciones ecológica y digital.
A nivel nacional, este Mecanismo de Recuperación y Resiliencia se concreta en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Español (PRTR) que fue evaluado positivamente el pasado junio por la Comisión Europea y que en los próximos días deberá ser aprobado por el Consejo. Este Plan detalla el uso de los casi 70.000 millones de euros en transferencias no reembolsables que España ha solicitado y adelanta que los restantes casi 70.000 millones de euros que se ponen a disposición en forma de créditos y serán solicitados para su ejecución a partir de 2022.
En definitiva, una cantidad ingente de dinero para una situación excepcional y que debe servir para dar respuesta no sólo a los problemas provocados por la pandemia, sino también a aquellos aspectos estructurales que siempre han lastrado a nuestro país.
Desde un punto de vista local, el Ayuntamiento de la capital, por ejemplo, ha remitido a la Junta de Andalucía 67 proyectos municipales por un valor de 1.931 millones de euros. Estos proyectos tienen un encaje muy relevante en hasta 7 de las 10 Políticas Palanca, y en hasta 15 de los 30 componentes en los que se articula el Plan. Por su magnitud inversora y su capacidad transformadora de la ciudad podríamos destacar las iniciativas en materia de energías renovables, tecnologías limpias, renovación energética de edificios públicos, transporte sostenible, conectividad y modernización de los servicios públicos. Un amplio abanico de proyectos y en el que el desafío estriba en implantar un sistema que asegure la obtención de buenos resultados en la realización de estas inversiones con financiación de la Unión Europea.
Además de estas cuestiones iniciadas por el Ayuntamiento de Málaga, o de aquellas otras iniciadas por el resto de los municipios, existen retos de vital importancia que no podemos permitirnos perder la oportunidad de afrontar. Retos como paliar el deterioro de nuestras playas o el de suplir las carencias en nuestras infraestructuras hídricas, así como el sempiterno demandado Corredor de la Costa del Sol Occidental encuadrables dentro de los componentes de preservación del espacio litoral y recursos hídricos y de movilidad sostenible, segura y conectada. Son imprescindibles en nuestra agenda de cara a asegurar un crecimiento sostenible a medio plazo.
Publicado en Diario Sur