En un mundo cada vez más interconectado, la gestión eficaz de riesgos financieros se ha convertido en un pilar fundamental para garantizar la estabilidad económica.
En este sentido, la adopción de normativas inspiradas en los Pilares de Basilea se presenta como una herramienta esencial para el sector financiero colombiano en su búsqueda por fortalecer la resiliencia y la capacidad de respuesta ante desafíos globales.
La Superintendencia Financiera de Colombia juega un papel crucial al liderar este esfuerzo, reconociendo la importancia de aprender de las experiencias globales en la implementación de los principios de Basilea.
Desde Europa hasta Asia, diversas regiones del mundo han destacado la necesidad de una capitalización sostenible, una gestión de liquidez eficiente y una supervisión regulatoria efectiva para garantizar el éxito en la gestión de riesgos financieros.
Regulación RTILB: cambios significativos y su importancia
En este contexto, la Regulación RTILB adquiere un papel significativo al introducir cambios importantes en la autoevaluación de capital y la gestión de riesgos dentro de las entidades financieras en Colombia.
Su implementación eficaz no solo fortalecerá la capacidad de resistencia ante posibles crisis financieras futuras, sino que también requerirá adaptabilidad y flexibilidad por parte de las instituciones financieras para garantizar su viabilidad a largo plazo.
Para abordar los desafíos que implica la integración completa del RTILB, las entidades financieras deben desarrollar estrategias proactivas y un marco de gestión sólido.
Esto implica anticipar desbalances y efectos de fluctuaciones en tasas de interés, así como comprender a fondo las directrices del RTILB para abordar riesgos como descalce de vencimientos y variaciones en el Valor Económico del Patrimonio (VEP) y Margen Neto de Intereses (MNI).
Perspectivas y recomendaciones para fortalecer la resiliencia financiera
En este proceso de implementación, empresas consultoras como EY ofrecen un enfoque metódico y estratégico para fortalecer la resiliencia financiera, abogan por revisiones en gobierno y sistemas, invirtiendo en tecnología y capital humano para garantizar el cumplimiento normativo y mejorar la capacidad de adaptación frente a cambios regulatorios y escenarios de estrés.
Es crucial resaltar circulares de gran relevancia que delinean el camino regulatorio, tales como:
- CE018-21: define un esquema integral y cohesivo para el manejo unificado de riesgos a través del SIAR y SARE.
- CE025-22: establece expectativas claras sobre la gestión del RTILB, ofreciendo nuevas métricas para una valoración y supervisión efectiva de este riesgo.
- CE026-22: orienta en la constitución de provisiones para el riesgo inherente a la cartera de consumo.
- E001-23 y CE003-23: se centran en derivados de crédito, en la relación de solvencia y en la gestión de activos de terceros, respectivamente.
- CE011-23: especifica la metodología para calcular la exposición crediticia y la duración en títulos de renta fija a tasa variable.
- CE003-24: instruye sobre la administración de límites en grandes exposiciones y la concentración de riesgos, esenciales para la estabilidad financiera y una correcta evaluación de riesgos.
En conclusión, la adopción de normativas inspiradas en Basilea no solo fortalece la estabilidad financiera, sino que también contribuye a la construcción de un sector financiero sólido y confiable.
Este enfoque integral en la gestión de riesgos financieros es fundamental para asegurar la resiliencia y la sostenibilidad en un entorno económico globalizado y dinámico.