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Declaración anual 2023: una prioridad de negocio


Los procesos de fiscalización en nuestro país han evolucionado al incorporar tecnología para realizar mayores análisis y cruces de información.


En resumen

  • En enero del 2024, el SAT emitió la última actualización a la declaración anual.
  • Los cambios más relevantes consisten en que no se contempla reportar los Estados de Cambios en el Capital Contable, así como los Estados de Flujos de Efectivo.
  • Los contribuyentes deben contar con toda la información que tendrán que reportar el próximo 31 de marzo de 2024.

Los procesos de fiscalización en nuestro país han evolucionado al incorporar tecnología para realizar mayores análisis y cruces de información. Como parte de la estrategia fiscalizadora de la autoridad, podemos encontrar ejemplos que, desde hace algunos años, los contribuyentes han tenido que implementar para dar cumplimiento a esta nueva realidad, tales como la incorporación de los CFDI y sus complementos de pago que, además del servicio prestado o del bien vendido, proporcionan datos respecto a cómo se paga la operación, si es de contado, a crédito, en efectivo, cheque o transferencia electrónica. Toda esta información permite a la autoridad determinar fácilmente el IVA por pagar o acreditar.

Por otra parte, también existe la obligación de enviar la contabilidad electrónica (balanza de comprobación y catálogo de cuentas) de forma mensual, lo cual brinda toda la información financiera de las entidades, como saldos de bancos, cuentas por cobrar, inventarios, partes relacionadas, los saldos a favor, de activos fijos proveedores y acreedores, impuestos por pagar, capital social, resultados de ejercicios anteriores, ventas, costos, gastos, entre otros. De esta forma, uno de los cambios más recientes y relevantes es la incorporación de los cuatro estados financieros básicos al formato de la declaración anual, emitida bajo normatividad financiera.

En este sentido, a partir de la declaración anual que venció el 31 de marzo de 2023, los contribuyentes se encontraban obligados a reportar la siguiente información:

Además, deberán presentar comparativos con el ejercicio inmediato anterior y generar ciertas explicaciones derivadas de las variaciones en dicha información entre un ejercicio y otro. Es importante mencionar que, en enero del 2024, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) emitió un comunicado con la última actualización a la declaración anual, la cual no contempla reportar los Estados de Cambios en el Capital Contable, así como los Estados de Flujos de Efectivo. 

Históricamente, estos datos solo habían sido solicitados en el dictamen fiscal y posteriormente en la declaración informativa sobre la situación fiscal del contribuyente, aplicables solo al rango de sujetos obligados con mayores ingresos. 

¿Qué representan estos cambios para los contribuyentes personas morales?

Sin duda, estos nuevos requisitos han detonado una dinámica distinta para la gestión de la información fiscal, contable y financiera que se reporta a la autoridad, lo que ha impulsado que los departamentos de Finanzas y Fiscal dentro de las organizaciones trabajen en sinergia, dejando atrás la antigua práctica de delegar a los fiscalistas la preparación de la declaración anual.  

Desde un enfoque de productividad, es una realidad que la carga administrativa aumenta porque las empresas requieren más especialistas involucrados en el cumplimiento tributario de las entidades para conciliar estos nuevos reportes con otras obligaciones ya existentes —como son los reportes de contabilidad electrónica y los estados financieros estatutarios—, siendo necesario evaluar la tercerización de estas labores especializadas para que las compañías puedan concentrarse en su negocio principal.

Aunado a lo anterior, la autoridad realizó actualizaciones en el apartado de estados financieros y limitó los conceptos a presentar, teniendo como consecuencia una inversión adicional de tiempo para la preparación de esta información.

Es importante tener en cuenta que, con las constantes modificaciones de los apartados de la declaración anual, los primeros en mostrar resiliencia a estos cambios podrán plasmar de forma oportuna y confiable la información contable-financiera solicitada por la autoridad fiscal.

De cara a la presentación de la declaración anual 2023, es fundamental que los contribuyentes se aseguren de contar con toda la información que tendrán que reportar el próximo 31 de marzo de 2024, además de que esta sea consistente con lo plasmado en la declaración del ejercicio 2022.

Resumen

En enero del 2024, el Servicio de Administración Tributaria emitió un comunicado con la última actualización a la declaración anual. Los cambios más relevantes consisten en que no se contempla reportar los Estados de Cambios en el Capital Contable, así como los Estados de Flujos de Efectivo. De cara a la presentación de la declaración anual 2023, es fundamental que los contribuyentes se aseguren de contar con toda la información que tendrán que reportar el próximo 31 de marzo de 2024.


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