Muchas empresas — de todos los tamaños, pero especialmente las más grandes — no se han adaptado del todo a los continuos y drásticos cambios en el escrutinio de sus asuntos por parte de las autoridades fiscales, según los encuestados en la Encuesta EY Tax Risk and Controversy de 2021. Y el cambio puede estar lejos de terminar: El 53% de los líderes en impuestos esperan un mayor control en los próximos tres años, especialmente cuando los gobiernos comiencen a abordar las presiones presupuestarias derivadas de la respuesta a la pandemia de COVID-19.
No es sólo el escrutinio externo al que se enfrentan los líderes fiscales. Nuestra encuesta reveló que los ejecutivos de la alta dirección están demostrando más interés y supervisión de los impuestos en el 75% de las empresas con ingresos anuales de más de 100.000 millones de dólares, y sólo el 20% de todos los encuestados dicen que la falta de apoyo de la alta dirección les impide elevar el perfil de la gestión de riesgos y controversias fiscales en su empresa.
Parece claro que el papel del líder en impuestos está evolucionando, y esta serie pretende identificar respuestas y acciones críticas para ayudarlos a replantear y proteger el futuro de sus organizaciones. Después de todo, no es sólo la mitigación tradicional de riesgos y disputas lo que preocupa a los ejecutivos: los líderes tributarios están desempeñando un papel cada vez más estratégico, dando forma a cómo las empresas crean, miden y reportan valor a largo plazo.
Por eso les recomendamos que lleven a cabo tres acciones clave:
- Reconocer el papel que desempeña la tributación en la creación de valor a largo plazo para la empresa y el riesgo que suponen los litigios fiscales tanto para los resultados como para la reputación de la empresa
- Alinear las personas, los procesos y la tecnología para ayudar a la empresa no sólo a gestionar, sino a predecir y anticiparse a las consultas, los conflictos y los litigios
- Comprender que adoptar un enfoque proactivo y orientado al futuro puede requerir un cambio fundamental: crear el departamento de controversias fiscales del futuro mediante la implementación de tres áreas de solución.
- Evaluación del riesgo tributario: predecir y abordar los litigios fiscales antes de que se produzcan, manteniendo la evaluación exhaustiva de todos los riesgos fiscales a los que se enfrenta la empresa.
- Gestión del riesgo tributario: establecer un marco para priorizar y mitigar el impacto de los riesgos fiscales que surjan, teniendo en cuenta los posibles efectos en cadena.
- Gestión de auditorías tributarias, disputas y litigios: mitigar el riesgo financiero y de reputación de la empresa utilizando una serie de herramientas para garantizar una resolución rápida y eficaz de las disputas.
El tiempo es esencial. El ritmo y el volumen de los cambios fiscales son incesantes, y la digitalización está alterando el ciclo de vida del cumplimiento de las obligaciones fiscales, que tiene décadas de antigüedad. La forma en que los auditores fiscales recopilan información, califican los riesgos de las empresas y, a continuación, las seleccionan y auditan ha cambiado y está cambiando, ya que la interpretación humana se complementa con el análisis de datos, el aprendizaje automatizado y la inteligencia artificial.
Los encuestados también dicen que ahora ven un entorno de riesgo tributario mucho más diverso. Esto abarca un espectro que va desde el escrutinio de las actividades rutinarias y comercialmente sólidas hasta los grandes acuerdos multimillonarios en los tribunales. Pero también incluye una especie de término medio: la oportunidad de establecer relaciones más abiertas, transparentes y de colaboración con las autoridades fiscales.
De cara al futuro, se está produciendo un segundo crescendo de cambios en la aplicación de los impuestos. La preocupación por la eficacia de los procesos de resolución de litigios no probados relacionados con posibles nuevas formas de gravar la actividad transfronteriza puede aumentar los riesgos fiscales en el futuro. Al mismo tiempo, la presión sin precedentes sobre los gobiernos para que disminuyan los déficits presupuestarios derivados de sus respuestas a la pandemia de COVID-19 ya está creando nuevos peligros en muchas jurisdicciones.
En definitiva, existe una necesidad urgente de que los líderes de impuestos respondan, y este informe detalla exactamente cómo pueden tomar la iniciativa: construyendo su departamento de controversias fiscales del futuro.
Nuevas exigencias impositivas
Las autoridades fiscales se han vuelto exponencialmente más sofisticadas en los seis años transcurridos desde que las normas fiscales transfronterizas comenzaron a revisarse de forma significativa. Los encuestados afirman que las autoridades están recopilando y analizando nuevos datos a partir de las nuevas presentaciones de transparencia y divulgación, compartiendo esa información entre sí a través de protocolos de intercambio automático de información, ampliando así su visión a través de toda la huella de la empresa.
