Para las FSO, la necesidad de transformar sus propias actividades al mismo tiempo que guían a toda la economía hacia una nueva base resulta desalentadora. Sobre todo porque el trabajo debe comenzar inmediatamente. Los CEO tienen que "construir el automóvil mientras lo conducen".
A pesar de los desafíos a los que se enfrentan, hay cuatro pasos muy prácticos que las empresas pueden utilizar para construir planes de descarbonización creíbles. El objetivo general es construir un marco que permita a las FSO medir, controlar y reducir sus emisiones, y comunicar los progresos a los stakeholders. Para tener éxito, estas cuatro etapas deben estar respaldadas por un conjunto de principios de diseño pragmáticos.
En la organización global EY llamamos a esto un marco de descarbonización: un enfoque que alinea los pasos prácticos con la ciencia del clima, lo que permite a las FSO reunir los bloques de construcción de una planificación de transición creíble. Los planes de descarbonización creíbles permiten a las empresas generar confianza en sus objetivos de cero neto, y proporcionar a los stakeholders una justificación clara de cómo los van a alcanzar y articular cómo están protegiendo y creando valor. También pueden ayudar a los gobiernos, a los accionistas y a los clientes a entender los vacíos actuales y potenciales de financiación, y a formular las respuestas adecuadas.
Etapa 1 – Comprender tus emisiones actuales
Las FSO tienen un profundo conocimiento de sus balances y cuentas de resultados. A medida que se familiarizan con sus otras emisiones de alcance 1, 2 y 3, las empresas deben aplicar sus conocimientos financieros para trazar un mapa de sus actuales emisiones financiadas de alcance 3, el primer paso para cumplir sus compromisos de cero neto.
Las estructuras y los balances de las organizaciones de la sociedad civil son complejos, por lo que es importante definir exactamente los límites de la propiedad de las emisiones entre las diferentes actividades y sectores. La participación de las unidades de negocio en este proceso es fundamental para lograr el compromiso y la aceptación de los stakeholders. Una vez identificados los límites, es vital comprender la aplicabilidad de las metodologías reales, estimadas y aproximadas, así como sus requisitos de datos asociados. Establecer los principios de la contabilidad del carbono por adelantado ayudará a determinar qué datos pueden recopilarse de las contrapartes, cuáles deben estimarse y – si se necesitan sustitutos – qué metodología utilizar. Estos datos pueden aprovecharse de las normas del PCAF y de los programas de trabajo en curso de las alianzas de servicios financieros de cero neto afiliadas a Race to Zero.
La documentación y la gobernanza también son clave y estarán sujetas a un futuro escrutinio, especialmente cuando las decisiones conduzcan a un cambio absoluto en las emisiones. Las FSO deben hacer un balance del perfil de emisiones financiado de cada cliente y mantener un registro completo de las metodologías de cálculo utilizadas.
Las entradas de datos y su disponibilidad siguen siendo objeto de un acalorado debate. Los equipos de EY han evaluado a más de 150 proveedores de datos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en relación con los requisitos de información existentes. Incluso en el ámbito de la contabilidad del carbono, las FSO pueden elegir entre múltiples proveedores. Las empresas tienen que establecer unos barandas de seguridad claras para evaluar a los proveedores de datos, demostrando que los seleccionados se adaptan a la naturaleza del negocio y han sido evaluados a fondo.
Etapa 2 – Desarrolla tu ambición y objetivos de descarbonización
La capacidad de vincular directamente los objetivos de reducción cero neto con las ambiciones de la junta directiva y los compromisos más amplios de las empresas en materia de ESG es fundamental para una planificación creíble de la transición. Los objetivos cero neto también deben fluir a través de la organización y estar representados en todas las prioridades estratégicas desde una perspectiva funcional (por ejemplo, riesgo y finanzas) y empresarial. Los stakeholders clave deben tener claros los riesgos que se gestionan, pero también las oportunidades asociadas a una planificación de la transición creíble, centrada en:
- Nuevos productos y servicios que incentivan el comportamiento ecológico
- Ofertas diferenciadas entre ofertas y segmentos de clientes
- Impulsar el compromiso de los inversores demostrando el impacto en la economía real
- Mayor creación de valor para todos los stakeholders
Para que todo esto sea posible, las estructuras de gobierno, desde el CEO hacia abajo, deben ser claras y transparentes. Para lograr un cambio real en la organización, los responsables deben establecer medidas y KPI que impulsen los resultados. En las principales empresas de servicios financieros, estos parámetros estarán vinculados a las estructuras de remuneración.
