Hidrógeno verde, la importancia de una estrategia local

Hidrógeno verde, la importancia de una estrategia local

El Gobierno ya ha aprobado una hoja de ruta, que prevé un objetivo de 4GW de electrolizadores para 2030.

En los últimos meses hemos sido testigos de la vulnerabilidad de muchos países por su dependencia de fuentes fósiles importadas, como es el caso de nuestro país. El encarecimiento del gas en los mercados internacionales, por factores exógenos, nos ha afectado de lleno no sólo en los precios de la electricidad, sino en la competitividad empresarial. Y en especial a los sectores más intensivos en consumo energético, como es el azulejero o el del transporte, en esta Comunidad.

Por ello, contar con una clara apuesta por las energías renovables a medio plazo es esencial para que reduzcamos nuestra dependencia energética del exterior y logremos otros objetivos relevantes. Entre ellos, la reducción de emisiones, la creación de empleo y una mayor vertebración del territorio y desarrollo de las cadenas de valor locales.

Un ejemplo de esta apuesta lo constituye el hidrógeno verde, es decir, aquél producido a través de la electrólisis utilizando electricidad proveniente de fuentes renovables, que jugará un importante papel en la descarbonización de aquellos sectores de difícil electrificación: de nuevo, algunos modos de transporte y también en el sector de la cerámica o de la química.

El Gobierno ya ha aprobado una hoja de ruta, que prevé un objetivo de 4GW de electrolizadores para 2030, y ya se cuenta con un PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica), y con una financiación pública de más de 1.500 millones de euros (componente 9 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia).

Sin embargo, para su desarrollo será esencial contar con la colaboración público-privada, en la que tanto la administración como las instituciones y las empresas trabajen conjuntamente. Esta colaboración la podemos observar en las estrategias del hidrógeno que se han ido aprobando en diversas regiones, como en la Comunidad Valenciana.

Para su despliegue, es preciso hacer frente a diversos retos, entre los que destacaría los siguientes.

El primero, sería necesario promover su competitividad en costes, lo que constituye uno de los principales obstáculos para su desarrollo.

En segundo lugar, la aprobación del sistema de Garantías de Origen, ya en borrador, que ponga en valor el origen renovable del hidrógeno y otros gases renovables.

En tercer lugar, la simplificación administrativa de los trámites para la operación y ejecución de instalaciones de producción de hidrógeno verde.

Y, por último, la homogeneización de los procedimientos administrativos de las diferentes Comunidades Autónomas para la construcción de las plantas.

En este contexto, será esencial promover la colaboración público-privada, muy en línea con las estrategias que se han ido aprobando, también en la Comunidad Valenciana.

Publicado en Levante

Resumen

El Gobierno ya ha aprobado una hoja de ruta, que prevé un objetivo de 4GW de electrolizadores para 2030, y ya se cuenta con un PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica), y con una financiación pública de más de 1,500 millones de euros. Pero para su desarrollo, será esencial contar con la colaboración público-privada, en la que la administración y las instituciones y empresas trabajen conjuntamente.


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