Nota de Prensa
14 oct. 2024 

EY presenta las claves para que las empresas españolas afronten los desafíos de la Autonomía Estratégica Europea

Informe de EY Insights: "La empresa Española ante la Autonomía Estratégica Europea”

Contacto de prensa

  • El informe pretende maximizar las oportunidades y minimizar los desafíos que la Autonomía Estratégica implica en el tejido empresarial nacional.
  • En su elaboración han participado 25 de las mayores empresas y asociaciones sectoriales españolas, junto con un consejo asesor compuesto por más de 30 expertos del sector público, la academia y la empresa privada.
  •  Identifica como principales vulnerabilidades de la UE, su dependencia energética exterior del 62,5%, la reducción a la mitad del peso de los proveedores locales en la nube, la concentración en China como origen del 80% de las importaciones extracomunitarias de activos para antibióticos o que EEUU sea el destino del 62% del gasto europeo en material de defensa.
  • El estudio insta a la creación de un Consejo de Seguridad Económica y Autonomía Estratégica, así como al refuerzo por parte de las empresas de sus capacidades de análisis y previsión de riesgo político y geoestratégico, entre otras medidas.

De izda. a dcha.: Marta Blanco, directora de Relaciones Institucionales de la   CEOE; Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa; y Fede Linares, presidente de EY España

 

EY Insights ha presentado hoy el informe “La Empresa Española ante la Autonomía Estratégica Europea”, con el objetivo de facilitar el diálogo entre responsables políticos, empresas y el ámbito académico, además de contribuir a un mejor entendimiento de la situación actual. El estudio visualiza las prioridades nacionales necesarias para desplegar eficazmente esta nueva estrategia europea. Se trata de un análisis exhaustivo de desafíos y oportunidades a los que se enfrenta el tejido productivo español en el nuevo contexto geopolítico y económico de Europa.

La UE se enfrenta a un nuevo marco competitivo que ha puesto a prueba su capacidad de resiliencia. La pandemia del COVID-19, la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania y la creciente competencia entre China y EE.UU. han revelado dependencias y vulnerabilidades externas. En materia energética, la UE tiene una dependencia exterior del 62,5%. En el ámbito digital, destaca que el mercado de la nube europeo se ha multiplicado casi por cinco mientras el peso de sus proveedores locales en él se ha reducido más de la mitad. En el ámbito sanitario, China concentra el 80% de las importaciones extracomunitarias de activos para antibióticos. O en materia militar EE.UU. es el destino del 62% del gasto europeo en material de defensa. Una realidad ante la que las instituciones europeas están reaccionando impulsado varias iniciativas para reducir los principales riesgos asociados a este contexto, asegurar la competitividad económica y mantener el liderazgo en sectores estratégicos.

De entre estas iniciativas, destacan el impulso a la producción nacional de bienes, servicios y materias primas, la limitación del control de actores rivales en compañías o sectores estratégicos, las restricciones a la exportación de productos sensibles a determinados mercados, la mejora de la eficiencia de recursos energéticos, agrícolas o sanitarios y la sustitución de materias primas y componentes por alternativas más sostenibles. Estas medidas tienen un evidente impacto potencial en el tejido productivo europeo y, por ende, español, y a su vez, requieren de su implicación para poder ser desplegadas de manera efectiva.

Para España, la cuarta economía de la UE, este nuevo entorno presenta tanto retos como oportunidades. El informe subraya la importancia de que las empresas españolas adapten sus estrategias para afrontar este escenario. Entre los principales desafíos figuran las posibles disrupciones en las cadenas de suministro, la rigidez del marco regulatorio y la dificultad para acceder a financiación y talento cualificado. Pero el informe también identifica importantes oportunidades para las empresas españolas. Entre ellas, se encuentran la diversificación de proveedores, el aprovechamiento de nuevos instrumentos de financiación y defensa comercial y las iniciativas comunitarias de cooperación internacional. Además, España presenta ventajas competitivas en sectores como las energías renovables, la salud, las finanzas, la biotecnología, el textil, la defensa, la automoción, la digitalización y las infraestructuras.

El estudio concluye con una serie de recomendaciones, tanto para el sector público como para el privado, articuladas en cuatro ejes: preparación, promoción, protección y asociación. Estas recomendaciones incluyen la creación de un Consejo de Seguridad Económica y Autonomía Estratégica, el desarrollo de una política industrial y de innovación integrada, la limitación del control de actores rivales en sectores estratégicos y la promoción de alianzas colaborativas con países afines.

Durante su intervención, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, afirmó que "España y su tejido empresarial se encuentran en un momento espectacular para tomar el liderazgo en las oportunidades venideras y reforzar la competitividad y productividad a nivel internacional, apostando por la identidad europea".

Asimismo, Marta Blanco, directora de Relaciones Institucionales de la CEOE, destacó que “las empresas necesitan las mejores condiciones para acceder a los mercados exteriores en términos de inversión, en términos de productos y de servicios, pero también necesitamos una diversificación geográfica de nuestros suministros, precisamente para tener una industria europea más resiliente”. Y añadió que "la Unión Europea, no solo cuenta con un elevado grado de dependencia exterior con respecto a las fuentes de energías fósiles, sino con todas aquellas materias primas que son necesarias para la transformación digital y para la transición verde”.

Por su parte, Federico Linares, presidente de EY España, resaltó que “esta nueva realidad internacional se presenta como un desafío trascendental para las empresas europeas y españolas, que se ven forzadas a rediseñar sus estrategias y redefinir sus objetivos, al tiempo que surgen oportunidades en forma de nuevos mercados y a través de políticas públicas, incentivos e instrumentos financieros, como la iniciativa Global Gateway o los fondos NextGenerationEU". Por ello, añade “a la luz de este contexto, las empresas españolas deberán aumentar sus capacidades de análisis y previsión de riesgo político y geoestratégico”.

Además, Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, en su intervención a través de vídeo, afirmó que “no debemos considerar la Autonomía Estratégica Abierta una amenaza, sino una oportunidad para resolver las asimetrías existentes y reforzar nuestras relaciones comerciales, asegurando que podemos aportar valor para nosotros mismos y también para el resto del mundo. Es la mejor garantía para mantener nuestra economía en el camino de la prosperidad y la competitividad”.