Si en el pasado reciente las tecnologías lideraban la mayoría de las inversiones, ahora dejan paso al cuidado del producto y del servicio turístico. El estudio muestra que las partidas más destacadas de la inversión se dirigen hacia la mejora y desarrollo tanto de los productos y servicios para los viajeros (34%), seguida del interés de los empresarios turísticos por la mejora y el desarrollo de los canales de comercialización y ventas (14,5%).
En relación a las perspectivas de cambio de modelo de negocio que exige la era digital, la mayoría no considera urgente el cambio de modelo de negocio (64%), o creen que no van a sufrir cambios profundos a largo plazo (39%), o no ven ninguna necesidad de transformarse (25%).
Solamente uno de cada tres tiene definida la visión, la estrategia y los recursos necesarios para afrontar el cambio. De los resultados de la encuesta se observa una mayor resistencia al cambio entre las empresas del sector hotelero y de los restaurantes; y entre los que menos, las que tienen que ver con actividades turísticas y de intermediación.
No se observa excesiva familiarización con las herramientas digitales ni con los beneficios que se deducen de su aplicación en la práctica diaria empresarial. En este sentido, el sector turístico muestra aún un “bajo interés” por la inteligencia artificial, la robótica, la realidad virtual, los big data; todos ellos son valorados por debajo de 3,6 sobre 7.
Sin embargo, la mayoría de los empresarios turísticos españoles están convencidos que el camino indiscutible consiste en colocar a los clientes en el centro del negocio. Por eso, declaran que realizan esfuerzos ingentes por establecer una relación directa con ellos a través de internet y de las redes sociales.