El control y auditoría en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia adquiere especial relevancia en este momento en el que, una vez alcanzado el ecuador del periodo de ejecución, los siguientes desembolsos, por parte de la Comisión Europea, están ligados fundamentalmente al cumplimiento de hitos y objetivos, es decir, a la materialización de reformas e inversiones.
Un buen sistema de control de la gestión de estos fondos destinados a inversiones para la recuperación económica y el fortalecimiento de la resiliencia de los países garantizará la transparencia, eficiencia y responsabilidad en el uso de los recursos, asegurando que se alcanzan los objetivos propuestos de manera efectiva; y se protegen, simultáneamente, los intereses de la Unión Europea. En un contexto donde se movilizan recursos financieros a una escala sin precedentes, las actuaciones de comprobación y de evaluación son fundamentales para prevenir el mal uso, la corrupción y el fraude.
Dada la propia configuración del Mecanismo, diseñado para responder a retos económicos y sociales, el control también habría de permitir evaluar la eficacia de las medidas implementadas y garantizar que los fondos se utilicen de manera eficiente para alcanzar los objetivos de recuperación, transformación y resiliencia. Es decir, adicionalmente habría que llevar a cabo una evaluación de resultados alcanzados en términos de creación de empleo, crecimiento económico, sostenibilidad ambiental, cohesión social y mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, que, en definitiva, son los objetivos a cumplir y para los que fue creado.
Por tanto, el Mecanismo, en su ejecución y control (tanto de cumplimiento como de resultados) se enfrenta a una serie de desafíos que pueden obstaculizar su efectividad, como la falta de capacidades administrativas, la complejidad burocrática y la insuficiencia de medios personales expertos. En estas circunstancias es clave contar con herramientas que contribuyan a disminuir estos riesgos y permitan una gestión y control suficientes. Una de estas herramientas son las asistencias técnicas.
Las asistencias técnicas se presentan como un componente esencial para maximizar la eficiencia y efectividad de las inversiones de los fondos, ya que proporcionan conocimientos especializados, experiencia y apoyo técnico por parte de profesionales cualificados para abordar desafíos específicos en la planificación, diseño, implementación y evaluación de proyectos, así como su control y auditoría.
Un enfoque multidisciplinar, experiencia de muchos años en la materia, la participación de expertos en áreas como ingeniería, tecnología, digitalización, sostenibilidad ambiental, desarrollo social y auditoría, entre otros, permite aportar un conocimiento especializado para garantizar que los proyectos cumplan con los requisitos establecidos en la normativa de aplicación, identificando riesgos potenciales y diseñando soluciones adaptadas a las realidades locales.
Estas actuaciones reducen la probabilidad de desviaciones durante la implementación y maximizan el impacto positivo de los proyectos e inversiones.
En lo que se refiere al control a implementar por las entidades ejecutoras del Plan, la contratación de asistencias técnicas contribuiría a agilizar y ampliar el alcance de las revisiones. Ello ofrecería una mayor seguridad sobre los resultados alcanzados, contribuyendo a identificar áreas de mejora y garantizando que los fondos se utilizan de manera eficiente y de conformidad con la normativa prevista.
El seguimiento y control continuo y amplio durante la vida de los proyectos e inversiones hace que las tasas de error disminuyan considerablemente y garantiza que los controles a posteriori resulten exitosos.
La rendición de cuentas requiere un proceso constante de supervisión con el objetivo de verificar el cumplimiento de la normativa que resulta de aplicación y garantizar que la actividad y los procedimientos se han realizado de acuerdo con los principios de buena gestión financiera y se han alcanzado los resultados previstos, que en el caso del MRR vienen definidos en términos de hitos y objetivos.
En este contexto, y en un marco de recursos propios limitados, contar con estas colaboraciones proporcionaría una seguridad añadida, una capa adicional de supervisión y objetividad que contribuiría a alcanzar los fines previstos en los plazos establecidos sin necesidad de adscribir recursos de forma permanente (lo que conllevaría un incremento de gasto estructural no aconsejable en el actual entorno de restablecimiento de las reglas fiscales).
Publicado en El Economista