La cuarta edición anual de la Encuesta Europea de Valor a largo plazo y Gobierno Corporativo de EY, basándose en las opiniones de 200 CEO y otros directores ejecutivos, intenta dar respuesta a una pregunta: ¿Cómo pueden los consejos convertir la sostenibilidad de un deseo a una realidad?
Para dar respuesta a esta pregunta, el estudio sugiere que los consejos de administración deben responder de manera proactiva, alentando a la dirección de sus organizaciones a incorporar la sostenibilidad como un imperativo comercial y racionalizando las inversiones para que se asignen recursos a proyectos que supongan motores de crecimiento, generen un impacto positivo, impulsen el rendimiento financiero y cumplan con sus promesas.
El informe también destaca la importancia de la gobernanza en la innovación de modelos de negocio sostenibles. Según la investigación, las organizaciones más avanzadas en materia de Gobierno Corporativo (los ‘líderes’) están mejor situadas para cuestionar el enfoque de los directivos, controlar la distribución del capital y exigir una mayor ambición. En comparación con el resto de organizaciones (los ‘seguidores’), los líderes tienen una visión estratégica más clara de cómo la sostenibilidad puede contribuir a la creación de valor, tienden a ir más allá del estricto cumplimiento de la normativa de sostenibilidad y están mejor posicionados para aprovechar el potencial de la inteligencia artificial (IA) aplicada a este campo.
El informe destaca que los consejos de administración más eficaces no se limitan a tener una visión sobre posibles escenarios para sus organizaciones, sino que además desempeñan un papel activo a la hora de instar a la dirección a tomar las decisiones correctas para garantizar la estabilidad de la empresa a largo plazo de forma que pueda hacer frente a todos los desafíos del futuro.
Para impulsar la sostenibilidad, el informe propone tres líneas de avance para los consejos de administración
Primera: Insistir a los órganos de direccion sobre la importancia de la sostenibilidad para la empresa
La primera línea de trabajo plantea que, desde el consejo, se insista a los órganos de direccion sobre la importancia de la sostenibilidad para la empresa como eje de generación de valor en el largo plazo, especialmente en este momento en el que puede percibirse una ola Anti ESG debido a desafíos como la volatilidad geopolítica y la incertidumbre macroeconómica.
Por ello, el informe insiste en que se hace necesario insistir al CEO y al resto de la dirección ejecutiva para que integren la sostenibilidad en la estrategia de la organización y hacer de ella no solo un ejercicio de cumplimiento, sino un eje clave para gestionar eficazmente tanto los riesgos asociados al negocio como las oportunidades de negocio asociadas a la sostenibilidad y que permitan un crecimiento rentable en el largo plazo.
Esta línea de trabajo se explica tras la lectura de dos datos relevantes. Por un lado, menos de una cuarta parte (24%) de los encuestados afirma estar completamente satisfechos en relación con contar con una visión estratégica clara, respaldada por un análisis creíble de cómo abordar sus prioridades ESG para lograr sus objetivos de creación de valor. Por otro, el 60% de los encuestados afirma que existen diferencias de opinión en el equipo directivo sobre cómo equilibrar las consideraciones a corto plazo con las inversiones a largo plazo y el crecimiento sostenible.
Y es que los consejos de administración desempeñan un papel crucial tanto en la gestión de riesgos como en la de la identificación de oportunidades de creación de valor a largo plazo.
Respecto de los riesgos, en esta edición del informe se indica que los inversores consideran que el cambio climático y la gestión medioambiental son prioridades importantes para los consejos en 2024 porque existen ya evidencias de que los riesgos ESG tienen potencialidad suficiente para convertirse en riesgos financieros.
Respecto de las oportunidades, también se desprende de los resultados del estudio que las empresas no están aprovechando la sostenibilidad como una fuente de diferenciación y crecimiento. En lugar de buscar innovación en sus modelos de negocio o nuevos proyectos centrados en la sostenibilidad, las empresas están enfocadas en otros criterios, como obtener la lealtad de empleados y clientes. El grupo al que hemos considerado como líderes muestra una mayor ambición al priorizar oportunidades únicas y el crecimiento para convertir la sostenibilidad en una ventaja competitiva. La falta de ambición a la hora de transformar el negocio refleja las difíciles decisiones estratégicas que las empresas deben tomar. Sin embargo, las organizaciones tienen que trabajar en comprender los límites de sus modelos actuales y las oportunidades ofrecidas por nuevos mercados.
