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Las perspectivas económicas de Baleares para 2025 son positivas, impulsadas por la fortaleza del sector turístico, aunque enfrentan desafíos como la saturación del territorio, el encarecimiento de la vivienda y la falta de mano de obra
Las perspectivas económicas de Baleares para el 2025 son positivas, presentándose como un año lleno de desafíos y oportunidades. La industria turística, tradicionalmente motor de la economía de las islas, en 2024 ha demostrado una vez más su fortaleza. Sin embargo, la debilidad de las principales economías europeas emisoras de turistas a Baleares (Alemania y Reino Unido), el encarecimiento de los precios de los suministros y muy especialmente de la vivienda y la inestabilidad de la situación geopolítica, cada vez con más frentes abiertos, representan las principales amenazas para el crecimiento de la economía balear en 2025.
España 2025. Un año por delante
A pesar de estos desafíos, el posicionamiento estratégico, la fortaleza de la marca de las islas en Europa y su imagen de destino turístico seguro, así como la apertura de nuevos mercados emergentes como los países nórdicos y Estados Unidos, permiten augurar un buen año 2025 por el mantenimiento de la demanda turística, principal sostén y fuente de riqueza de la economía Balear.
A expensas de cerrar los datos definitivos del año, se prevé que en 2024 se alcanzarán cifras récord en este sector, demostrando la capacidad que ha tenido en recuperarse en menos de 4 años, a una situación extraordinariamente negativa como fue la pandemia. La demanda ha seguido creciendo después del paréntesis del Covid19, pasando de 10,4 millones de visitantes en 2019 a los 12,2 millones previstos para 2024 (19 %), lo que evidencia el gran año turístico que han tenido las Islas Baleares.
En este contexto expansivo de la demanda, la industria hotelera está generando empleo, lo que ha motivado que 2024 también haya sido un buen año para el mercado laboral dado que, a diferencia de otras comunidades autónomas, Baleares presenta una tasa de desempleo del 6,2% en el tercer trimestre de 2024, lo que representa prácticamente pleno empleo en temporada alta.
Esta fortaleza de la demanda ha propiciado un extraordinario incremento de los precios hoteleros entre 2019 y 2024, con un incremento del ADR de entre el 36% y el 51% según la isla, y el incentivo al afloramiento de oferta no reglada. Este fuerte incremento de precios va a propiciar unos muy buenos resultados en 2024 en las empresas hoteleras de las islas.
En cuanto al sector inmobiliario, que también juega un papel crucial en la economía balear, al ser el segundo que más PIB aporta a la región, en 2024 ha venido marcado por una alta demanda y una limitada oferta, que han contribuido a un aumento significativo en Baleares de los valores medios de la vivienda y de los precios de la vivienda en alquiler, convirtiendo a nuestras islas en la autonomía con el mayor incremento en el precio de la vivienda en términos trimestrales e interanuales. Este incremento de precios en el sector, generalizado en toda España, se ve especialmente acentuado en Baleares por ser la Comunidad Autónoma con más adquisiciones de inmuebles por parte de extranjeros, con mayor poder adquisitivo que la población local. A esta circunstancia, hay que unirle el fuerte incremento experimentado en estos últimos años de los precios de la vivienda en alquiler de las islas, motivado principalmente por el trasvase de viviendas en alquiler residencial al alquiler turístico.
Es muy importante poner el foco en que una parte importante del referido incremento de visitantes del 19 %registrado entre 2019 y 2024 ha sido absorbido por la oferta de vivienda vacacional, como lo demuestra el hecho que la ocupación hotelera en este período únicamente ha mejorado 3 puntos porcentuales respecto a los ejercicios prepandemia (83% vs. 80%). Este crecimiento desproporcionado de las viviendas turísticas está teniendo un impacto perjudicial en las islas, al estar provocando la saturación del territorio y otros efectos perversos como son el mencionado encarecimiento de la vivienda residencial y la consiguiente escasez de capital humano, no solamente en el sector turístico, sino también en el resto de sectores.
Para evitar que esta situación acabe lastrando en el futuro el desarrollo de la economía de las islas y el bienestar de sus ciudadanos, es necesario combatir firmemente esta saturación, no solo persiguiendo el alquiler vacacional ilegal sino buscando, desde la colaboración público-privada, soluciones consensuadas que nos permitan avanzar hacia un modelo turístico socialmente más sostenible.
En definitiva, afrontamos el 2025 en las mejores condiciones, dados los buenos resultados de las dos últimas temporadas turísticas. Si a ello le unimos que las perspectivas de la economía de nuestras islas son positivas para 2025 gracias al crecimiento, aunque más moderado, previsto del sector turístico, es una oportunidad única para afrontar de una forma decidida los desafíos a los que se enfrenta nuestra Comunidad Autónoma, en especial los relativos al problema de la saturación, del acceso a la vivienda y de la falta de mano de obra existente.
Publicado en El Diario de Mallorca
Resumen
El posicionamiento estratégico, la fortaleza de la marca de las islas en Europa y su imagen de destino turístico seguro, así como la apertura de nuevos mercados emergentes como los países nórdicos y Estados Unidos, permiten augurar un buen año 2025 por el mantenimiento de la demanda turística, principal sostén y fuente de riqueza de la economía Balear.