Al mismo tiempo, los organismos de financiación deben aceptar que están fijando objetivos que no están totalmente bajo su control. Pueden decidir dónde y cómo proporcionar financiación, pero no pueden influir directamente en las acciones de los gobiernos y los consumidores ni en el ritmo de la innovación. Las FSO deben tener claras sus hipótesis sobre la evolución futura de la política, la tecnología y el comportamiento del público, sin dejar de centrarse en su propio papel como facilitadores de las transiciones de los clientes.
Estas consideraciones hacen que sea esencial que las vías de descarbonización estén directamente relacionadas con la ciencia del clima. Para mostrar su liderazgo, las FSO deberían considerar la posibilidad de adherirse al SBTi. Esto permitirá a las empresas centrarse en el establecimiento de objetivos de reducción de emisiones financiados a medio plazo (2025 y 2030) y a largo plazo (2050) alineados con la vía de transición elegida, entre otros:
- Objetivos descendentes (es decir, a nivel de portafolio o libro de préstamos)
- Objetivos sectoriales y subsectoriales
- Objetivos de clase de activos o de nivel de actividad
- Financiación verde u objetivos de inversión
Etapa 3 – Diseña e implementa tu estrategia de descarbonización
El establecimiento de una estrategia eficaz de descarbonización debe comenzar con la evaluación por parte de las FSO de la idoneidad de los posibles enfoques de descarbonización para todas las actividades de su portafolio. Las empresas deben recopilar una larga lista de posibles palancas de las que tirar en diferentes unidades de negocio, sectores o clases de activos, agrupadas en tres categorías:
- ¿Dónde puede participar la institución? Mediante el asesoramiento, la defensa y la gestión de las inversiones, o favoreciendo los usos del capital o los seguros con bajas emisiones en lugar de las actividades con altas emisiones
- ¿Dónde puede la institución tomar decisiones de exclusión? Mediante la desinversión, o la retirada de la financiación, el asesoramiento o los seguros
- ¿Dónde puede la institución ampliar las soluciones climáticas? Por ejemplo, aumentando la provisión de financiación verde, inversiones verdes o seguros verdes
Las posibles acciones identificadas deben priorizarse en función de su impacto en las emisiones, el riesgo, los costos y las relaciones con los clientes. Esto permitirá a los organismos de normalización generar una lista de medidas viables.
A continuación, hay que calcular y evaluar el impacto de esas palancas en relación con los objetivos a corto y medio plazo establecidos en el plan de descarbonización. La aplicación de las palancas, el seguimiento de sus efectos y su posterior reiteración deben gestionarse dentro de la gobernanza y los marcos establecidos por la FSO. Esto conducirá en última instancia a la publicación de una política de descarbonización que incluya la postura de cada empresa sobre las opciones de compromiso y participación, y que revele criterios explícitos para la financiación, las inversiones o los seguros "verdes".
Etapa 4 – Comunica tu rendimiento
La comunicación y la presentación de informes eficaces son fundamentales para que las FSO convenzan a los stakeholders de la credibilidad de sus estrategias de descarbonización. La Iniciativa de Vías de Transición (TPI, por sus siglas en inglés) tiene en cuenta dos factores a la hora de evaluar la gestión de las emisiones y la presentación de informes de una empresa:
- Calidad de la gestión (procesos): Se refiere a la gestión de las emisiones de GHG y sus riesgos y oportunidades relacionados, así como a la calidad de los objetivos de una empresa.
- Rendimiento de las emisiones (resultados): Describe la exposición de una FSO a los activos alineados con los objetivos nacionales e internacionales, incluido el Acuerdo de París, en relación con las trayectorias individuales del sector.