¿Qué acción clave propone el estudio para avanzar en esta dirección? Para cumplir con sus responsabilidades, los consejos de administración deben animar a sus equipos directivos de manera activa para que instauren una cultura corporativa en la que la sostenibilidad se considere una prioridad fundamental y, además, lo hagan de manera transversal. En este caso, la línea de trabajo propuesta es que los órganos de gobierno (en especial, el consejo de administración) y los órganos de direccion (el CEO y su equipo directivo) deben trabajar conjuntamente a la hora de priorizar la sostenibilidad en lugar de dejarla en manos en manos de un único ejecutivo, como el director de sostenibilidad (CSO).
Segunda. Exigir un enfoque innovador hacia las políticas y la regulación de la sostenibilidad
La segunda línea de trabajo recomendada al consejo consiste en exigir al órgano ejecutivo un enfoque más ambicioso y estratégico de la agenda política y del Tsunami regulatorio que estamos viviendo en materia de sostenibilidad, tanto para ir un paso más allá del mero cumplimiento, como para analizar dónde la empresa puede encontrar una ventaja estratégica frente a la competencia.
Los consejos de administración, especialmente los de empresas multinacionales, se enfrentan a un entorno regulatorio y político complejo y cambiante. La regulación en materia de sostenibilidad puede variar significativamente en diferentes regiones, lo que requiere que las empresas adapten sus estrategias y enfoques de compliance. Los consejos deben centrarse en generar valor a través de una estrategia integral, donde la sostenibilidad no sea un objetivo final, sino un medio para alcanzar resultados financieros positivos.
Cuando se enfrentan a nuevas regulaciones o directivas, las empresas deben optar por un enfoque innovador que aproveche las oportunidades estratégicas que ofrecen estas normativas, en lugar de simplemente cumplir con lo mínimo requerido. Este enfoque permite evaluar inversiones necesarias para cumplir con los requerimientos de compliance y buscar oportunidades de innovación que generen ventajas competitivas a largo plazo.
En Europa, en caso del Pacto Verde, dirigido a hacer que los Estados miembros alcancen la neutralidad climática para 2050, es una iniciativa integral que abarca subvenciones, exenciones fiscales, préstamos e instrumentos financieros, por lo que puede convertirse en una oportunidad para las empresas. Y aquí, los datos son elocuentes: siendo la regulación igual para todas las empresas, el 40% de las empresas líderes comprende cómo acceder a la financiación y a los incentivos del Pacto Verde Europeo, frente a un 23% de las seguidoras.
¿Qué acción clave propone el estudio para avanzar en esta dirección? El informe propone que los consejos de administración deben asegurarse de que el enfoque de la empresa no sea demasiado pasivo y aproveche la agenda política y regulatoria para acelerar la transformación hacia la sostenibilidad, impulsar el rendimiento y mejorar la transparencia de los informes.
Por ejemplo, el grupo de los líderes está adoptando un enfoque más proactivo y más innovador hacia las regulaciones como el Pacto Verde Europeo, buscando capitalizar las oportunidades y preparándose para los futuros escenarios regulatorios. Algunas empresas han creado la figura de un Green Deal Officer, y cuentan con equipos con experiencia en el sector público para prosperar en un entorno político y regulatorio en constante cambio.
Tercera. Explotar el potencial de la IA en la sostenibilidad y en la gobernanza tecnológica responsable
La tercera línea de trabajo propuesta por el estudio pasa por explotar el potencial de la inteligencia artificial (IA) aplicada a la sostenibilidad, reconociendo la interrelación entre la IA, la sostenibilidad y la gobernanza
Como ya se ha comentado en otros informes de la firma, la inteligencia artificial (IA) tiene un potencial importante para mejorar la sostenibilidad y acelerar la transformación sostenible de las empresas, aunque también presenta desafíos que deben tenerse en cuenta. Por ejemplo, la IA puede automatizar tareas y sustituir los procesos humanos más repetitivos, pero también puede crear nuevas oportunidades y mejorar las capacidades humanas. Esta complejidad añade un reto adicional para los equipos directivos que buscan integrar la sostenibilidad en sus estrategias corporativas. La investigación muestra que los líderes reconocen en mayor medida el difícil equilibrio que debe lograrse al reconciliar las oportunidades que supone de la inteligencia artificial generativa (GenAI) con los desafíos medioambientales, sociales y éticos.
