El contador se puso a cero en marzo de 2020 no sólo para las empresas, sino también para las personas que forman parte de las mismas. El coronavirus ha sido un punto de inflexión a nivel mundial que nos ha obligado a reflexionar sobre la forma en la que vivimos, trabajamos y nos relacionamos con los demás. Y al mismo tiempo, ha planteado un escenario que nos ha obligado a, de un modo u otro, reinventarnos.
Con este punto de inflexión, las empresas tratan de hallar palancas que ayuden a esa reinvención, de tal forma que también las preparen para futuros inciertos y a la hora de abordar sus planes de recuperación. Son muchas las que están inmersas en procesos de transformación y, para ello, están poniendo en el centro de esa reflexión el valor de las personas como eje principal sobre el que articular las medidas a tomar. Así se pone de manifiesto en el último informe realizado por enClave de Personas y EY “Recuperación de la actividad económica: impacto en la gestión de personas”, en el que han colaborado los directores de RRHH de las principales empresas españolas. Un documento que pone de manifiesto que las personas son la clave para el éxito de las organizaciones, máxime en tiempos de incertidumbre.