Cuestiones clave que hay que tener en cuenta para avanzar
1. Establecer la estrategia de transformación:
¿Dispone de una visión global de sus necesidades y recursos para priorizar estratégicamente los esfuerzos y posicionar su organización para el éxito, tanto ahora como en el futuro? ¿Están sus líderes alineados con el valor y el camino hacia lo digital, y con el proceso y la prioridad de liberar el potencial de su personal? Si espera a salir de la recesión para invertir, probablemente sacrificará el talento en favor de sectores más proactivos. Las habilidades, la adaptabilidad y las culturas de aprendizaje continuo serán una ventaja competitiva.
2. Identificar las necesidades de talento:
¿Conoce con exactitud las competencias actuales de sus empleados y su potencial de desarrollo y, por tanto, sabe cuántos necesitarán y podrán volver a capacitarse o mejorar sus competencias? ¿Cuáles son los niveles actuales de madurez, disponibilidad y acceso a las competencias críticas dentro de su organización y del mercado local? ¿Qué sistemas son necesarios para empezar a medir esos niveles de forma coherente y precisa? Esto es crucial para entender dónde están las brechas entre sus inversiones digitales y de habilidades.
3. Determinar cómo se puede volver a capacitar y mejorar las competencias:
¿Qué herramientas, asociaciones y otros recursos existen o están disponibles para ayudar en esta transformación, y cuáles aún deben ser identificados, forjados o adquiridos? Para construir, fomentar e incentivar el aprendizaje, se pueden desarrollar acreditaciones reconocidas, como los programas de de aprendizaje badges, y crear planes de estudio que curen materiales de aprendizaje de código abierto que se alineen con las experiencias de aprendizaje en el trabajo.
4. Identificar y eliminar los obstáculos al cambio:
¿Qué barreras estructurales y culturales existen en su organización? Entre ellas se encuentran la falta de apoyo del liderazgo en medio de prioridades contrapuestas, la resistencia general al cambio, normas y mentalidades arraigadas y elementos de gobernanza y diseño organizativo que dificultan la toma de decisiones y la innovación flexibles y rápidas. A medida que las empresas de servicios públicos implementan nuevas tecnologías y procesos para satisfacer las necesidades de los consumidores y las demandas de descarbonización, centrarse en las cuestiones de la fuerza laboral y la cultura puede hacer posible una verdadera transformación.