2021: Desafíos y oportunidades para el sector infraestructura

Actualmente, cerca de 25 proyectos de infraestructura, en el Perú, tienen serios retrasos en las inversiones. ¿Qué se avizora para el 2021?

A inicios del 2020, reflexionábamos acerca de las acciones que debían adoptarse para acelerar las inversiones en el sector infraestructura. Por un lado, estaban las Asociaciones Público-Privadas (APPs) y, por el otro, los proyectos que se venían anunciando, a través de los Acuerdos Gobierno a Gobierno (G2G), en el marco del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad (PNIC) publicado el 28 de julio del 2019. Hasta ese momento, nadie podría haber previsto el excepcional año 2020 que nos ha tocado enfrentar a consecuencia del COVID-19. Evidentemente, y por añadidura, tampoco podíamos prever el impacto que generaría la pandemia en materia de inversión en infraestructura en el Perú. 

Estando a días de terminar este año, y habiendo pasado la etapa más difícil de la pandemia, es necesario proyectar los retos que enfrentará el sector infraestructura durante el 2021 y las acciones que deberán tomarse para acelerar las inversiones en este sector. Por ejemplo, reducir la brecha existente en infraestructura será clave para la recuperación de nuestro crecimiento económico, tal como ha resaltado recientemente el actual Ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza.

Rememorando el contexto, a inicios del 2020, el PNIC priorizaba la ejecución de cincuenta y dos proyectos, principalmente, en transporte y comunicaciones, saneamiento, y salud. En total, estos proyectos suman una inversión aproximada de US$30 mil millones de dólares. De estos proyectos, casi la mitad se encuentran, actualmente, en etapa de ejecución contractual, sin embargo, muchos de ellos con serios retrasos en las inversiones. Mientras tanto, la otra mitad está pendiente de ser adjudicada y/o en diferentes fases del proceso de licitación. Cabe resaltar que el 60% de los cincuenta y dos proyectos priorizados por el PNIC se ejecutarán a través de una APP.

Para el 2021, resulta vital que como país demos un fuerte impulso a la implementación del PNIC. Esto requiere, por un lado, destrabar los proyectos que actualmente sufren demoras en la ejecución de las inversiones comprometidas. Por citar algunos ejemplos, la Línea 2 del Metro de Lima y el Proyecto de Irrigación Majes-Siguas presentan dichos inconvenientes. Por otro lado, cumplir el cronograma de adjudicaciones de los nuevos proyectos anunciados, como país, tanto a inversionistas nacionales e internacionales también contribuirá con dicho impulso. 

Actualmente, hay veintidós proyectos que están siendo promovidos para los años 2020-2021 a través de la modalidad de APPs incluyendo, entre otros, el Anillo Vial Periférico (US$2,049 millones), el Ferrocarril Huancayo – Huancavelica (US$232 millones), el proyecto de masificación del gas natural en siete regiones del país (US$200 millones), los Hospitales ESSALUD de Piura y Chimbote (US$254 millones), los Colegios de Alto Rendimiento del Centro- COAR Centro (US$60 millones), la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales – PTAR de Puerto Maldonado (US$57 millones) y el Parque Industrial de Ancón (US$650 millones).

Adicionalmente, y a partir del éxito de los Juegos Panamericanos y Para-panamericanos Lima 2019, se ha venido impulsando el desarrollo de diversos proyectos de infraestructura a través de la modalidad Gobierno a Gobierno (G2G). Actualmente, como país tenemos suscritos tres acuerdos G2G: la Reconstrucción con Cambios con el Reino Unido, el Aeropuerto de Chinchero con Corea del Sur y, el más reciente, los Hospitales Lorena y Bernales con el gobierno de Francia. Asimismo, se ha anunciado que el mecanismo G2G también podría ser utilizado para ejecutar otros proyectos de infraestructura de gran envergadura como, por ejemplo, las Líneas 3 y 4 del Metro de Lima.

Vale la pena destacar que los acuerdos G2G no excluyen a las APPs sino que, por el contrario, ambos mecanismos pueden ser usados conjuntamente. ¿Cómo es posible llevarlo a cabo? Se debe ejecutar la construcción del proyecto mediante un G2G y concesionando la operación a una entidad privada mediante una APP. Esto supone un análisis de riesgos distinto al de una APP, ya que no será el mismo inversionista quien construya y opere la infraestructura. Esto, por ejemplo, es lo que debería ocurrir en los casos del Aeropuerto de Chinchero y de los Hospitales Lorena y Bernales.

Asimismo, la colaboración y transferencia de conocimiento entre Estados, a través de los G2G, permiten el incremento de la capacidad y habilidad en la administración y gestión de proyectos de infraestructura de gran envergadura por parte del Estado contratante (en este caso, el Perú), como consecuencia de las prácticas claves compartidas por el Estado extranjero respecto a la planificación de grandes infraestructuras, herramientas de gestión, tecnologías y técnicas relacionadas.

En este contexto, a finales de octubre de 2020, junto al Ministerio de Relaciones Exteriores y Proinversión, publicamos la primera Guía para la Inversión en Infraestructura en el Perú 2020/2021, dirigida a los inversionistas internacionales en este sector con información esencial para asistirlos en la evaluación de potenciales inversiones en el Perú, incluyendo, un resumen de la situación macroeconómica del país, el marco legal y tributario, el clima de negocios, las alternativas de financiamiento disponibles, así como la cartera de proyectos a disposición de los inversionistas para los siguientes años en cada sector: carreteras, ferrocarriles, salud, agua y saneamiento, educación, telecomunicaciones, entre otras.

La publicación de la Guía tiene el objetivo de atraer mayor inversión a nuestro país, en especial, en estos tiempos en los que, debido a los efectos de la pandemia, la economía se ha afectado seriamente y resulta necesario promover la inversión extranjera en el sector infraestructura en el país. 

En esa misma línea, junto con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Proinversión hemos llevado a cabo roadshows virtuales para presentar la Guía y la cartera de proyectos a diversos inversionistas internacionales en Europa, Asia y Oceanía, en los cuales ha quedado evidenciado que persiste el interés por invertir en infraestructura en el Perú.  

No cabe duda de que cerramos un año cargado de desafíos poco factibles de prever. Los retos del sector infraestructura para el 2021 están claros, toca ponernos a trabajar para afrontarlos y hacer que el sector contribuya a la reactivación económica del país que todos esperamos.