EY como se ha reportado barometro

¿Cómo se han reportado y gestionado los riesgos climáticos en el último año?

IV Global Climate Risk Disclosure Barometer de EY 

Tras estudiar los reportes TCFD de 1.500 organizaciones en 47 países, la conclusión es clara. En 2022, por una parte, se ha avanzado mucho en las divulgaciones climáticas, pero aún no son tan completas como quisieran inversores, reguladores y otros stakeholders; por otra, esos avances en divulgación aún tienen un impacto limitado en la aceleración del proceso de descarbonización.

 


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    Desde que en 2017 se publicasen las primeras recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD), hoy ya son cerca de 4.000 organizaciones de los sectores público y privado las que explican sus actividades relacionadas con el clima siguiendo este marco de reporte. A través de sus 11 recomendaciones (ver gráfico 1) explican cuál es el sistema de gobernanza corporativa para gestionar el clima (2 recomendaciones); cual es la estrategia climática, de corto y largo plazo (2 recomendaciones); cómo están gestionando los riesgos relacionados con el clima; y qué métricas utilizan para medir y gestionar (3 recomendaciones). Tal ha sido el éxito de este marco de reporte climático que, a día de hoy, los inversores globales que lo tienen en cuenta para para tomar sus decisiones de inversión en una compañía mueven activos por más de 118 billones de dólares al año.


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    IV Global Climate Risk Disclosure Barometer de EY

    La importancia de TCFD

    TCFD se constituyó en 2015 por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) como un medio para coordinar las divulgaciones entre las empresas afectadas por el cambio climático.

    Conviene tener en cuenta estas dos cifras: 4.000 organizaciones, públicas y privadas, y 118 billones de dólares. Conviene también saber que TCFD se constituyó en 2015 por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) como un medio para coordinar las divulgaciones entre las empresas afectadas por el cambio climático. Por último, conviene saber que su presidente es Michael R. Bloomberg y su consejo está formado por 31 miembros de todos los países del G20, que representan tanto a los preparadores como a los usuarios del reporte financiero.

    Pero, sobre todo, hay que saber todo esto (cifras, origen y gestores) para entender que TCFD no nace ni en el seno de organizaciones ambientalistas (que pudieran tener un objetivo más activista), ni de la academia (que pudiera tener un planteamiento más teórico). No; TCFD nace, y se usa, por aquellos inversores que, cuando analizan una empresa, necesitan tener toda la información disponible para poder tomar sus decisiones de inversión de manera informada, porque entienden que el riesgo climático, como otros riesgos financieros, es un riesgo más de inversión y porque tienen un deber fiduciario ante sus clientes para velar por sus intereses a largo plazo.

    Entendido así, el riego climático, y todos los instrumentos de gestión que hay que tener en cuenta para gestionarlo (gobernanza, estrategia, métricas, etc.) se convierte así en algo material, como bien destacaban hace unos meses Robert Eccles y Daniel F. C. Crowley. Estos autores traen a colación una sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso TSC Industries v. Northway, en la que se dictaminó que algo es “material” si existe “una probabilidad sustancial de que un accionista razonable lo considere importante para decidir cómo votar”, o “una probabilidad sustancial de que la divulgación del inversor razonable habría considerado que el hecho omitido había alterado significativamente la 'combinación total' de información disponible” [1].

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    IV Global Climate Risk Disclosure Barometer de EY

    El IV Barómetro EY de Cambio Climático: Resultados Generales

    El 86% de los directivos de empresas multinacionales globales ha declarado que, en la coyuntura actual de incertidumbre, un enfoque sensible a los asuntos ESG y al crecimiento sostenible ha sido fundamental para generar confianza entre sus stakeholders.

    La cuarta edición del Barómetro de Riesgo Climático de EY es un análisis exhaustivo de las divulgaciones realizadas por más de 1.500 empresas en 47 países siguiendo el modelo de reporte de TCFD. Por tanto, se ha aumentado la muestra respecto de 2021, año en el que se analizaron 1.100 empresas de 42 mercados. Su objetivo es ayudar a los Consejos de Administración y a los equipos directivos a reflexionar sobre el enfoque de su organización con respecto a la divulgación de información climática y las acciones prácticas que se pueden tomar para alinear sus estrategias con la descarbonización de la economía global.

    Disponer de esta información es especialmente relevante para entender el momento en el que nos encontramos. De hecho, el 86% de los directivos de empresas multinacionales globales ha declarado que, en la coyuntura actual de incertidumbre, un enfoque sensible a los asuntos ESG y al crecimiento sostenible ha sido fundamental para generar confianza entre sus stakeholders, frente al 78% en 2021, según el Informe EY sobre Gobierno Corporativo y Valor a Largo Plazo.   

