¿Cómo han respondido los Consejos de Administracion del IBEX 35 a las exigencias de sostenibilidad en 2022?

¿Cómo han respondido los Consejos de Administracion del IBEX 35 a las exigencias de sostenibilidad en 2022?

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La CSRD y los ESRS van a suponer un paso definitivo hacia la equiparación de la información financiera y la de sostenibilidad

En España, desde que la Ley 31/2014 de Sociedades de Capital (artículo 529, ter, a) estableciese la aprobación de la política de responsabilidad social corporativa como responsabilidad indelegable del Consejo de Administración de las sociedades cotizadas, se han ido aprobando diversas iniciativas soft y hard law con el objetivo de fomentar una adecuada atención por parte de las sociedades españolas sobre cuestiones esenciales para la sostenibilidad en el largo plazo.

Entre estas iniciativas, y por orden cronológico, posiblemente haya cuatro que destaquen sobre las demás. La primera, fue el Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas de 2015, en el que ya se incorporaba referencias directas a la responsabilidad social corporativa en sus recomendaciones 53, 54 y 55. En su revisión de junio de 2020 se introdujeron, entre otras novedades, algunas muy relevantes dirigidas a incorporar un enfoque más actual y global de sostenibilidad con el objetivo de destacar los factores medioambientales, sociales y de gobernanza.

La segunda y más transformadora, fue la Ley 11/2018 de Información no Financiera y Diversidad, aprobada para transponer al ordenamiento jurídico español la Directiva 2014/95/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de octubre de 2014, por la que se modificaba la Directiva 2013/34/UE en lo que respectaba a la divulgación de información no financiera e información sobre diversidad por parte de determinadas grandes empresas y determinados grupos. En virtud de esta norma se ampliaron las facultades indelegables del Consejo de Administración de las sociedades cotizadas (artículo 529 ter de la Ley de Sociedades de Capital) para incluir entre ellas “la supervisión del proceso de elaboración y presentación de la información financiera y del informe de gestión, que incluirá, cuando proceda, la información no financiera preceptiva; se consagraba así la obligatoriedad para un tipo determinado de compañías de realizar los Estado de Información no Financiera (EINF) y presentarlos junto con las cuentas anuales.

Un paso más, se dio con la Ley 5/2021, de 12 de abril, de modificación de la Ley de Sociedades de Capital y otras normas financieras, en lo que respecta al fomento de la implicación a largo plazo de los accionistas en las sociedades cotizadas, en la que se desarrolló el contenido que debe incluir el Estado de Información no Financiera (EINF) de las sociedades de capital, en particular, en lo correspondiente a la información sobre cuestiones sociales y relativas al personal, para detallar los mecanismos y procedimientos con los que cuenta la empresa para promover la implicación de los trabajadores en la gestión de la sociedad, en términos de información, consulta y participación.

Y, quizá, el paso definitivo haya sido la Directiva (UE) 2022/2464 del Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de diciembre de 2022 relativa a la presentación de información sobre sostenibilidad por parte de las empresas, la conocida popularmente como Directiva  Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD por sus siglas en inglés), que supondrá un avance significativo en toda la UE para avanzar en la comparabilidad de la información no financiera de aquí a 2030. Y para el despliegue de la CSRD serán clave la entrada en vigor de los Estándares Europeos de Sostenibilidad (ESRS). La última versión del primer grupo de ESRS fue aprobada por el Grupo Asesor Europeo de Información Financiera (EFRAG por sus siglas en inglés) el 15 de noviembre de 2022 y se encuentra sujeta a revisión editorial antes del envió final a la CE el 22 noviembre 2022. La Comisión espera adoptar este primer grupo de normas para junio 2023. Este primer grupo de ESRS, comprende 12 estándares siguiendo lo establecido en la CSRD, cubriendo los temas de medioambiente, social y gobernanza. Estas incluyen tanto normas transversales como temáticas. Además, la estructura de las normas prevé la publicación estándares específicas para sectores, así como estándares para PYMEs que aún no han sido sometidas al proceso de consulta pública.

