La forma en que las empresas crean y protegen el valor está cambiando. El 52% del valor de una empresa determinada proviene de activos intangibles. Sin embargo, declarar los valores es una cosa; vivirlos todos los días es otra. La cultura corporativa se define por reglas no escritas que establecen expectativas sobre cómo las personas deciden y se comportan. Se refleja en lo que la gente hace realmente todos los días, en lo que se celebra, se destaca y se pasa por alto.
A medida que los líderes impulsan la transformación, adquieren y se desprenden de empresas, refrescan sus estrategias y gestionan el riesgo, también deben hacer evolucionar su cultura para apoyar nuevas formas de trabajo. La evolución de la cultura corporativa puede hacerse, deliberadamente y de forma medible. Los datos modernos y los enfoques de la ciencia analítica y del comportamiento nos permiten hacer cambios prácticos en formas que estaban más cerca de ser imposibles hace solo 10 años.