    Conclusiones generales

    El Barómetro de Divulgación del Riesgo Climático 2022 muestra que cada vez son más las compañías que reportan su gestión climática siguiendo las recomendaciones de TCFD. No obstante, lo que el informe denomina como cobertura, la calidad de sus divulgaciones climáticas, es posible que no estén considerando una visión holística de sus riesgos físicos y de transición, así como las oportunidades que pueden surgir de ellos. La investigación también destaca que las empresas no revelan suficientemente el impacto financiero del cambio climático en sus estados financieros.

    Estos son algunos de las conclusiones clave de la investigación en 2022:

    • Ha crecido el número de empresas que reportan siguiendo las recomendaciones del TCFD (lo que en el informe se denomina técnicamente como cobertura) respecto de 2021. Se ha pasado del 70% en 2021 al 84% en 2022.
    • La calidad del reporte de las empresas se ha situado en 44 %, frente al 42% en 2021. Como se puede apreciar, este crecimiento es muy inferior al experimentado por la cobertura.
    • La brecha entre la cobertura y la calidad sugiere que, si bien más empresas informan sobre el riesgo climático, se encuentran con problemas para aportar información significativa sobre los desafíos a los que se enfrentan.
    • La estrategia es el elemento que ha experimentado la mayor mejora, con un aumento de la puntuación media del 38% al 42% en solo un año. Esto probablemente refleja una mayor regulación en torno a la divulgación climática y la respuesta de las empresas a la presión de los inversores para publicar sus planes de transición.
    • Las empresas que divulgan a través del sistema de divulgación Carbon Disclosure Project (CDP) lograron una mayor cobertura y puntuaciones más altas en cuanto a calidad.
    • Los países/regiones que lideran el Barómetro en términos de la calidad de sus divulgaciones climáticas son UK, Japón, Corea del Sur y Canada. 
    • Desde la perspectiva del sector industrial, el sector energético tiene las mejores puntuaciones en cobertura y calidad, seguido de cerca por el sector de los seguros, que ha logrado un aumento del 34% en la calidad en un año.
    • Casi la mitad (49%) de las empresas que aparecen en el Barómetro de este año habían realizado un análisis de escenarios. Los escenarios a los que se hizo referencia con mayor frecuencia fueron el RCP 8.5 y el RCP 2.6, lo que sugiere que el análisis de riesgos físicos es lo más importante para las empresas. Los horizontes de tiempo más comunes a los que se hizo referencia fueron 2040-50, mientras que 2027 también ocupó un lugar destacado para los escenarios de fijación de precios del carbono.
    • Hasta el 75% de las empresas realizaron análisis de riesgos, centrados a partes iguales tanto en los riesgos físicos como en los de transición. Además, el 62% de las empresas realizaron un análisis de oportunidades, siendo los productos y servicios las oportunidades más comúnmente enumeradas.
    • Casi el 61% de las empresas han divulgado sus estrategias de descarbonización. El sector de la energía ocupa el primer lugar entre los sectores no financieros, ya que el 81% de las empresas del sector han publicado una estrategia específica de ‘cero neto’ o un plan de transición. Mientras tanto, el sector de agricultura, alimentación y productos forestales ocupa el último lugar entre los sectores no financieros. En el sector financiero, los propietarios y administradores de activos financieros ocupan los lugares más bajos en cuanto a la divulgación de su estrategia de descarbonización.
    • El 29% de las empresas hizo referencia al impacto financiero del cambio climático en sus divulgaciones, tanto en aspectos cualitativos como cuantitativos. Este resultado muestra que, si bien las empresas están mejorando la cobertura y la calidad de las divulgaciones, se esfuerzan por reunir la información financiera material de manera significativa.

     

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    IV Global Climate Risk Disclosure Barometer de EY

    El IV Barómetro EY de Cambio Climático: Resultados en España

    El paquete regulatorio europeo en materia de ESG ha incrementado e incrementará aún más la cantidad y calidad del reporte en ESG de las empresas europeas.

    Por tanto, cabe destacar que los resultados obtenidos son ligeramente superiores a la media de los resultados globales, aunque queda aún camino que recorrer para equipararse a los países que lideran el reporting climático. Podemos analizar con más detalle esta  información:

