Profundizando en el Paquete de Simplificación Ómnibus de la UE: Implicaciones clave para las empresas

Principales cambios introducidos por el primer paquete Omnibus con la propuesta de la Comisión Europea de simplificación de las principales regulaciones en materia de sostenibilidad (CSRD, CSDDD, Taxonomía y CBAM

Para las empresas y los responsables políticos ha sido un largo viaje desde las primeras propuestas de la Unión Europea (en adelante, UE) para transformar el contexto del reporte de sostenibilidad y extender las obligaciones más allá de la Directiva de Información No Financiera (NFRD, por sus siglas en inglés) como parte del Pacto Verde Europeo hasta donde estamos hoy.

 Recientemente se han publicado los primeros Informes de Sostenibilidad de acuerdo a la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (en adelante, CSRD, por sus siglas en inglés), incluyendo los requisitos de divulgación de la Taxonomía de la UE. Las compañías han hecho grandes esfuerzos y han trabajado diligentemente para cumplir con las obligaciones establecidas. Se han logrado avances reales, estableciendo la pauta para que otros la sigan. Desde EY seguimos comprometidos a ayudar a nuestros clientes a cumplir con sus objetivos estratégicos en materia de sostenibilidad en un entorno político dinámico.

El lanzamiento del primer Paquete de Simplificación Ómnibus de la UE marca un hito significativo para la sostenibilidad en las empresas. Esta iniciativa legislativa tiene como objetivo simplificar los requisitos de divulgación en materia de sostenibilidad y de diligencia debida mediante, entre otras medidas, retrasar la implementación y aumentar los umbrales de aplicación para sacar del alcance en torno al 80% de las empresas, manteniendo al mismo tiempo la alineación con los principios del Pacto Verde de la UE y su complementario Pacto Industrial Limpio (Clean Industry Deal, en inglés).

La simplificación orientada a impulsar la competitividad plantea preguntas fundamentales sobre si la transición necesaria es sostenible. ¿Están las empresas dispuestas y son capaces de orientar sus recursos disponibles a la integración de la sostenibilidad en sus procesos de negocio en lugar de usar estos recursos para cumplir con la regulación de divulgación en materia de sostenibilidad? ¿Priorizarán los inversores la creación de valor a largo plazo sobre los resultados a corto plazo? ¿Seguirán siendo competitivos los productos y servicios de las empresas una vez que se hayan incorporado los principios de sostenibilidad en un panorama internacional competitivo y desigual? Estas consideraciones son esenciales ya que impactan directamente en la competitividad y resiliencia de las empresas.

Si los informes de sostenibilidad se convierten en una actividad de carácter cada vez más voluntario a lo largo de la cadena de valor con muchas empresas fuera del alcance de la regulación, los beneficios y el valor adicional de las empresas que invierten en sostenibilidad deben ser evaluados y reconocidos por una amplia gama de grupos de interés, desde clientes e inversores, comunidades afectadas, hasta sus Consejos de Administración. Este valor podría manifestarse de diversas maneras, como menores impactos de riesgos adecuadamente gestionados, mayores retornos por oportunidades aprovechadas y un mejor posicionamiento en el mercado a través de una mayor confianza de los grupos de interés. A largo plazo, la simplificación podría facilitar divulgaciones más relevantes, demostrando cómo las empresas sostenibles están generando oportunidades de mercado. Lógicamente, esto también debería ayudar a los proveedores de finanzas sostenibles a ofrecer financiación y capital con un coste menor para esas empresas sostenibles.

Si las simplificaciones propuestas son finalmente acordadas e implementadas, este primer paquete Ómnibus tiene el potencial de reducir los costes de cumplimiento para las empresas de todo el mundo. Parece claro que el objetivo de la UE es cambiar la forma de recorrer el camino hacia la sostenibilidad, pero no reducir la ambición de lograr la transición.

Sin embargo, es importante que las empresas reconozcan que, a pesar del llamamiento de la Comisión Europea a una acción rápida, estas propuestas tardarán tiempo en pasar los trámites necesarios en las distintas instituciones de la UE y los Estados miembros, y es posible que sufran cambios significativos antes de que puedan finalizarse, transponerse y aplicarse.

A medida que exploramos las implicaciones de este paquete legislativo, animamos a todas las partes interesadas a participar activamente en el proceso y hacer seguimiento de los desarrollos futuros. Al analizar nuestras primeras ideas y poner en práctica las recomendaciones proporcionadas en este informe, su empresa estará mejor preparada para abordar los desafíos futuros y contribuir a un futuro más sostenible. Los equipos de EY están aquí para ayudarle en ese importante reto.

Así que juntos aprovechemos esta oportunidad para impulsar un cambio significativo en el enfoque estratégico y orientado a oportunidades de la sostenibilidad en toda Europa.