Puede parecer que hablar de sostenibilidad o de procesos de digitalización y automatización, es detenerse en retos antiguos que ya pueden haber sido superados. Sin embargo, están ahora más de actualidad que nunca porque, en ambos casos, sólo hemos sido capaces de abordar la punta del iceberg.
Los materiales avanzados o la transformación de las cadenas de suministro para hacerlas más resilientes a los cambios geopolíticos, sí son nuevos retos a los que sin duda nos enfrentaremos durante este nuevo año que ahora comienza.
Si hablamos de sostenibilidad, sin duda, la mayor parte de los esfuerzos se han dedicado a los aspectos regulatorios y fundamentalmente a los relacionados con el cambio climático. Nuestra preocupación se ha centrado en analizar nuestro grado de cumplimiento de la normativa que sin duda ha avanzado a pasos agigantados. Probablemente, es ahora el momento de hacer una reflexión serena y ver si todo lo que hemos hecho tiene un sentido desde un punto de vista estratégico. En primer lugar, debemos conocer bien en que momento nos encontramos, cuánto hemos avanzado y cuánto nos falta por avanzar. Pero para eso tenemos que saber a dónde queremos llegar. Es por eso por lo que debemos hacer una profunda reflexión estratégica, desde un punto de vista de rentabilidad económica, de hasta dónde creemos que debemos llegar. ¿Queremos que nuestro modelo de negocio cambie como consecuencia de la sostenibilidad? ¿Es suficiente con contribuir a mejorar el cambio climático? ¿Es posible integrar cada negocio en una economía circular? Son cuestiones que me darán respuesta al plan de transformación que tendré que acometer en el futuro.
En el terreno de la transformación digital, hasta ahora hemos realizado planes de automatización de procesos y de tareas rutinarias, así como algún ejercicio de implantación de tecnologías de realidad virtual y realidad aumentada. El camino de la innovación sigue siendo considerado prioritario: el 97% de CEO del sector afirma que continuar con la transformación digital y tecnológica para generar crecimiento y ventajas operativas es una prioridad a corto plazo muy importante, según la encuesta mundial CEO Outlook Pulse, realizada por EY. Sin embargo, el cambio fundamental que se está produciendo en estos términos es el uso generalizado de la inteligencia artificial generativa (GenAI), tanto por su capacidad como su facilidad de acceso. No obstante, al igual que todos los procesos de rápida implantación, esta tecnología no está exenta de riesgos. Todas las grandes compañías están implantando sus propias herramientas de GenAI para controlar el acceso a contenidos y por supuesto a los textos o imágenes creadas por ellas. Hasta ahora son textos e imágenes, pero no conocemos lo que serán capaces de crear en el futuro.
Hablando de materiales avanzados, a nadie se le escapa que, de momento, las iniciativas se centran en la creación de materiales más ligeros, más adaptables y también más sostenibles. Ya se habla de los “green alloy”, que son aquellas aleaciones de metales con otros componentes naturales que hacen el material más sostenible. Pero ¿quién no nos dice que, en el futuro, estas investigaciones y la coexistencia con la inteligencia artificial no nos llevará a conseguir materiales autorreparables o a piezas que recuperen su forma tras un impacto? Morteros que reparen sus grietas o polímeros que no contaminen. En definitiva, la investigación y el desarrollo de nuevos materiales será uno de los retos más relevantes en este próximo año.
Respecto a la transformación de las cadenas de suministro, los escenarios geopolíticos que se están desplegando y los recientes conflictos bélicos que están teniendo lugar, abren un escenario de incertidumbre que no se planteaba desde los tiempos de la Guerra Fría. La globalización a la que hemos tenido acceso en los últimos años se ve ahora amenazada por este nuevo escenario. El acceso a los mercados internacionales y la capacidad de proveer a nuestra industria de los recursos necesarios para su desarrollo se está viendo limitada. Es por ello por lo que nuestra industria tiene el gran reto de hacer su cadena de suministro más resiliente mediante la búsqueda de fuentes alternativas de aprovisionamiento y la minimización de los riesgos de esta nueva situación.
Nunca como ahora hemos encontrado retos tan complejos y tan comunes a todo nuestro sector industrial. Es momento, como siempre, de ponernos a trabajar y conseguir afrontarlos y superarlos con éxito.
Publicado en El Correo Vasco