    • En comparación con los datos de la última edición, aumenta ligeramente la puntuación de la cobertura de la divulgación (86% en 2022, frente al 85% en 2021), lo que sitúa a España 2 puntos por encima de la media global. Este resultado se debe a la mejora en los criterios de Gobierno (de 83% a 87%) y Estrategia (de 79% a 84%). No obstante, en 2022 se aprecia una ligera caída frente a 2021 tanto en riesgos (84% Vs 86) como en métricas y objetivos (88% Vs 93).
    • Por lo que respecta a calidad, existe un amplio margen de mejora en los cuatro elementos de las recomendaciones de TCFD. En general, se produce un descenso en 2022 frente a los datos de 2021 en todas las variables: Gobierno (50% Vs 71%); estrategia (48% Vs 68%); riesgos (73% vs 48%); y métricas (52% Vs 76%).
    • Por sectores, el sector de la energía, al igual que en la mayoría de los países, es el sector que mejor puntúa, tanto en cobertura como en calidad de sus divulgaciones. Más en detalle, en cobertura, al sector de la energía le siguen, por este orden el de materiales y construcción y el de banca. Por calidad, las posiciones segunda y tercera las ocupan banca y telecomunicaciones, respectivamente. Por su parte, los sectores inmobiliario y retail son los que cuentan con mayor margen de mejora.
    • En el resto de las áreas de divulgación estudiadas, España puntúa por encima de la media global, tanto en análisis de riesgos y oportunidades como en análisis de escenarios y publicación de las estrategias de divulgación.
    • El 45% de las empresas españolas reporta información climática en sus estados financieros, frente al 55% de las europeas y al 30 % a nivel global.
    • Ninguna de las 49 empresas españolas analizadas ha obtenido una puntuación superior al 80% en calidad, sin embargo, la mayoría reportan íntegramente TCFD.
    • Solo el 4% de las empresas españolas reportan información cuantitativa sobre los impactos de sus riegos climáticos.
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    IV Global Climate Risk Disclosure Barometer de EY

    Brecha entre la información financiera y la no financiera

    Si bien las empresas están mejorando la cobertura y la calidad de las divulgaciones, están teniendo problemas para integrar ambas realidades de manera material y significativa.

    El Barómetro muestra que las empresas están progresando lentamente a la hora de integrar sus informes climáticos con sus estados financieros. En general, menos de un tercio (29%) hace referencia a asuntos relacionados con el clima en sus estados financieros. Además, la mayoría (54%) de las referencias son de naturaleza cualitativa más que cuantitativa. Estos resultados sugieren que, si bien las empresas están mejorando la cobertura y la calidad de las divulgaciones, están teniendo problemas para integrar ambas realidades de manera material y significativa.

    Una razón para ello podría ser que los equipos financieros de las empresas todavía no alcanzan a distinguir dónde se ubican los riesgos climáticos en el contexto de los estados financieros. Otro problema es que los estados financieros se refieren a un horizonte de tiempo comparativamente corto, mientras que los riesgos climáticos se plantean en un horizonte a un plazo de tiempo mucho mayor. Este desajuste dificulta que las empresas evalúen adecuadamente el impacto del riesgo climático en sus declaraciones.

    Para superar estos problemas, es necesario abordar en primer término las brechas metodológicas y proporcionar formación adicional a los equipos financieros de la empresa, así como a los auditores. También es importante promover una integración más profunda dentro de la empresa entre las funciones de finanzas, sostenibilidad y gestión de riesgos. El riesgo climático o ambiental fue el término más comúnmente mencionado en los estados financieros, citado por el 29% de las empresas. En segundo lugar, el deterioro de activos, citado por un 16%, mientras que la propiedad, planta y equipo ocupó el tercer lugar, citado por un 12%.

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    IV Global Climate Risk Disclosure Barometer de EY

    ¿Cómo avanzar?

    Analizamos las principales acciones que pueden llevar a cabo las organizaciones para avanzar en la acción climática.

    Esta es la gran pregunta. ¿Qué pueden hacer las organizaciones para avanzar en la acción climática, aprovechando la divulgación del riesgo climático como una base sólida para la transformación corporativa?

