Al publicar informes, algunas empresas quieren contar todo, de todo y a todos. Los inversores y otros stakeholders llevan años quejándose del reporting financiero. Sin embargo, muchas empresas siguen elaborando los mismos informes financieros sin variar el formato.
La forma de informar sobre tu ruta hacia la descarbonización puede y debe ser diferente. Traza un plan claro, convincente y creíble para eliminar las emisiones de carbono de tu empresa y crear valor. Detallar una historia ambiciosa en la que los stakeholders puedan creer y confiar, con objetivos cuantificados y acciones específicas, ayudará a generar confianza en tu plan de descarbonización.
La historia que cuentes será tu propuesta para formar parte del futuro. Asimismo, sería un error malgastar las ganas y la energía dedicadas a los informes de los aspectos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo sin proporcionar los datos pertinentes y de calidad garantizada que los hacen realmente valiosos para los distintos stakeholders. Por ejemplo, nuestro estudio muestra que solo el 53 % de los Pacesetters está llevando a cabo una medición continua de las emisiones y nada más que el 55 % avala con un control externo sus declaraciones anuales de emisiones.
El reporting de sostenibilidad puede llegar a ser tan complejo y laborioso como cualquier otra pieza de la hoja de ruta del proceso de descarbonización. La mayoría de los marcos de reporte de la información no financiera son mucho más complejos que los que se utilizan en la información financiera. No hay más que comprobar el número de indicadores que se manejan en una y en otra información y las materias que se tratan, para darse cuenta de que la recopilación de datos, los sistemas de información no financiera, los sistemas de control interno, y todos los procedimientos internos para desarrollar el informe de sostenibilidad son infinitamente más complejos en la información de sostenibilidad que en la financiera. Y no siempre se entiende por qué existe la necesidad de comunicar cierta información. La dificultad de mejorar estos sistemas puede suponer un obstáculo para un buen reporting.
¿Eres capaz de simplificar y avanzar más rápido centrándote en lo que importa de verdad a los stakeholders y en las diferencias entre ellos? ¿Y si informaras solo de lo que importa, y nada más que sobre eso? ¿Y si te centras exclusivamente en el cuadro de mando ESG que presentas en el Comité de Direccion o en el Consejo de Administracion y te olvidas de lo demás? ¿Y si jerarquizas los indicadores no financieros en tres niveles (A, B y C) y te centras solo en los A. Si dedicaras menos tiempo y recursos al reporting de los stakeholders y más tiempo a interactuar con ellos, los beneficios se multiplicarían.
Resulta útil empezar pensando en el compromiso y proceder retrospectivamente desde ahí. Identifica las mayores áreas de riesgo para tu reputación y las oportunidades de creación de valor más prometedoras, así como lo que estás haciendo con respecto a ambas. A continuación, compáralas con un análisis de reporting innegociable desde una perspectiva normativa y de cumplimiento. Esto te marcará el camino, es decir, la historia que definirá tu empresa.
Cuando comprendas tu historia, podrás definir qué hechos y datos necesitas para narrarla y, así, obtener garantías en torno a ellos, en lugar de en torno a cualquier cosa. Contar una historia clara, creíble y convincente acelerará tu proceso de descarbonización.