España tiene el potencial de convertirse en uno de los cuatro mayores mercados de biometano en Europa.
El biogás y el biometano se producen a partir de fuentes renovables como cultivos energéticos, residuos de cultivos y aguas residuales o desechos de ganado y alimentos, , que se transforman en calor, electricidad y combustibles bajos en carbono. Serán una herramienta esencial para combatir el cambio climático y fortalecer la seguridad energética en todo el mundo. Aunque actualmente el biogás y el biometano representan menos del 1% del suministro energético global, se prevé que la demanda se triplique para 2030.
Se espera que Europa y Estados Unidos lideren el crecimiento de la producción de biometano, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 33% y 20%, respectivamente, entre 2022 y 2030.
En España, se prevé que este sector cuadruplique su crecimiento para 2030, tras el anuncio del gobierno en 2022 de un mecanismo integral de apoyo como parte de la hoja de ruta para el biogás. El objetivo es que el biometano represente el 10% del consumo total de gas para ese año.
La hoja de ruta establece que se debe priorizar el uso directo del biogás en ubicaciones cercanas a su lugar de producción, fomentando el desarrollo de sinergias con industrias relacionadas. También se promueve su uso en el transporte cuando esta sea la opción más eficiente desde el punto de vista económico y ambiental.
El sector ha estado creciendo en los últimos años; en 2018, 205 plantas producían apenas 0,6 TWh, pero para 2021, la producción había aumentado a 9 TWh en 250 plantas. Casi dos tercios (65%) de esta producción provienen del sector agrícola, mientras que las aguas residuales y los vertederos contribuyen con menos del 10% y una quinta parte proviene de otras fuentes. En 2021, solo 0,25 TWh de biogás se transformaron en biometano.
Sin embargo, España tiene el potencial de convertirse en uno de los cuatro mayores mercados de biometano en Europa. Según estimaciones de EY-Parthenon, el mercado total accesible podría alcanzar los 95 TWh, mientras que el mercado desechable sin competencia con otros usos llegaría a 35 TWh. En un país mediterráneo como España, será clave encontrar un equilibrio adecuado entre los cultivos para mitigar la estacionalidad y las sequías, y un balance adecuado de insumos ganaderos y agrícolas.
En septiembre de 2022, cinco plantas de biometano producían gas, de las cuales cuatro estaban conectadas a la red de gas. Además, 30 plantas estaban en construcción y aún más en desarrollo, con planes de iniciar producción antes de 2025.
Mientras tanto, el interés de los inversores sigue creciendo debido a la creciente necesidad de instalaciones de tratamiento de residuos en España y a la demanda de energía por parte del sector privado.
El sector aún carece de un marco legal y regulatorio claro para el biometano, ya que la mayoría de las medidas incluidas en la hoja de ruta del biogás están en desarrollo. Esto incluye reglas claras sobre cómo las instalaciones sujetas al Régimen de Comercio de Emisiones de la UE deben contabilizar su uso de biometano.
Sin embargo, España está desarrollando regulaciones específicas para garantizar el acceso razonable a los residuos para los productores de biogás, generar oportunidades económicas para los productores de residuos, definir valores para las emisiones evitadas y permitir la internalización de los costes relacionados con los insumos.
El gobierno ha creado una Unidad de Coordinación o Seguimiento para acelerar el procesamiento de los permisos que los desarrolladores necesitan para iniciar proyectos y ha introducido incentivos para promover la inyección de biometano en la red de gas.
Actualmente, los desarrolladores se enfrentan a dificultades para acceder a residuos a precios competitivos y no existe un incentivo claro para fomentar nuevos proyectos de biogás en España. Por ello, las nuevas plantas han tenido que vender su gas en el mercado abierto, siendo su rentabilidad dependiente del precio de mercado de la electricidad.
Los desarrolladores también se han enfrentado a un proceso administrativo largo y complejo para obtener los permisos necesarios debido a la implicación de múltiples departamentos gubernamentales, que carecen de los recursos necesarios para gestionar la demanda.
Recomendaciones.
Para abordar estos desafíos, los productores deben colaborar con los gobiernos autonómicos y locales para desarrollar políticas sobre temas como los permisos, el desarrollo de mercados para el digestato y el acceso a la red de gas. También deben optimizar sus propias operaciones y cadenas de suministro, asegurándose de que sus plantas puedan utilizar una variedad de insumos y buscando oportunidades para desarrollar múltiples fuentes de materia prima provenientes de granjas e industrias.
La planificación debe considerar los riesgos de retrasos en la aprobación de permisos y el acceso a la red, además de promover el uso del digestato como biofertilizante, acelerando la I+D para llevar estos productos al mercado.
El gobierno puede contribuir proporcionando claridad mediante el desarrollo de estrategias y hojas de ruta coherentes sobre la disponibilidad de insumos, el acceso a redes y los usos del digestato, así como simplificando la aprobación de proyectos y fomentando la colaboración entre las distintas partes de la cadena de valor.
Para más información sobre el mercado global del biogás, puedes acceder a través de este enlace a todas las conclusiones del informe EY Infrastructure Compass. En el estudio podrás descubrir dónde estamos y hacia dónde vamos en materia de inversión en infraestructuras, así como conocer información crítica sobre cuestiones clave del sector, datos relevantes y estrategias de éxito.