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Mercados financieros: un inicio de año marcado por la incertidumbre sanitaria, la ralentización y el alza de precios


Los mercados financieros empiezan el 2022 con incertidumbre, sin que se atisbe el fin de la crisis sanitaria y con los precios al alza

Este inicio de año está marcado por dos tendencias. Una es que la incertidumbre sanitaria, que está ligada a la evolución de la pandemia, continua. La otra es una cierta ralentización en la recuperación económica global y una importante e histórica tensión alcista en los precios. El desequilibrio existente entre la oferta y la demanda, unido a los retrasos en la cadena de suministro y el elevado coste de los fletes ha dado lugar a un escenario altamente inflacionario que ya empieza a considerarse como permanente frente al carácter transitorio definido inicialmente. En este escenario, hay que prestar atención a lo que pueda ir ocurriendo con las políticas monetarias, revisión de las previsiones de crecimiento del 2022, precios de materias primas y mercados de divisas.
 

Los analistas están mostrando su preocupación por el futuro de las políticas monetarias de carácter expansivo ejecutadas en la actualidad. De hecho, las próximas semanas se celebrarán reuniones de los bancos centrales que podrían revisarlas. La Reserva Federal de EEUU ya ha iniciado los recortes de inyecciones de liquidez al sistema y se especula con posibles subidas de tipos de interés a partir del mes de marzo. El Banco Central Europeo ya empieza a considerar que la inflación puede que no sea tan transitoria como parecía y acelere la toma de decisiones de carácter restrictivo. El Banco de Inglaterra ya ha subido el precio del dinero en 15 pb al 0,25%, no descartándose nuevas alzas. Esta situación ya está afectando a la rentabilidad de la deuda de los principales países, que cotiza en máximos de los últimos años:

Tanto la incertidumbre sanitaria como la ralentización han supuesto que la mayoría de los países desarrollados estén revisando a la baja sus perspectivas de crecimiento para el 2022, retrasando hasta finales de año o incluso a el 2023, la posibilidad de recuperar la riqueza existente en 2019, justo antes del inicio de la pandemia.
 

Los mercados de materias primas cotizan en niveles cercanos a sus máximos. Sobre todo, el petróleo, los metales y la energía:

No se espera una normalización en los precios hasta que se equilibre la oferta y demanda, desaparezcan los cuellos de botella existentes y se solucionen los retrasos en la cadena de suministro que están provocando problemas en los fletes y en el transporte por el colapso logístico.
 

En el mercado de divisas se observa que las principales monedas se mantienen en el mercado con un comportamiento similar a los meses precedentes. El dólar americano continúa su posición de liderazgo, mientras que el euro sigue afectado por los síntomas de debilidad de las economías que lo configuran. Por otra parte, la libra esterlina se beneficia del alza de sus tipos de interés cotizando máximos de los últimos años frente al euro. El Gobierno chino intenta limitar la fortaleza de su divisa frente al dólar americano, pero su cotización se mantiene en máximos. El yen japonés y el franco suizo siguen beneficiándose de su condición de divisa refugio. Los analistas consideran que el mercado tendrá que empezar a valorar los factores geopolíticos que están resurgiendo en las últimas semanas y prestarán atención a las políticas monetarias que marcarán el futuro de las divisas junto con las perspectivas macroeconómicas.



Resumen

Los mercados financieros empiezan el 2022 en medio de un clima de incertidumbre en el que no se atisba el fin de la crisis sanitaria y donde los precios continúan al alza, algo que ralentiza la recuperación global de una economía muy pendiente de asuntos geopolíticos que podrían ser muy relevantes en los próximos meses.


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