- El crédito al consumo será el único segmento que crecerá en 2023, con un aumento del 3,1%, en tanto que los créditos a empresas descenderán en un 2,1%.
- Las hipotecas registrarán una caída del 1,7%, en un entorno de endurecimiento de la oferta y subidas de tipos de interés.
- En términos macroeconómicos, se prevé que España se beneficie en los próximos meses de una relajación en la inflación y la mejora del empleo, y registre un crecimiento económico en 2023 superior al de sus homólogos europeos, del 2,2% este año y del 1,3% en 2024.
La financiación a familias y empresas no financieras caerá este año un 1,2%, el doble que el año pasado, si bien se recuperará a partir del próximo ejercicio, con un repunte del 1,2% y del 3,2% en 2024 y 2025, respectivamente, según el último informe “EY European Bank Lending Economic Forecast”, publicado hoy.
En un entorno de altos tipos de interés, el informe sostiene que las condiciones de financiación seguirán endureciéndose, lo que impactará en la demanda, y también en la morosidad, que crecerá hasta el 4,2% en 2023.
Por segmentos, sólo los créditos al consumo se salvarán del descenso, con un aumento previsto para este año del 3,1%, aunque lejos de los crecimientos previos a la pandemia. Detrás de este aumento se encuentra, entre otros motivos, la mejora de las perspectivas del mercado laboral.
La financiación a empresas no financieras caerá en 2023 en un 2,1%, en tanto que la financiación hipotecaria se retraerá en un 1,7%. Este último fenómeno se debe en gran medida a la estructura de las hipotecas en España, donde predominan los contratos de tipo variable. Esto implica que el mercado inmobiliario español se ve afectado antes por el encarecimiento de la política monetaria en comparación con otros países de Europa. Otro factor de influencia es el endurecimiento de los criterios de concesión de hipotecas, que fue mayor en España que en otros países. Para 2024, se espera que vuelva el crecimiento con un 0,4%.
La proporción de préstamos morosos se ha mantenido más alta en España que en las otras grandes economías de la eurozona, aunque en general los niveles son bajos comparados con otras épocas anteriores, debido al proceso de desapalancamiento del sector privado registrado en la última década. Para este año se espera una tasa de morosidad del 4,2%, frente al 3,5% del año 2022. Para 2024 se espera que siga creciendo hasta el 5,8%.
El informe realiza un diagnóstico favorable de la economía española, a la que augura un mejor comportamiento en crecimiento que sus homólogos europeos. Con una importante recuperación de los servicios, en especial en el turismo, una mejor dependencia de la energía y un empleo que está recuperando impulso, España crecerá este año un 2,2%, frente al 0,8% que se preveía el otoño pasado. Se prevé que el crecimiento se ralentice hasta el 1,3% en 2024.
Pedro Pérez, socio responsable de FSO en EY España, ha destacado las oportunidades para los próximos ejercicios. “Pese a las incertidumbres que nos rodean, podemos ser optimistas de cara a los próximos años, con un ciclo de subida de tipos que está llegando a su fin y una inflación cada vez más controlada. Además, estamos convencidos de que el despliegue de los fondos NGEU impulsarán significativamente la inversión y dinamizarán la actividad de financiación de las entidades de crédito”.
En su opinión, “todo esto debe verse como una oportunidad para los bancos españoles de mejorar sus estrategias de gestión de riesgos y atención a los clientes, de modo que puedan continuar la senda de fortalecimiento del sector bancario iniciada tras la crisis financiera de 2007”.