Las disposiciones establecidas en la CSRD, entrarán en vigor entre 2024 y 2028 de la siguiente manera: a partir del 1 de enero de 2024, para sociedades ya sujetas a la Ley 11/2018 (que reportarán en 2025 sobre datos de 2024); a partir del 1 de enero de 2025,  para grandes empresas no sujetas actualmente al Directiva de información no financiera (que reportarán en 2026 sobre datos de 2025); a partir del 1 de enero de 2026,  para pymes cotizadas y otras empresas (que reportarán en 2027 sobre datos de 2026); Las PYMEs pueden darse de baja hasta 2028; y a partir del 1 de enero de 2028, para empresas no comunitarias con compromisos significativos en la UE (que reportarán en 2029 sobre datos de 2028).

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Exigencias sostenibilidad

¿Cuál es el reto al que se enfrentan los Consejos de Administracion?

Se persigue un objetivo claro: equiparar progresivamente la información no financiera a la información financiera.

Este proceso, el de la equiparación de las informaciones financiera y de sostenibilidad, tiene unos impactos muy destacados desde la perspectiva de los Consejos de Administración. El impacto es nuclear: si en España las responsabilidades del Consejo en ambas informaciones son equivalentes, (por tratarse de una responsabilidad indelegable y por la obligación de “firmar” tanto las cuantas como el EINF) lo cierto es que, mientras que en el caso de la información financiera los mecanismos de control y supervisión se llevan construyendo desde la aprobación del Plan General de Contabilidad de 1990 en Real Decreto 1643/1990 de 20 de diciembre, en materia de sostenibilidad esos mecanismos se han empezado a desarrollar apenas hace unos años. Y es ahí donde está el reto de la empresa española: en cerrar el gap de desarrollo entre los mecanismos de control y supervisión de ambas informaciones.

El gráfico adjunto, que se incluye en el “V Estudio comparativo de los Estados de Información No Financiera (EINF) del Ibex 35”, hemos analizado cómo está evolucionando desde 2018 hasta hoy la madurez de los instrumentos de control y supervisión de la información de sostenibilidad respecto de los de la información financiera.  En ese gráfico se aprecia el gap de la madurez de los instrumentos con los que cuenta el Consejo para ejercer su rol de control y supervisión. Son estos:: responsabilidad indelegable, políticas, análisis de materialidad, estrategias y objetivos, gestión de riegos, verificación, homogeneidad de los resultados y criterios de remuneración. 

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Exigencias sostenibilidad

¿Cómo han respondido los Consejos de Administracion del IBEX 35 a las exigencias de sostenibilidad en 2022?

Comparación del nivel de desarrollo de estos instrumentos entre el ejercicio de 2021 frente a 2020.

A continuación, describiremos cómo compara el nivel de desarrollo de estos instrumentos entre el ejercicio de 2021 frente a 2020:

  • Responsabilidad. Como ya heos mencionado, en Consejo tiene responsabilidades equivalentes en materia de información financiera y de sostenibilidad, (de hay que el gap sea nulo. Para asegurar su responsabilidad indelegable, en 2021, tan solo el 17% de las compañías del IBEX-35 contaban con un Sistema de Control Interno de la Información No Financiera (SCINFF) que garantizase la calidad y robustez de esta información (igual que en 2020), frente al 100% que contaba con un sistema equivalente para la información financiera.

En 2021, se reforzaron las capacidades de los Consejos del IBEX-35, aumentando el número de perfiles con experiencia en materia ESG. Así, en 2021, el 69% de las compañías tenía entre sus filas consejeros con experiencia en sostenibilidad, frente al 35% en 2020. Además, el 74% de las empresas del IBEX-35 contaba en 2021 con una comisión específica con responsabilidades en materia no financiera a nivel Consejo de Administración.

