Nuestro país ha tenido que afrontar todos estos acontecimientos, en paralelo a la necesidad de dar respuesta a fenómenos más estructurales, pero igualmente prioritarios para nosotros como el cambio climático; el envejecimiento poblacional; el vaciamiento demográfico de buena parte de nuestro territorio; el cambio tecnológico o, más recientemente, las tensiones comerciales y el proceso de “glocalización”, por citar tan solo algunos de los más acuciantes.
Ante ello, son muchos los recursos y esfuerzos necesarios, pero entendemos que hay uno que se nos hace indispensable: garantizar que seguimos disponiendo de una Administración pública que sepa responder a todos estos desafíos y sea capaz de ofrecer respuestas de forma eficiente y fiable, escuchando, entendiendo e incluso anticipando las necesidades de los ciudadanos.
Y es de esta reflexión de donde surge nuestra inquietud y ambición de aportar al debate público algunas claves sobre los pasos a dar para, partiendo de la situación actual, reforzar las capacidades de la Administración pública que, cada vez en mayor medida, debe hacer frente a más y mayores retos. Un trabajo al que han contribuido extraordinarios académicos, gestores públicos y profesionales de la consultoría con sus experiencias y recomendaciones tras años ejerciendo importantes responsabilidades.
El objetivo no es sencillo. Han sido muchos y de mucha calidad los trabajos ya realizados hasta la fecha sobre cómo hacer más eficiente la Administración o cuáles son las necesarias reformas que deben acometerse. Por ello, pese a las extraordinarias aportaciones, nuestro enfoque es humilde. No aspiramos a ofrecer la fórmula mágica, tanto tiempo buscada, que nos permita alcanzar ese funcionamiento óptimo de la Administración. Lo que hemos pretendido es, simplemente, tras un análisis y diagnóstico preliminar, identificar cuáles podrían ser los pilares estratégicos sobre los que, desde el acuerdo, en lo posible, y a través de un esfuerzo continuado, debería actuarse para acercarse a ese objetivo final, una Administración que, con parámetros de eficiencia, responda a tantas necesidades.
Con este análisis esperamos contribuir, en ese momento trascendente que vive España, a un debate fructífero que dé lugar a un nuevo impulso a la transformación de nuestra Administración, reto continuo que nunca termina. Las ideas y medidas recogidas en este informe pretenden orientar este esfuerzo transformador con el objetivo de hacer de la Administración española una herramienta cada vez mejor orientada a dar respuesta a las exigencias de un mundo cambiante y de una sociedad con crecientes necesidades.