La mayoría de las reestructuraciones necesitan un "Plan B", ya sea como plan de contingencia para tranquilizar a los directivos y a los stakeholders o, alternativamente, para que las partes financieras creen un punto de apoyo creíble para salir del punto muerto y ayudar a todas las partes a alcanzar un acuerdo consensuado. En situaciones especialmente complicadas, cuando los directivos y las empresas se enfrentan a riesgos y desafíos crecientes para seguir operando, creamos el tiempo, el espacio y el entorno necesarios para desarrollar y ofrecer las soluciones adecuadas.
Trabajamos con los stakeholdersde la administración y de las finanzas para utilizar el ritmo, la protección, las facultades y la flexibilidad disponibles en virtud de las leyes de insolvencia para abordar las cuestiones que amenazan la supervivencia de una empresa. Utilizamos planes de contingencia y soluciones de insolvencia para crear legados de reestructuración aumentando las posibilidades de una reestructuración consensuada a través de un "Plan B" creíble, proporcionando un rescate que de otro modo no podría lograrse, preservando y recuperando el valor, estabilizando los servicios críticos y protegiendo los puestos de trabajo o proporcionando una salida controlada.
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