Para apoyar al Consejo en la ejecución de sus responsabilidades, el 80% de las compañías contaban ya en 2021 con un departamento de Sostenibilidad, frente al 68% de 2020. Además, un 66% de estos departamentos eran independientes de cualquier otra área funcional de la compañía en 2021, frente al 47% del año 2020, adquiriendo un mayor grado de transversalidad.

  • PolíticasEn 2021 no hubo grandes variaciones en cuanto al volumen de empresas del IBEX-35 con políticas de sostenibilidad aprobadas por el Consejo de Administración: 97% en 2021, frente a 94% en 2020. Esto se debe, principalmente, a que muchas de ellas habían sido aprobadas durante el ejercicio anterior. El ámbito que presentó una mayor evolución frente al ejercicio anterior fue el relativo al Código de Conducta para los proveedores, donde un 80% de las empresas del IBEX-35 adoptó uno, frente al 76% del ejercicio anterior.

Entre las políticas más desarrolladas en las empresas del Ibex destacan las siguientes:  Código Ético (100%); Modelo de Prevención de Delitos o Política de cumplimiento (88%); Política General de Sostenibilidad (86%); Política de Medio Ambiente y Política de Diversidad e Inclusión (83%); Politicas de Derechos Humanos  y Código de Conducta para Proveedores (77%). Las políticas menos desarrolladas son la de Política de Seguridad y Salud (66%) y la de Política de Compras Sostenibles (63%)

  • Materialidad. En 2021, el 97% de las empresas del IBEX-35 presentó un análisis de materialidad, frente al 100% de 2020; mientras que el 40% decía haber realizado un análisis de doble materialidad, en comparación con el 9% de 2020. Además, el 9% declaraba haber realizado un análisis de doble materialidad siguiendo las directrices y recomendaciones del EFRAG [1]. 

En este contexto, en 2021 se produjo un aumento de empresas que realizaban consultas a los stakeholders, que pasaron a representar un 86%, frente al 79% en 2020. Además, en 2021 el 86% de las empresas del IBEX-35 detallaba el proceso de consulta y de elaboración del análisis de materialidad, frente al 62% del 2020. Adicionalmente, en 2021, el 97% de las empresas realizaba una revisión de la materialidad de manera anual o bianual.

  • Estrategia. El 80% de las empresas del IBEX-35 incluía estrategias con objetivos cuantificables y medibles a corto plazo en 2021, frente al 74% en 2020. Por el contrario, el número de empresas que incluía estrategias de sostenibilidad a largo plazo se mantuvo constante en comparación con 2020, situándose en torno a un 35%.

En materia de fijación de objetivos, es necesario diferenciar tres tipos de objetivos: ambientales, sociales y de gobierno. Por los que respecta a los primeros, el 91% del IBEX-35 había establecido objetivos ambientales a corto plazo en 2021 (85% en 2020) y el 83% lo hizo a largo plazo (76% en 2020) con compromisos Net Zero para antes del 2050. Por lo que respecta a los objetivos sociales, en 2021, el 71% de las empresas del IBEX-35 había adoptado compromisos a corto plazo en relación con sus empleados (79% en 2020), el 49% relativos a la cadena de suministro (50% en 2020), y el 66% relacionados con el impacto social (50% en 2020); y sobre objetivos a largo plazo, el 26% de las empresas había fijado objetivos a largo plazo en materia de empleados, y el 20% en relación con el impacto social. Indicadores que el año pasado se encontraban por debajo del 10%. Por ultimo, en lo que respeta a los objetivos de gobierno corporativo, el 80% (62% en 2020) de las compañías había definido objetivos a corto plazo.

  • RiesgosEl 91% de las empresas destacaba en su informe de 2021 que habían realizado un análisis de riesgos en materia ESG (85% en 2020), y el 80% detallaba cómo se había realizado este análisis, lo que supone un descenso frente a 2020, cuando el 91% de cotizadas daban detalle sobre ese análisis.

