La nueva movilidad y la electrificación del automóvil están llevando a la aparición de un nuevo paradigma en la industria de los componentes.
La industria española de componentes para automoción es una de las principales industrias del país. Es una industria sólida, innovadora, competitiva y presente en más de 170 países y los fabricantes de equipos y componentes para automoción llevan muchos años desarrollando tecnologías y productos para que los vehículos sean más eficientes y seguros y sus procesos de fabricación más sostenibles.
Como responsables del 75% del valor final del vehículo, los proveedores de automoción fabrican componentes para todo tipo de motorización, incluida la híbrida y la eléctrica. Si algo caracteriza a la industria española de componentes es su flexibilidad y capacidad de adaptación a las necesidades del mercado. Además, su alta inversión en I+D+i les permite estar siempre a la vanguardia tecnológica para poder seguir ofreciendo las soluciones tecnológicas más adecuadas.
Por otra parte, el sector de Automoción está comprometido con la descarbonización, pero en el camino, debe respetarse el principio de neutralidad tecnológica. Todas las tecnologías son importantes para conseguir los objetivos de descarbonización bajo el criterio de eficiencia. Es necesario contar con un adecuado mix de tecnologías (eléctricos e híbridos, GLP/GNC/GNL, diésel y gasolina avanzados) para poder garantizar la movilidad de todas las personas y de mercancías.
Por supuesto, la hibridación y la electrificación son las principales medidas que se está adoptando desde el sector de automoción. Sin embargo, la actual generación de vehículos eléctricos se enfrenta a varios retos, especialmente en el ámbito de la batería, para dar solución no sólo a automóviles particulares, sino también taxis, furgonetas de reparto, coches de policía, ambulancias y autobuses.
En la medida que el coste, autonomía y reciclabilidad de la batería sean optimizados para la producción en serie, se marcará la velocidad de adopción en masa de estos vehículos por parte de los usuarios. Por este motivo, creemos que al igual que se desarrollaron plataformas de chasis donde se compartían de forma inteligente para un gran número de modelos de vehículos, la dirección, la suspensión, los frenos, o los airbags, la futura generación de battery packs requerirá de un enfoque similar, considerando sistemas escalables , a partir de los cuales, tanto automóviles de diferente segmento y vehículos comerciales, puedan compartir el mayor número posible de componentes, considerando arquitecturas escalables que deriven en soluciones adaptadas a cada necesidad.
Nos encontramos pues en un momento histórico. Las mejoras en eficiencia del motor, en iluminación, en seguridad y en confort, de los últimos 70 años no habían requerido simultáneamente de un esfuerzo de inversiones tan grande como el que exige el desarrollo en paralelo de estos 2 objetivos: la electrificación y la automatización para la nueva movilidad.
Es imprescindible que desde el Gobierno de España apoye esta apuesta de transformación de un sector tan estratégico, atrayendo fondos europeos para la financiación de los proyectos (en línea con las prioridades de descarbonización y digitalización planteadas por la Comisión Europea en el Pacto Verde), promocionando la imagen de España como destino de nuevos proyectos e inversiones (industriales y de investigación) de carácter internacional y anclando así, la actividad industrial del tejido de empresas fabricantes de automoción y la del resto de sectores implicados.
Estaremos garantizando el futuro de nuestra industria y, con ello, el avance hacia una movilidad cada vez más sostenible.