Los datos son significativos. Por una parte, el 61% de los encuestados dice que la IA ofrece una oportunidad significativa de generar valor a largo plazo, desde la creación de nuevos modelos de negocio y fuentes de ingresos hasta la transformación de cómo se realiza el propio trabajo. Por otra, el 64% dice que el principal desafío de la inteligencia artificial generativa (GenAI) es impulsar la transformación y el crecimiento a la vez que se garantiza que las implicaciones éticas y sociales no afecten a la confianza en nuestra organización
Generar confianza entre los stakeholders en la inteligencia artificial como motor de transformación sostenible requiere una gobernanza tecnológica efectiva y responsable. Sin embargo, dado que las regulaciones sobre inteligencia artificial, como la Ley de IA de la UE, aún están en una fase inicial, existen menos indicaciones para ofrecer a los consejos de administración una hoja de ruta clara sobre su supervisión de la IA. Esto aumenta el riesgo de que muchas organizaciones adopten un enfoque reactivo a la espera una orientación regulatoria y política más detallada.
Los líderes están mejor posicionados en este aspecto, como por ejemplo a través del desarrollo de un plan para informar a los miembros del consejo sobre las oportunidades y riesgos de la inteligencia artificial generativa (33% frente al 9% de los seguidores). Sin embargo, en general, esto plantea dudas sobre si se está haciendo lo suficiente en términos de educación y comprensión: el 63% de los encuestados dicen que "debido a que la GenAI es una tecnología tan rápida y disruptiva, es difícil para los consejos mantenerse al día con los desarrollos".
¿Qué acción clave propone el estudio para avanzar en esta dirección? La inteligencia artificial plantea desafíos de gobernanza relacionados con el cumplimiento normativo y la responsabilidad. Las empresas deben garantizar que el uso de la IA cumpla con las leyes y regulaciones pertinentes, como las relacionadas con la protección de datos y la privacidad. A medida que la IA evoluciona rápidamente, especialmente la GenAI, es crucial que las empresas desarrollen continuamente una gobernanza tecnológica. Un enfoque proactivo permite identificar áreas de alto valor para implementar la IA y escalar las mejores prácticas descubiertas en pruebas y proyectos piloto.
En conclusión
Sin un buen Gobierno Corporativo (que el informe define como sistemático, responsable y auténtico) no solo no es posible implantar la sostenibilidad en las compañías, sino, sobre todo, proteger su valor a largo plazo. No hay más que echar la vista atrás, para ver cómo los principales escándalos corporativos (recordemos el caso ENRON), que tuvieron su origen en un Gobierno Corporativo deficiente, causaron elevadísimos quebrantos patrimoniales para sus accionistas… y para todos los Stakeholders.
En 2011, años antes de que los instrumentos internacionales y la regulación atribuyesen al consejo de administración un rol relevante en materia de la sostenibilidad, el profesor Harjoto[1] demostraba empíricamente la correlación causal entre el Gobierno Corporativo (GC) y la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) -en aquel entonces, el término sostenibilidad estaba más reservado a los aspectos ambientales)-. La frase con la que certificaba esta relación causal era muy clarificadora:
Todas las variables de Gobierno Corporativo (GC) elegidas son significativas para explicar la conexión con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC)... Estos hallazgos sugieren que el seguimiento interno y externo por parte del consejo, consejos independientes, inversores institucionales y analistas están positivamente relacionados con las actividades de RSC [...] Los resultados combinados indican que el GC es causa de la RSC, mientras que la RSC no es causa de GC.
En otras palabras: un Gobierno Corporativo adecuado es la causa, no la consecuencia, de una compañía responsable y sostenible. Por eso este asunto tiene tanta importancia.