El sistema de gestión de riesgos, como se ha mencionado previamente, ayuda a las empresas a crear valor a largo plazo. En este contexto, durante 2021, el 49% de las empresas decidieron reportar y analizar los riesgos en materia de sostenibilidad en el largo plazo (26% en 2020).

Entre las categorías de riesgos identificadas y reportadas por las empresas del IBEX-35 en 2021, destacaban las Medioambientales. En 2021, el 91% de las empresas estudiadas reportaron sus riesgos medioambientales y de cambio climático, sin variación respecto de 2020. Otra temática destacada en este sentido es la de Derechos Humanos, pues el 83% de las empresas objeto de estudio realizó un análisis de sus riesgos en este contexto en 2021, frente al 38% del 2020. Algo similar ocurrió con el área de Corrupción y Soborno, ya que el 89% de las empresas incluyó este tipo de riesgos en su análisis correspondiente frente al 65% del 2020.

De este análisis se desprende que la consideración de los riesgos medioambientales se ha reforzado frente a los ejercicios anteriores. El 89% de las empresas del IBEX-35 integraba las recomendaciones del TCFD en su análisis de riesgos en 2021, frente al 53% del ejercicio anterior. El 80% incluía sus riesgos climáticos físicos, frente al 59% del 2020. En línea con lo anterior, el 77% de las empresas estudiadas recogía expresamente sus riesgos climáticos de transición, en comparación con el 56% en 2020. En 2021, también se puso de manifiesto un aumento de las empresas del IBEX-35 que disponía de provisiones y garantías medioambientales del 47% en 2020 al 60% en 2021.

En este contexto, merece la pena destacar las conclusiones presentadas en el IV Global Climate Risk Disclosure Barometer de EY, publicado el pasado 14 de noviembre, que evidencia una evolución positiva en términos de la cobertura de las divulgaciones de riesgos climáticos en España en 2021, con un nivel de alineamiento con las recomendaciones de TCFD superior al registrado en años anteriores, especialmente en materia de Gobierno y Estrategia. En el resto de las áreas de divulgación estudiadas por el Barómetro, en términos de cobertura, España se posiciona por encima de la media global tanto en análisis de riesgos y oportunidades como en análisis de escenarios y publicación de estrategias en materia climática. Por otro lado, la calidad de las divulgaciones de las empresas analizadas en España se encuentra a un nivel similar a la de los países del entorno y varios puntos por encima de la media global.

  • VerificaciónLa propia ley 11/2018, establece que la información que se publica en los EINF debe ser verificada externamente, de forma análoga a lo que sucede con la información financiera. El objetivo es garantizar que lo que está publicado en los informes es veraz y representa fidedignamente la situación de la empresa, de manera que los accionistas y todos los stakeholders a los que se dirige la información puedan confiar en ella.

Conviene destacar que hay dos niveles diferentes de aseguramiento: el limitado y el razonable. El aseguramiento razonable es el mayor nivel de aseguramiento posible, y con él se presenta la información financiera. Implica procedimientos más amplios y exhaustivos, reduciendo el riesgo hasta un nivel aceptable que permita al profesional emitir su conclusión en términos de seguridad positiva. El aseguramiento limitado, por su parte, reduce el riesgo de errores materiales hasta un grado aceptable, pero no tanto como el razonable, ya que se emplean procedimientos menos exhaustivos. Esto permite al verificador emitir su conclusión en términos de seguridad negativa, pudiendo concluir que, a la luz de la información presentada por la compañía y con el proceso realizado, no hay indicios para pensar que la información no ha sido preparada adecuadamente en todos sus aspectos materiales.

¿Qué nivel de aseguramiento ha sido utilizado para la verificación de los informes en el IBEX-35? El 100% de las empresas del IBEX-35 ha presentado sus Estados de Información No Financiera verificados con un nivel de aseguramiento limitado. Bajo este nivel de aseguramiento, los verificadores externos de todas las compañías del IBEX-35 han emitido un informe de verificación sin salvedades por segundo año consecutivo.

