En este escenario, la Unión Europea se enfrenta a una situación complicada con una disminución de la confianza de empresarios, inversores y otros actores económicos clave. Sin embargo, la reciente designación de los comisarios de la Unión Europea asegura una mayor estabilidad en la gobernanza europea.
En cuanto a España, el crecimiento económico sigue siendo robusto, cerrando 2024 cerca del 3%. Sin embargo, la polarización política y la falta de reformas estructurales representan riesgos significativos. La frágil aritmética de apoyo del Gobierno limita la adopción de medidas necesarias para mantener el crecimiento y atraer inversiones. Asimismo, el desempleo, especialmente entre los jóvenes, y la inflación, junto con el aumento del coste de vida, son preocupaciones que afectan gravemente a las familias españolas.
Pero eso no es todo. La falta de aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025 añade una capa adicional de incertidumbre. Sin un presupuesto aprobado, el Gobierno se ve limitado en su capacidad para implementar nuevas políticas y programas que podrían aliviar algunos de estos problemas. La falta de un marco financiero claro dificulta la planificación a largo plazo y puede afectar negativamente la confianza de los inversores y la estabilidad económica general.
En este contexto, Canarias no es ajena a los desafíos que enfrenta España y el resto de Europa. Además, la región tiene sus propios retos específicos que requieren atención urgente, como la pobreza, la vivienda, la sanidad y la inmigración irregular. En este sentido y aunque la región está trabajando arduamente para abordar estos desafíos, el aumento del coste de vida, especialmente en alimentos; la vivienda; y los servicios básicos, se convierten en una preocupación creciente, pero también en una oportunidad para implementar políticas innovadoras que mejoren la calidad de vida de los canarios.
Canarias, debido a su ubicación geográfica estratégica, es un punto clave en la llegada de migrantes. La gestión de la migración y su impacto en los servicios públicos, como la atención a menores no acompañados, son temas de gran relevancia en la región. Aunque la inmigración irregular no es una prioridad para muchos canarios, representa una oportunidad para desarrollar una gestión eficiente que evite tensiones sociales y garantice la integración de los migrantes. Este desafío puede ser abordado de manera efectiva mediante la colaboración de todas las partes implicadas.
El sistema sanitario es otra gran preocupación de los canarios. La calidad de la atención y las listas de espera son los temas más críticos. En 2024, la sanidad ha sido la mayor preocupación de los canarios, y se espera que siga siendo un tema prioritario en 2025. Sin embargo, esta situación también ofrece la oportunidad de mejorar y fortalecer el sistema sanitario para beneficio de todos los ciudadanos.
Por otro lado, la aprobación de los Presupuestos Generales de Canarias para 2025 es un paso crucial para abordar estos desafíos. El presupuesto de la Comunidad Autónoma de para 2025 ascenderá a 11.678,2 millones de euros, 376 millones más que el de 2024, lo que supone un incremento del 3,3%. Estas cuentas dan prioridad al gasto social, incluido el acceso a la vivienda, demostrando el compromiso del Gobierno con el bienestar de sus ciudadanos.
Asimismo, el turismo es el principal componente de PIB de Canarias y lo seguirá siendo. El riesgo de la “turismofobia” debe estudiarse para evitar que afecte a la economía. La falta de espacio y recursos, junto con la falta de inversión y desarrollo en infraestructuras, está generando tensiones. Las carreteras que van al sur de la isla de Tenerife y a La Aldea en Gran Canaria son ejemplos claros de infraestructuras que necesitan mejoras urgentes para soportar el flujo de turistas y residentes.
Adicionalmente, Canarias inició en junio el camino para resolver el déficit de potencia eléctrica que amenaza con posibles apagones. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) convocó, tras más de diez años de retraso, un concurso para cubrir el déficit de 1.600 MW del archipiélago. Por ahora, se implementarán 971 MW en las islas hasta 2028, cubriendo el 60% de las necesidades. Una medida que, aunque no cubre la totalidad del déficit de potencia, sí resuelve parte del problema.
Además, los Puertos de Las Palmas y Santa Cruz están trabajando en su electrificación y en preparar las infraestructuras para el suministro de gas a buques. Este es uno de los desafíos más significativos, no solo porque afecta la eficiencia del transporte marítimo, sino que también limita las oportunidades de crecimiento económico y desarrollo sostenible en la región. Abordar este problema puede abrir nuevas oportunidades para el desarrollo económico y la sostenibilidad.
Finalmente, para enfrentar estos desafíos, Canarias debe centrarse en la diversificación económica y la innovación. La inversión en educación y formación técnica, así como el fomento de la I+D+i, son pasos clave para fomentar un crecimiento económico más equilibrado. Además, la región debe impulsar la transición energética y atraer inversiones en sectores como las energías renovables y la tecnología.
En resumen, Canarias enfrenta un año desafiante, pero también lleno de oportunidades. Con una estrategia económica abierta y sostenible, y un enfoque en la innovación y la formación, la región puede superar sus problemas actuales y avanzar hacia un futuro más próspero y equitativo.