Para la Comunidad Valenciana lo mejor está por llegar con la fábrica de celdas de batería de Volkswagen en Sagunto.
Hay un consenso generalizado en que estamos asistiendo a una transformación disruptiva en el ámbito de la movilidad a nivel mundial, por tres motivos principales: una llegada masiva de nuevas tecnologías en todo lo referido a la movilidad, una necesidad de proseguir en la senda de la descarbonización de la economía en general y de la movilidad en particular y, por último, una concentración de población en las zonas urbanas y metropolitanas con importantísimas repercusiones en el ámbito de la movilidad.
En este sentido, las administraciones públicas deben incentivar y promover los medios y modos de movilidad más sostenibles y saludables en los entornos urbanos y metropolitanos, primando la movilidad activa que contemple medidas para facilitar la movilidad personal en situaciones de diversidad funcional, el transporte público colectivo y los esquemas de movilidad de alta ocupación.
Por todo ello, la aprobación en 2023 de la Ley de Movilidad Sostenible será un acontecimiento capital. El Proyecto de Ley se fundamenta en cuatro pilares básicos: la movilidad como derecho social, la movilidad limpia y saludable, sistema de transporte digital e innovador y fomento de la inversión al servicio de los ciudadanos. Dentro de las previsiones más importantes que contiene este importante documento legal están, entre otras muchas, la posibilidad de que determinados ayuntamientos que quieran podrán establecer tasas por el hecho de circular dentro de zonas de bajas emisiones y, por otro lado, la creación del Sistema Nacional de Movilidad que prevé la puesta en marcha de la Conferencia Territorial de Movilidad para la coordinación de las distintas Administraciones públicas con competencias en materia de movilidad, elemento clave para el definitivo despliegue de la infraestructura de recarga eléctrica pública ya que, por ejemplo, las distintas Comunidades Autónomas tienen establecidos distintos requisitos y plazos para la instalación de esta infraestructura y para el acceso a las ayudas del MOVES III.
Por otro lado, en términos de desarrollo de la automoción, estamos ante una oportunidad única para la movilidad sostenible; el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado. Después de la agridulce experiencia con la primera edición de este importante plan de ayudas, no podemos fallar en el diseño de la segunda edición que contará con más de 2.000 millones de euros de fondos disponibles, que tendrá que flexibilizar garantías, plazos y diseño de los grupos empresariales. El anuncio hecho por el nuevo Comisionado del PERTE VEC de incluir en el mismo a las fábricas de baterías y sus componentes, pudiendo llegar los proyectos hasta 350 millones de euros de ayuda, es, sin duda, una excelente noticia.
En cuanto a la Comunidad Valenciana, los vehículos eléctricos revolucionarán la movilidad y desempeñarán un papel fundamental en la descarbonización de nuestra economía, pero para que ello sea posible en un horizonte temporal razonable y realista, es necesario un impulso decidido en la instalación de puntos de recarga eléctrica pública interurbana suficientes, rápidos e interoperables, sobre todo teniendo en cuenta que el Indicador de Penetración de Vehículos Electrificados, correspondiente al cuarto trimestre del año pasado sitúa a la Comunidad Valenciana ligeramente por debajo de la media española.
No obstante, cabe recordar que durante 2021 y 2022 la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad destinó más de 130 millones de euros, procedentes de fondos europeos de financiación REACT-EU (Next Generation EU) y de Fondos Feder, para actuaciones relacionadas con la movilidad sostenible y la accesibilidad y para ayudas al sector del transporte.
Pero seguro que lo mejor está por llegar, ya que la fábrica de Volkswagen en Sagunto tendrá capacidad para producir 150 millones de celdas de baterías al año para medio millón de vehículos anuales producidos en las plantas de VW en Pamplona y de Seat en Martorell. Además, PowerCo, la filial del grupo alemán para el negocio de las baterías suministrará parte de esta producción, 1,2 millones de celdas, a Ford para la producción de sus vehículos en Europa. No olvidemos, además, que la Comunidad Valenciana fue el tercer territorio por volumen de ayudas concedidas en la primera edición del PERTE VEC, don-de se invertirán 186,07 millones de euros (23,4% del total).
En cuanto a la factoría de Ford en Almussafes, es una parte muy importante del futuro de la firma y el proceso de electrificación de los vehículos de la multinacional es garantía de futuro para todo el sector, incluida esta factoría.
Muy importante, aunque a veces algo olvidado, en cuanto a movilidad sostenible en el transporte, es el Corredor Mediterráneo, un eje ferroviario de viajeros y de mercancías que conectará Algeciras con Ucrania y que tiene una longitud de 4.045 km en la parte española (8.611 el total del Corredor), una infraestructura estratégica para la economía valenciana pues permitirá conectar con un merca-do europeo de 450 millones favoreciendo la exportación de productos valencia-nos al hacerla más productiva y competitiva.
Por último, recordar que la Comunidad Valenciana se convirtió en centro mundial de la movilidad sostenible entre el 21 y el 23 de marzo, con la celebración del eMobility Expo World Congress, en el que más de 5.000 ejecutivos y 340 expertos de todo el mundo debatieron en un encuentro global para definir el futuro de la movilidad y la evolución hacia la descarbonización.
La movilidad sostenible es un factor clave como elemento de cohesión social y de crecimiento económico. Una movilidad sostenible que no debe limitarse al factor medioambiental, sino que debe incluir a la movilidad sostenible económicamente, socialmente y con vocación inclusiva, accesible y asequible. Para ello, nada mejor que apostar por el 3C, una vez consolidado el 5G: Cooperación, Coordinación y Conexión.
Publicado en El Economista