El peaje humano y financiero de la pandemia de COVID-19 empujó al 95% de las empresas peruanas a emprender una amplia revisión estratégica y de cartera en 2020 que, para la mayoría, no estaba planificada. Esta fue la profunda respuesta de los ejecutivos peruanos que participaron en la última edición del Barómetro Global de Confianza del Capital (pdf) de EY.
El telón de fondo en Perú era nefasto. Los peruanos experimentaron uno de los cierres más estrictos del mundo, y el descenso del 17% del PIB de Perú durante el primer semestre de 2020 fue el mayor de América Latina. Las tres consideraciones estratégicas más importantes de los ejecutivos en sus revisiones de cartera fueron la gestión del impacto a largo plazo de la pandemia, la identificación de áreas para la inversión en tecnología y la focalización en áreas potenciales de crecimiento inorgánico. Estas revisiones podrían estar dando sus frutos: La economía peruana ha sido la que más rápido se ha recuperado en la región, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento del PIB del 8,5% para el país en 2021. Además del impacto negativo de la pandemia mundial, la agitación política y el malestar social fueron una constante en 2020 para Perú, y eso podría extenderse hasta 2021 con unas elecciones presidenciales en abril y una posible segunda vuelta en junio.
Respuesta rigurosa a la pandemia: fuerte descenso, poderoso repunte
Casi la mitad de los ejecutivos peruanos cree que los resultados financieros de su empresa fueron peores que los de sus pares.
Sin embargo, los ejecutivos peruanos siguen siendo relativamente positivos en cuanto a su capacidad para recuperarse de un año de disrupción; la mayoría (61%) espera que los ingresos vuelvan a los niveles anteriores a la pandemia en 2022 o antes. Casi la mitad (47%) espera volver a la rentabilidad en 2022 o antes, mientras que otro 39% anticipa que los beneficios anteriores a la pandemia volverán en 2023.
La pandemia pone en marcha la transformación digital
Antes de la pandemia, las empresas peruanas habían lanzado cada vez más ofertas online a medida que los compradores compraban en línea por su comodidad. La baja penetración de Internet frenó su progreso.
Pero Perú experimentó una aceleración sin precedentes de las compras online durante la pandemia. Las empresas peruanas, a su vez, tuvieron que acelerar significativamente los esfuerzos de transformación digital para satisfacer el aumento de la demanda en línea. Las empresas con planes de digitalización de tres años tuvieron que acortar su plazo a meses o semanas. Sin embargo, se vieron obstaculizadas por la inmadurez del software y la insuficiencia de la infraestructura (telecomunicaciones e internet) en todo el país para operar un ecosistema digital.
Los ejecutivos peruanos dicen que están aumentando la inversión estratégica en la transformación digital (76%), mientras que también identifican, evalúan y responden a los riesgos emergentes en tiempo real (66%) e innovan nuevos productos y servicios (58%). También reconocen que acelerar la digitalización de los viajes de los clientes y los procesos de negocio, y atraer y retener a los clientes son el centro de sus ambiciones de crecimiento y de la mejora de los márgenes de beneficio.