Además, en 2021, un 9% de las compañías cuenta ya con algunos indicadores particulares de estos informes verificados con aseguramiento razonable (ciertos indicadores GRI). Hay que tener en cuenta que, para que avance el aseguramiento razonable de la información de sostenibilidad y se acerque a la información financiera es imprescindible que las compañías desarrollen sus sistemas de control interno de la información no financiera (SCIINF).

  • Resultados y homogeneidad de las métricas. Uno de los principales retos a los que debe hace frente la divulgación de información no financiera, es el de la homogeneidad y la comparabilidad de los resultados. La estandarización de los indicadores de sostenibilidad es cada vez mayor gracias a la evolución de la legislación y de los estándares globales en este sentido. No obstante, como se ha puesto de manifiesto en los Estudios Comparativos de los Estados de Información No Financieros de IBEX-35 realizados por EY desde hace 4 años, se siguen encontrando diversas formas de cálculo y presentación de un mismo indicador.

En 2021 el número de formas utilizadas para la presentación de un mismo indicador en materia de sostenibilidad por parte de las empresas del IBEX-35 no disminuyó, sino que se mantuvo constante e incluso aumentó para el 50% de las categorías estudiadas, dificultando la comparabilidad de la información. Más concretamente, el número de formas de presentación aumentó para el 50% de los indicadores estudiados, mientras que se mantuvo constante para el 50% restante.

La temática menos homogénea en materia de divulgación de la información fue la relativa a empleados, habiéndose contabilizado hasta 37 maneras diferentes de presentar a las categorías profesionales en 2021. Se espera que, la llegada de los European Sustainability Reporting Standards (ESRS) emitidos por EFRAG el 15 de noviembre de 2022, y que se espera sean adoptados en junio de 2023, acelere este proceso de unificación de metodologías de reporte.

  • RemuneraciónOtro de los ámbitos para los que se observa una evolución positiva frente a 2020, es el de la incorporación de criterios ESG en la retribución de los directivos.  En ese ejercicio, un 66% de las empresas incorporaba criterios ESG a la remuneración de sus directivos, frente al 44% del 2020.
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Exigencias sostenibilidad

Una mirada de futuro

El paquete regulatorio europeo en materia de ESG ha incrementado e incrementará aún más la cantidad y calidad del reporte en ESG de las empresas europeas.

La CSRD y los ESRS van a suponer un paso definitivo hacia la equiparación de la información financiera y la de sostenibilidad. En los próximos años veremos cómo ese gap existente entre los instrumentos con los que el Consejo cuenta para ejercer su rol de control y supervisión para ambas informaciones, se va cerrando aceleradamente. Desde EY pensamos que si, como establece la CSR, se hace definitivamente obligatorio el aseguramiento razonable en 2030 para la información de sostenibilidad, el gap que hemos descrito se cerrará definitivamente. Por tanto, si ya sabemos cuál es el la meta final, parece claro que habrá que ir preparándose para llegar en condiciones. Algunas empresas, como los buenos maratonianos, ya han empezado el entrenamiento y han comenzado a correr; otras aún están en proceso de reflexión, quizá pensando que queda tiempo. Cada uno sabrá cuál es la mejor estrategia a seguir, pero los tiempos son claros. ¡A por ello!



Resumen

Si analizamos con un cierto detalle todo este paquete regularorio hard y soft law, descubriremos que se persigue un objetivo claro: equiparar progresivamente la información no financiera a la información financiera.  Tanto es así que la nueva directiva da dos pasos importantes: un semántico (elimina la expresión información no financiera y la denomina de sostenibilidad porque parte de una premisa: la sostenibilidad también general impactos financieros) y otro nuclear (se prevé que, a partir de 2028, las empresas tendrán que someter sus datos de sostenibilidad a un proceso de aseguramiento razonable, que es el mismo que se sigue en la auditoria de los estados financieros).

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