La calidad de la gestión y el rendimiento de las emisiones se consideran por separado porque la investigación muestra que la relación entre ambos no es necesariamente lineal. Esto es especialmente cierto en los servicios financieros, dada la limitada disponibilidad de datos fiables sobre las emisiones financiadas. Esperamos que la calidad de la gestión mejore rápidamente en el caso de las FSO, y que las mejoras resultantes en el rendimiento de las emisiones se produzcan más lentamente.
Por el contrario, la calidad y la transparencia de los informes de descarbonización de las FSO suele aumentar en consonancia con las mejoras en la calidad de la gestión. La evaluación comparativa del sector desempeña un papel fundamental a la hora de evaluar el rendimiento de las emisiones, y a menudo se basa exclusivamente en la información divulgada. En 2020, EY ayudó a Climate Action 100+ a desarrollar un marco inicial para capturar y estructurar los datos necesarios para medir el rendimiento de las empresas en la transición climática. El marco identifica los indicadores clave de los informes de las empresas, alineados con la metodología del TPI para evaluar la información pública.
En términos más generales, las FSO pueden generar confianza en torno a su capacidad para reducir las emisiones enmarcando sus informes de rendimiento en un esfuerzo de comunicación más amplio con los stakeholders, en el que se exponga su estrategia de descarbonización, su justificación y su impacto resultante en el mundo real.
Avanzar
A pesar del ritmo acelerado de la descarbonización, las tasas actuales de cambio no serán suficientes para que muchos FSO alcancen sus objetivos de cero emisiones netas, y mucho menos para mantener el cambio climático dentro de límites aceptables. Las vías creíbles basadas en la ciencia brindan a las empresas un mecanismo para alcanzar los objetivos de descarbonización que decidan establecer, y para generar la aceptación de este enfoque por parte de las partes interesadas. Los FSO pueden reducir sus emisiones a través de las cuatro etapas iterativas descritas anteriormente:
- Comprender las emisiones actuales financiadas
- Desarrollar la ambición y los objetivos de descarbonización
- Diseñar y aplicar una o varias estrategias de descarbonización
- Comunicar los resultados y la estrategia de descarbonización
Para que este enfoque funcione, las FSO deben respaldar sus esfuerzos con la cultura y la mentalidad adecuadas. Un fuerte sentido de propósito compartido es clave para crear y mantener el impulso, al igual que la voluntad de seguir adelante con los esfuerzos de descarbonización a pesar de los muchos desafíos que esto plantea. Por lo tanto, los componentes de una planificación de la transición creíble deben estar respaldados por algunos principios de diseño pragmáticos:
- Actúa con rapidez: no esperes a tener información perfecta ni hagas planes a 30 años. Establece objetivos a corto plazo y revisa los planes continuamente a medida que evolucionan los datos y las normas.
- Apunta a ganancias reales: apunta a una reducción de emisiones en el mundo real, no sólo a una mejora del balance.
- Sigue la jerarquía de mitigación: evita el uso de compensaciones de emisiones para lograr la reducción de los objetivos de emisiones.
- Demuestra responsabilidad: establece objetivos que logren una cuota justa de reducción de emisiones, teniendo en cuenta el tamaño y el historial de cada FSO.
- Garantiza la justicia: logra cero neto de una manera justa e inclusiva que no deje a nadie atrás.
- Sé transparente: comunica honesta y claramente la necesidad de un enfoque de "mejores esfuerzos" para un panorama que evoluciona rápidamente.
- Crea comparabilidad y auditabilidad: crea un marco tecnológico y de datos sólido que permita a las organizaciones capturar datos de alta calidad a lo largo del tiempo.
Cero neto no es el destino final en la lucha contra el cambio climático. Aun así, representa un objetivo importante en el largo camino para mantener nuestro planeta habitable, y un objetivo con el que muchas organizaciones de la sociedad civil se han comprometido. Los planes de descarbonización creíbles proporcionan un mapa que guiará a las FSO hacia ese objetivo. Pero un mapa por sí solo no hace el viaje. Las FSO también deben identificar los obstáculos a los que se enfrentarán, los recursos que necesitarán a lo largo del camino y las formas nuevas e innovadoras de construir los caminos que permitirán completar el viaje.