Y las autoridades tributarias de todo el mundo, desde las más maduras hasta las de los mercados emergentes, se están digitalizando, transformando su capacidad para comprender las complejas cadenas de valor y utilizando la analítica de datos para examinar a las empresas desde todos los ángulos. En algunos casos, las autoridades fiscales saben más sobre las actividades fiscales o aduaneras de una empresa que la propia empresa.
Acerca de esta encuesta
Los profesionales de EY entrevistaron a 1.265 líderes fiscales y financieros en 60 jurisdicciones y 20 sectores industriales durante el cuarto trimestre de 2020. El trabajo de campo de la encuesta se llevó a cabo después de la publicación en octubre de los proyectos del Pilar 1 y el Pilar 2 en el marco del proyecto de la OCDE y el G20 sobre los desafíos fiscales derivados de la digitalización, conocido por muchos como "BEPS 2.0".
Este mayor escrutinio se produce en un momento en que las empresas tratan de satisfacer a todos los stakeholders, tanto respondiendo a sus peticiones de divulgación como continuando con la aportación de valor social a largo plazo. Los impuestos son ahora una parte central de esa estrategia, y muchas empresas mantienen una política clara en torno a la publicación externa de la estrategia fiscal, las políticas y otros datos. En algunos países es un requisito legal, mientras que en otros, las empresas están tomando una decisión proactiva y prudente para hacerlo.
"Al desarrollar una narrativa clara sobre su perfil tributario, las empresas tienen la oportunidad de dar a los stakeholders la imagen completa de las contribuciones que hacen a los ingresos públicos y a los servicios sociales a través de los impuestos que pagan", dice Kate Barton, EY Global Vice Chair – Tax. "Ser proactivo en esto ayudará a la empresa a avanzar en su enfoque más amplio de crear valor a largo plazo para los accionistas, los clientes, los empleados y las comunidades a las que sirve".
Es mucho lo que está en juego para los líderes en impuestos. Desde el punto de vista de la empresa en general, quienes no se preparen pueden enfrentarse a una nueva exposición financiera por el aumento de las liquidaciones de impuestos, la doble imposición y las sanciones (a menudo punitivas), los intereses y los recargos resultantes de los desafíos a las formas de operar nuevas y existentes.
Los riesgos para la reputación asociados a las controversias fiscales también pueden llegar al dominio público, creando un impacto más profundo en las empresas, especialmente para aquellas con marcas conocidas o centradas en la creación de valor a largo plazo. De hecho, el 35% de los encuestados espera que los niveles de riesgo para la reputación de las empresas aumenten en los próximos tres años.
A nivel operativo, los líderes en impuestos de las empresas afectadas tendrán que desviar su atención del objetivo principal de la función fiscal, para responder a las consultas y gestionar los litigios. Tal vez sea aún más preocupante que alrededor de cuatro de cada diez encuestados, tanto en Asia-Pacífico como en América Central y del Sur, digan que les preocupa la posible imposición de cargos penales relacionados con los impuestos — algo que ya está ocurriendo en un número creciente de países.
El valor de la tecnología en impuestos
La tecnología en la tributación puede ser una herramienta eficaz para apoyar la gestión global del riesgo fiscal y de las controversias.
Todos los líderes fiscales deberían tener acceso a tableros de mando en los que se enumeren y visualicen todas las consultas, disputas y litigios activos. Sin ellos, no es posible establecer un orden de prioridades en los litigios — lo cual es fundamental tanto para la evaluación como para la gestión eficaz de los riesgos fiscales. Para llegar a ese estado es necesario encontrar y luego implementar herramientas que tengan una amplia funcionalidad y flexibilidad, que permitan registrar las consultas entrantes, automatizar en gran medida las respuestas, almacenar los hechos del caso e identificar posibles litigios futuros mediante el análisis de todos los datos disponibles.
Estos sistemas ya no están fuera de alcance. Las prácticas líderes en este ámbito incluyen la construcción de los mismos o el aprovechamiento de las herramientas proporcionadas por sus proveedores de servicios profesionales, como la solución Tax Audit and Controversy Management de EY (TACM, por sus siglas en inglés), que integra personas, procesos y tecnología.
Las empresas en el extremo superior del modelo de madurez de la gestión de riesgos y controversias fiscales también están descubriendo que los datos fiscales recopilados con fines de cumplimiento e informes son valiosos para predecir disputas futuras. Puede contribuir a una comprensión más informada de la salud financiera, convirtiéndola en una parte importante de las prácticas empresariales sostenibles que sustentan el valor a largo plazo.