A nivel global, el mercado de fusiones y adquisiciones cerró el año 2023 con niveles similares a los del año anterior (-1%), que ya venía acumulando una caída del 37% respecto a 2022. Hasta octubre de 2024, la actividad volvió a reducirse un -15% en comparación con el mismo periodo del año anterior (datos de Thomson Reuters/Refinitiv, como todos los que utilizamos en este artículo).
Enfocándonos en España, observamos que el comportamiento sigue la tendencia global, aunque con cierto desfase temporal. En 2023, el mercado español registró una caída del 30% mientras que la actividad hasta octubre mostró un incremento del 10%, si bien este dato está muy impactado por la anunciada (y aún no cerrada, al menos al tiempo de escribir este artículo) OPA del BBVA sobre Banco Sabadell. Simplemente eliminado el efecto de esta operación, el volumen transaccionado mostraría una caída del 23% que se sumaría a la del año anterior.
Siendo España un mercado eminentemente “mid market” en lo que se refiere a las transacciones, el impacto de unas pocas grandes transacciones (los llamados “mega-deals” u operaciones superiores a 1.000 millones de euros) pueden distorsionar de forma radical en análisis de los datos. Por esta razón, siempre nos gusta analizar la evolución de los datos eliminando el impacto de las operaciones muy grandes. Así, comparando los 10 primeros meses de 2024 con el ejercicio anterior y eliminando estas grandes operaciones (que son 6 en 2024), España vuelve a registra una caída del -18% en lo que llevamos de año.
Si las condiciones macroeconómicas, que citábamos al inicio de este artículo, han mejorado, ¿por qué el volumen de transacciones sigue en niveles tan bajos? Las razones, como siempre son varias y complejas. Por una parte, todavía estamos afectados por el último gran ciclo expansivo de M&A de 2019-2021. Los compradores industriales han estado centrados en la integración de las compañías compradas en ese periodo, al tiempo que han tenido que gestionar, en mayor o menor medida, los efectos de la pandemia, la disrupción de la cadena de suministros, la subsiguiente inflación y el resto de los impactos exógenos.
Por su parte, los fondos de capital privado (Private Equities), que ya suponen un 38% de la actividad transaccional mundial (y subiendo año tras año), además de estar afectados por los mismos impactos, están condicionados en la desinversión de los activos comprados entre 2019 y 2021 por los altos precios que se pagaron en dicho ciclo.
Todo ello ha derivado en una actividad transaccional lenta, con procesos que se alargan mucho, con operaciones que no se cierran y que vuelven al cabo de meses, con procesos bilaterales ante el temor de los vendedores de lanzar procesos de venta organizados (subastas) que terminen fracasando (con el impacto que ello tiene para las empresas objeto de estas operaciones), con compradores cautelosos que alargan los procesos de due diligence para ganar confort sobre los resultados de las compañías, con sectores muy impactados por una mejora de los márgenes operativos que hacen preguntarse a los inversores si éstos son sostenibles en el medio plazo. Y para rematar, la ralentización del ritmo de desinversiones está afectando de forma muy importante a la devolución de fondos a sus fondistas, lo que a su vez ralentiza el levantamiento de nuevos fondos.
Hasta aquí, el análisis y ahora, las perspectivas y la proyección para 2025, lo que nunca es fácil. Con todo lo anterior en mente y a pesar del valle que hemos atravesado en el año que dejamos atrás prevemos un incremento sustancial del volumen transaccionado en el próximo año, posiblemente a partir de la primavera. Las mejoras en la financiación, la disposición de liquidez por parte de fondos y grandes empresas, la necesidad de rotar carteras por parte de los Private Equities para devolver fondos a sus inversores, nos hacen prever un despegue de las transacciones para el año entrante, siempre y cuando disfrutemos de una razonable estabilidad, tanto en España como en el mundo, y si las cuestiones geopolíticas no complican el escenario.
Publicado en El Confidencial