Las estimaciones más recientes prevén que en Europa la generación anual de residuos aumente en un 70% para el año 2050 así como el consumo de materiales como los combustibles fósiles, la biomasa o algunos metales, se duplicará en los próximos 40 años.
En este contexto, el Pacto Verde Europeo (o Green New Deal en inglés) nace con el propósito de lograr una economía competitiva, climáticamente neutral y eficiente en recursos, fundamentalmente a través del Plan de Acción de Economía Circular. Dichas directrices contemplan iniciativas en todo el ciclo de vida de los productos: desde el diseño y la fabricación, hasta el consumo, mantenimiento, reutilización, reciclaje y la recuperación de recursos.
En el diseño del nuevo Plan, actores económicos, ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil trabajarán conjuntamente para adaptar la economía europea a los retos impuestos por la emergencia climática. La colaboración se sustenta en tres pilares: diseño de productos sostenibles, circularidad en la cadena de valor y empoderamiento de los consumidores. Con estos objetivos, la Comisión hará propuestas legislativas que garanticen el derecho de los consumidores a recibir la información suficiente y relevante sobre los productos que favorezca la confianza en el mercado. Las medidas propuestas, además de generar importantes ahorros, promocionarán oportunidades económicas a lo largo de la cadena de suministro, apoyadas en el efecto positivo sobre la creación de empleo y el desarrollo de actividades paralelas necesarias (financiación, digitalización, innovación social, educación, etc.).