Fuente: EY
¿Cuáles han sido las principales conclusiones a nivel europeo?
En el caso europeo, donde la regulación del carbono es muy madura, la calidad y la cobertura de los informes están en niveles altos, debido, sobre todo, a la presión regulatoria y de los stakeholders. En el artículo que publicábamos recientemente, Sostenibilidad: El Tsunami regulatorio que viene, explicábamos cómo el paquete legislativo procedente de la UE en materia ESG era tan exhaustivo que llegaría a transformar el modelo de negocio de muchas compañías europeas.
Por eso, los datos de Europa son muy destacados y se aprecia ya cómo las empresas y los emisores europeos han iniciado la transición hacia la descarbonización, estableciendo objetivos y planes de acción para reducir las emisiones un 55% en 2030, sobre bases de 1990, y alcanzar un continente neutro en carbono en 2050.
El estudio diferencia entre Western/Northern Europe, donde el binomio calidad / cobertura es del 58% / 84%, y Southern Europe, (43% / 62%). El caso de UK, ya fuera de la Unión Europea, es muy significativo, porque ha establecido que el reporte según las recomendaciones de la TCFD sea obligatorio por ley para 2025, aunque parte de ese paquete legislativo entrará en vigor en 2023; por ello, el binomio calidad / cobertura de UK es del 66% / 94%.
¿Y España?
El caso español es una excepción dentro de Europa del sur y los datos así lo acreditan: según el estudio de EY, el binomio calidad / cobertura en el caso español fue en 2020 del 64% / 81%, en línea con países como Francia, Alemania o Suecia, por detrás de Finlandia, Noruega y Dinamarca, pero muy por delante de países como Italia y Portugal (ver cuadro 3).
Cuadro 3: El caso de España en las recomendaciones del TFCD