20. Las empresas se enfrentan a cuatro retos fundamentales para dar cumplimiento a las obligaciones de reporte:
- La gestión del dato en todos sus aspectos (digitalización, trazabilidad, sistemas de información, gestión y control). La trazabilidad supone un reto relevante ya que los sistemas de información financiera no contemplan la granularidad necesaria para vincular la contabilidad con las actividades económicas contempladas por la Taxonomía y el desglose necesario para vincularlas con el cumplimiento de los criterios técnicos. Además, en muchos casos la información analizada corresponde a actividades diferentes a las principales fuentes de ingresos o destino de las inversiones (actividades secundarias o transversales). Es importante recordar que las actividades más frecuentemente reportadas son las asociadas a energías renovables y eficiencia energética.
- La aplicación de los criterios técnicos que se detallan para cada una de las actividades contempladas por la Taxonomía Europea. Para entender este reto, hay un dato relevante: hay un conjunto de empresas que, a pesar de divulgar un elevado nivel de elegibilidad (mayor o igual al 70%), muestran un alineamiento menor del 0,5%. Esta diferencia entre los resultados de elegibilidad y alineamiento radica en la dificultad de estas empresas para cumplir con los nuevos y exigentes criterios de contribución sustancial, DNSH y salvaguardas mínimas sociales.
- La evolución del criterio de reporte. La Taxonomía es un marco regulatorio de reciente desarrollo y cuya complejidad está suponiendo una gran dificultad para el mercado. EL hecho de que el 24% de las empresas españolas hayan reexpresado en 2022 su información relativa al ejercicio anterior muestra que estamos ante un marco de reporte que requiere consolidarse.
- La gestión del perfil taxonómico. Ante el reporte de datos tan dispersos en el mercado, es fundamental que las compañías sean transparentes en relación a su metodología de cálculo de los indicadores y sobre el contexto en el que se generan los resultados correspondientes a los indicadores a reportar. Una explicación sobre el peso que tienen para su modelo de negocio las diferentes actividades que desarrollan y cómo los resultados varían en el tiempo es clave para que el mercado entienda y pueda utilizar dicha información.
21. La principal oportunidad de las empresas al reportar sus datos de taxonomía reside en el análisis profundo de los gaps existentes en sus indicadores. En concreto, estos son los gaps a los que hay que prestar atención:
- Gaps en los criterios de contribución sustancial. Permitirán entender cómo contribuir mejor a la protección del medioambiente para planificar mejoras concretas asociadas a las operaciones.
- Gaps de Do Not Significant Harm (DNSH). Ayudarán a evitar consecuencias indeseadas o difíciles de anticipar.
- Gaps de salvaguardas mínimas sociales. Ayudarán a robustecer la debida diligencia de las empresas en cuestiones sociales y de gobernanza, indispensables para la operación a largo plazo.