La necesidad de una gobernanza global para la Inteligencia Artificial

Compañías desarrolladoras están trabajando en regulaciones éticas y es fundamental contar con un ente externo que establezca límites claros en cuanto al uso y la explotación de la IA.

En resumen:

• El avance de la Inteligencia Artificial en el ámbito educativo: las universidades y centros de formación están adoptando herramientas de IA para mejorar el reclutamiento de estudiantes y evaluar el desempeño profesional, lo cual ofrece resultados destacables, pero plantea desafíos en la evaluación completa de los candidatos.
• Es necesario un ente externo que establezca límites claros en el uso y explotación de la Inteligencia Artificial, además de una regulación gubernamental y colaboración global.

El avance de la Inteligencia Artificial ha abierto un amplio abanico de posibilidades en la actualidad. Millones de usuarios pueden interactuar con herramientas de LLM (Lenguaje Natural y Procesamiento del Lenguaje) y experimentar los beneficios que esta tecnología ofrece. Sin embargo, aún estamos en la búsqueda de casos de aplicación que aprovechen todo el potencial de este avance.

Una de las áreas en las que se están utilizando estos lanzamientos es el ámbito educativo.  Las universidades y centros de formación están adoptando herramientas de Inteligencia Artificial para mejorar el reclutamiento de estudiantes y evaluar el desempeño profesional.

Estas herramientas se han convertido en una referencia obligada debido a los resultados destacables que proporcionan. No obstante, también plantean nuevos desafíos, ya que no permiten evaluar completamente los puntos de vista de los candidatos y su capacidad para generar resultados.

Regulación ética en la aplicación de la Inteligencia Artificial

Varios empresarios influyentes han expresado preocupaciones acerca del uso de esta nueva tecnología, resaltando la necesidad imperante de regular la Inteligencia Artificial como una "prioridad mundial". Estos líderes también hacen hincapié en la importancia de abordar los desafíos éticos y de seguridad relacionados con el progreso de la IA, subrayando la urgencia de establecer marcos regulatorios y políticas adecuadas para su desarrollo y utilización responsable.

Estas inquietudes se centran en la falta de madurez de los comités de ética y regulación en torno a esta herramienta, lo cual hace evidente la necesidad de implementar regulaciones y controles antes de seguir avanzando de manera desordenada. Los empresarios defienden la idea de detener el desarrollo actual para ponerse al día en términos de ética y control, a fin de asegurar que la IA se utilice de manera segura y beneficiosa para la sociedad en general.

Para mitigar los riesgos asociados al uso de la Inteligencia Artificial, las compañías desarrolladoras han estado trabajando en regulaciones éticas. No obstante, es fundamental que exista un ente externo que pueda establecer límites claros en cuanto al uso, los resultados, la aplicación y la explotación de la inteligencia artificial. La regulación ética debe ser una prioridad para garantizar un uso responsable y ético de esta tecnología.

En esa misma vía, la regulación gubernamental también desempeña un papel importante en el desarrollo y uso futuro de la Inteligencia Artificial. Si bien la regulación debe establecer límites, es crucial tener en cuenta que las plataformas no están limitadas geográficamente.

Por lo tanto, la responsabilidad no puede recaer únicamente en países individuales, es más, se requiere la colaboración de expertos, productores, usuarios, academias y gobiernos para crear ecosistemas que permitan un control y regulación efectivos de la Inteligencia Artificial a nivel global.

Explorando el potencial de la Inteligencia Artificial en la actualidad

Es importante destacar y hacer énfasis en que la Inteligencia Artificial no reemplazará por completo a los trabajadores humanos. Si bien algunos empleos actuales serán reemplazados por esta tecnología, también se crearán nuevos empleos relacionados con la explotación, el uso y el entrenamiento de las herramientas.

En un contexto en el que la tecnología está acaparando la vida cotidiana, nos damos cuenta de que la mayoría de los consumidores duda de que la tecnología reemplace por completo su rol. De hecho, según un reciente estudio de EY Future Consumer Index, el 61% de los encuestados coincide en que no anticipa que su papel en el ámbito laboral sea completamente reemplazado por la tecnología.

Sin embargo, estas cifras contrastan con los usuarios que sí utilizan la Inteligencia Artificial en sus posiciones laborales. Un 76% de ellos espera que su función requiera cada vez más el uso de IA y automatización para completar tareas de manera más rápida, en comparación con el 36% de aquellos que no utilizan estas tecnologías. Asimismo, un 75% de los usuarios de IA creen que la automatización les permitirá centrarse en un trabajo de mayor valor, en contraste con el 52% de los no usuarios. Además, un 61% de los encuestados coinciden en que sienten que el Gobierno necesita hacer más para regular el uso de la Inteligencia Artificial.

Por lo tanto, la colaboración entre humanos y sistemas de Inteligencia Artificial será crucial para maximizar el potencial de ambas partes. Con el fin de garantizar un uso responsable y ético en las empresas, es necesario que la IA esté controlada y regulada por comités. Las compañías desarrolladoras deben asumir una verdadera responsabilidad y demostrar su compromiso en un entorno de competencia acelerada por el desarrollo de la inteligencia artificial.

Potenciando el desarrollo empresarial con Inteligencia Artificial responsable

Debemos ser realistas sobre cómo las perspectivas de futuro sobre la Inteligencia Artificial en el ámbito empresarial son prometedoras. La tecnología ya no es una limitación para avanzar, sino que la creatividad humana juega un papel fundamental en el desarrollo de casos de uso y la generación de valor en la sociedad y las empresas, por lo que la combinación de tecnologías como el metaverso, blockchain y la Inteligencia Artificial abrirá nuevas formas de interacción humana, impulsará negocios digitales disruptivos y generará resultados asombrosos en comparación con los logrados históricamente.

En conclusión, la Inteligencia Artificial masiva ha brindado beneficios significativos en diversos ámbitos, pero aún estamos explorando su pleno potencial. La regulación ética y gubernamental desempeñan un papel crucial en el uso responsable de la inteligencia artificial.