El 13 de julio de 2021 se aprobaba el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) español, el primero de todos los Estados Miembros. Sin haber pasado un año desde entonces, ya nos encontramos encarando otro hito de singular importancia, la elaboración de la adenda al citado Plan. De hecho, el Gobierno ya lleva varios meses (desde marzo) trabajando en su diseño, con nuevas o ampliadas reformas e inversiones, para solicitar los 70.000 millones de euros restantes procedentes de préstamos. Es probable que estas nuevas actuaciones prioricen los instrumentos financieros (préstamos, inversiones) en lugar de las subvenciones a fondo perdido, al tener que rembolsar este montante a la Unión Europea antes de 2030.
Sin embargo, en las últimas semanas, la adenda ha adquirido mayor fuerza y relevancia sin que se haya generado excesivo análisis alrededor de ello. Conviene hacerlo, por su importancia.
La causa principal que aporta aún más centralidad a la adenda deriva de la aprobación, el pasado 18 de mayo, del Plan REPowerEU y lo que ello supone para el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). Este Plan surge como una respuesta de la UE a su dependencia energética con Rusia, algo que, tras la invasión rusa de Ucrania, se ha puesto de manifiesto con dramática claridad. REPowerEU es una apuesta por reducir la dependencia europea de los combustibles fósiles rusos e incluye, igualmente, actuaciones complementarias para hacer frente a la crisis climática.
A efectos del MRR, lo trascendental es que los importes necesarios para financiar las actuaciones de REPowerEU, cifrados en 210.000 millones de euros, deberán venir, en buena parte, de los recursos del MRR en forma de los préstamos todavía no movilizados ni programados en los planes nacionales. Como señala la Comisión Europea “el MRR se sitúa en el corazón del proceso de implementación del plan REPowerEU, aportándole la financiación europea adicional”. Más aún, la Comisión Europea ha propuesto, para reforzar REPowerEU, aumentar las dotaciones financieras globales del MRR en 20.000 millones de euros adicionales en forma de subvenciones.
Pero, y aquí viene la clave para entender la relevancia de la adenda, para ayudar a alcanzar los objetivos de REPowerEU, cada país deberá elaborar un “capítulo REPowerEU” en su plan de recuperación, donde se identifiquen las nuevas inversiones y reformas que contribuyan a esos objetivos. Ese será, además, el requisito indispensable para que cada país acceda a la parte que le pueda corresponder de los señalados 20.000 millones de euros adicionales. La forma de incluir esos nuevos capítulos REPowerEU dentro de los planes nacionales de recuperación será, precisamente, a través de una adenda.
Por tanto, son varios los motivos por los que España deberá presentar esa adenda. A los dos ya señalados (la incorporación de los 70.000 millones del tramo de préstamos y el capítulo REPowerEU), se une un tercero, el derivado de la necesidad de programar nuevas reformas e inversiones para dar cabida en nuestro PRTR a los mayores montantes que nos corresponden dado el peor comportamiento de nuestro PIB en 2020 y 2021 frente a las previsiones en base a las cuales se hicieron los cálculos de reparto nacionales provisionales del MRR en 2020. A España le correspondería, por ese motivo, una cifra todavía pendiente de comunicarse de forma definitiva (se conocerá el 30 de junio), pero que se estima, preliminarmente, en unos 4.000 millones de euros en transferencias no reembolsables y 10.000 millones en forma de préstamos reembolsables.
La Comisión Europea ha querido clarificar el proceso de incorporación a los planes nacionales de las adendas. Así, el pasado 19 de mayo publicaba una propuesta de Reglamento y una nota técnica que buscaban, por un lado, imbricar REPowerEU con el MRR y, por otro lado, sistematizar y agrupar en una única adenda las diversas solicitudes que puedan provenir de un país a la hora de reprogramar sus planes de recuperación.
En el caso de España, esto quiere decir que el proceso de elaboración de la adenda para solicitar los 70.000 millones de euros procedentes de préstamos, que empezó en marzo, se hace más complejo y exigente. Dentro de ese mismo documento se deberá añadir la programación de las reformas e inversiones que justifiquen la solicitud de los montantes adicionales por recálculo del PIB y, además, aquellas que formen parte del nuevo “Capítulo REPowerEU” que se incorpore a nuestro PRTR. El actual Plan, con su adenda, reflejará un presupuesto seguramente superior a 165.000 millones de euros para el mismo período de tiempo (hasta agosto de 2026) para nuestro país.
Más allá de lo que supone que nuestra adenda logre más que duplicar las cuantías iniciales de nuestro PRTR y extender su plazo de ejecución hasta el 2026, conviene destacar el mayor “sesgo verde” que esta va a aportar al PRTR. Si éste, en su concepción inicial, ya cumplía sobradamente con el mínimo exigido del 37% en porcentaje de inversión verde, la nueva adenda dará todavía más fuerza a esta dimensión, aportando aún más centralidad al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y a entidades como el IDAE, junto con las consejerías del ramo en las comunidades autónomas.
Recientemente, el 9 de junio, en el seno de la Comisión Mixta, la vicepresidenta Calviño daba a conocer algunos elementos clave de esta adenda, que deberá presentarse a lo largo del segundo semestre. Conviene destacar las referencias hechas a la conveniencia de programar actuaciones de refuerzo a los PERTE y la mención al diálogo a mantener en su elaboración con grupos parlamentarios, agentes sociales y administraciones territoriales. La relevancia de la adenda hace indispensable contar activamente con todos ellos.
En definitiva, la adenda se constituye como hito clave para reforzar y dar un nuevo impulso al PRTR. Un impulso teñido de verde. Tras unos meses donde las discusiones sobre la ejecución de estos fondos, el ritmo de las convocatorias o la falta de aportación del PRTR al crecimiento del PIB han trasladado dudas sobre la potencialidad de estos fondos, la adenda nos da la oportunidad de recuperar y reforzar el mensaje de que España debe y puede aprovechar estos recursos. Si en el momento de la aprobación del PRTR estos fondos nos parecían fundamentales, hoy, poco tiempo después y con todo lo ocurrido desde entonces, se nos muestran indispensables.
Publicado en Expansión