En muchos sentidos, los resultados de la encuesta reflejan desarrollos positivos. Los datos de la encuesta indican que la pandemia y sus secuelas han fortalecido la relación CEO-junta y han ayudado a subrayar el valor de la junta para los líderes de la compañía. Los directores continúan identificando acciones y oportunidades para fomentar aún más su asociación con la gerencia. La mayoría de los directores encuestados piensan que la administración aprovecha efectivamente los aportes de los miembros individuales de la junta y están satisfechos con el valor que la junta aporta a la empresa.
En otros aspectos, la encuesta muestra que puede haber puntos ciegos de los directores en torno a las áreas críticas para mejorar. Por ejemplo, a pesar del alto nivel de confianza de los directores en el valor que aportan sus juntas directivas, las respuestas de la encuesta revelan oportunidades significativas para que las juntas desarrollen sus capacidades en torno a prioridades emergentes, como la disrupción y la ciberseguridad.
Además, las respuestas de la encuesta indican que las juntas están luchando para evaluar y abordar el impacto más allá de los rendimientos de los accionistas en el entorno cada vez más de múltiples partes interesadas. El desarrollo de la junta en estas áreas es crucial para satisfacer las demandas de supervisión del contexto empresarial actual y emergente. Además, la encuesta reveló que aunque las juntas dicen que la construcción de conocimiento es un área clave para mejorar, relativamente pocos están haciendo esfuerzos para abordar esto a través de programas formales de educación y capacitación de la junta.
Este informe examina estas conclusiones y ofrece consideraciones para los Consejos de Administración en su intento de aumentar el valor estratégico de las empresas a las que sirven ante la continua incertidumbre macroeconómica y mundial.
Dinámicas cambiantes tras la pandemia
Una relación sólida entre la Dirección y la Junta siempre ha sido fundamental para generar la confianza y las relaciones necesarias para que los ejecutivos, particularmente el CEO, aprovechen efectivamente la experiencia de la junta y del director individual y obtengan asesoramiento estratégico según sea necesario. Lo que es digno de mención es el cambio positivo provocado por la pandemia. Contrariamente a lo que algunos anticiparon, los desafíos de los últimos dos años, y particularmente las interacciones más frecuentes y el compromiso más profundo que esos desafíos estimularon, han reforzado la relación CEO-junta y subrayado el valor de la junta para sus organizaciones. Sin embargo, los resultados de nuestra encuesta indican que todavía hay oportunidad de ir más allá.
En una escala de cinco puntos, siendo cinco la más fuerte, los encuestados generalmente calificaron la relación entre su junta y el CEO con un cinco, y, de manera impresionante, la mitad (50%) dijo que la relación ha mejorado en los últimos dos años.
Varios directores comentaron que el mayor número de interacciones con la C-Suite y la solicitud de comentarios fuera de las reuniones de la junta han elevado su contribución al éxito de la organización e inspirado una escucha y participación más activas de algunos miembros de la junta. Casi el 70% de los directores encuestados piensan que la administración aprovecha efectivamente los aportes de los directores individuales en su junta directiva.