    • Tratar la divulgación como un medio para un fin, en vez de un fin en sí mismo. Los nuevos y futuros requisitos de divulgación tienen como objetivo proporcionar a los inversores datos comparables relacionados con el clima para que tengan más en cuenta la sostenibilidad en su proceso de decisión, impulsando la evolución de las prácticas de gestión del riesgo climático.
    • Establecer objetivos robustos, siguiendo la metodología STBi. Tras el Acuerdo de París de 2015, los gobiernos del mundo se comprometieron a limitar el aumento de la temperatura global a un nivel muy inferior a los 2 °C respecto a los niveles preindustriales y a proseguir los esfuerzos para limitar el calentamiento a 1,5º. Esta iniciativa permite a las empresas, definir objetivos en función de qué cuota les corresponde del total de emisiones de cada país
    • Realizar seguimiento en tiempo real. Los inversores y los bancos prestarán cada vez más atención a los resultados de las empresas en relación con sus objetivos de cambio climático, para poder tener un conocimiento de cerca del desempeño de la compañía.
    • Evaluar la estrategia. La definición de la estrategia debería tener en cuenta los aspectos relacionados con el clima y responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo la gestión de los riesgos climáticos y de las oportunidades puede apoyar su creación de valor a largo plazo? ¿Se han definido las alianzas oportunas para impulsar esta estrategia? ¿Existe un plan de asignación de capital para garantizar que la inversión se canaliza hacia los proyectos adecuados?
    • Llevar a cabo un análisis de escenarios. Para evaluar los riesgos climáticos resulta imprescindible identificar los diferentes escenarios con el fin de proyectar a futuro las variables climáticas. Los impactos físicos del cambio climático, y los de transición, tendrán importantes repercusiones financieras en las operaciones de las empresas dependiendo del escenario climático futuro en el que nos encontremos. Los escenarios más nombrados por las empresas son, por este este orden, lo siguientes: 8.5 (por ser el más pesimista); 2.6 (optimista); y 4.5 (“realista”). El horizonte más utilizado es 2040-2050.
    • Explorar las oportunidades, no solo los riesgos. La transformación estratégica en las compañías creará oportunidades para todos los actores del mercado financiero. La UE cree que serán necesarios al menos 180.000 millones de euros anuales hasta 2030 para descarbonizar la energía y mantener la temperatura en esos márgenes. A medida que la organización canaliza una mayor inversión en soluciones climáticas, tendrá la oportunidad de tomar decisiones estratégicas que puedan incluir la transformación en toda su cartera de negocios, al tiempo que reducen su huella de carbono. Entre las principales oportunidades destacan las siguientes: (A) Diseño de nuevos productos y servicios (desarrollo y/o expansión de bienes y servicios de bajas emisiones; desarrollo de soluciones de adaptación climática y riesgo asegurador; desarrollo de nuevos productos o servicios a través de la investigación y el desarrollo y la innovación; capacidad para diversificar las actividades empresariales; y analizar los cambios en las preferencias de los consumidores). (B) Apertura de nuevos mercados y oportunidades de negocio (uso de incentivos del sector público y acceso a nuevos activos y ubicaciones que necesitan cobertura de seguro). (C) Energía y eficiencia energética (uso de fuentes de energía de bajas emisiones; uso de incentivos de política de apoyo; uso de nuevas tecnologías; participación en el mercado de carbono; y cambio hacia la generación descentralizada de energía).  (D) Eficiencia en el uso de recursos y economía circular (utilización de modos de transporte más eficientes); uso de procesos de producción y distribución más eficientes; uso del reciclaje; edificios más eficientes; y reducción del consumo y consumo de agua.
    • Colaborar para tener éxito. La colaboración entre los diferentes actores es imprescindible para conseguir el objetivo internacional de mitigar el calentamiento global Las principales regulaciones o marcos de reporting suponen una herramienta de posicionamiento y mejora continua en las compañías. La colaboración, tanto pública como privada, y de empresa a empresa, es vital para lograr ambiciosos objetivos de descarbonización establecidos tanto por los gobiernos como por las organizaciones.  

    Sobre el Informe

    El Barómetro 2022 analiza en qué medida las empresas han aplicado el marco TCFD para divulgar de manera más efectiva los riesgos y oportunidades relacionados con el clima a través de sus procesos de reporting. La primera edición del Barómetro se publicó en diciembre de 2018.

    Para esta edición se han estudiado los informes de sostenibilidad y los de CDP de más de 1.504 empresas pertenecientes tanto a sectores no financieros (1,135) como financieros (370) y de 47 países. Esto supone un aumento de la muestra del año anterior, en la que figuraron 1.100 empresas de 42 países. Por lo que respecta a España, se han analizado 49 empresas.

    La metodología del estudio de 2022 se ha actualizado respecto al de 2021 para proporcionar una puntuación definitiva y más sólida en torno a la calidad de la divulgación. La matriz de puntuación revisada calificó a las empresas en una escala de cero a cinco, en comparación con la matriz anterior, lo que proporcionaba puntuaciones de cero, uno, tres y cinco. Debido a estos cambios, no fue posible incluir un análisis profundo de la serie de cuatro años.


    Resumen

    El Barómetro 2022 analiza en qué medida las empresas han aplicado el marco TCFD para divulgar de manera más efectiva los riesgos y oportunidades relacionados con el clima a través de sus procesos de reporting. La primera edición del Barómetro se publicó en diciembre de 2018. Se han estudiado los informes de sostenibilidad y los de CDP de más de 1.504 empresas pertenecientes tanto a sectores no financieros (1,135) como financieros (370) y de 47 países. Esto supone un aumento de la muestra del año anterior, en la que figuraron 1.100 empresas de 42 países. Por lo que respecta a España, se han analizado 49 empresas

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